Karina K: "Batato despertó en mí a la artista"

Karina K: "Batato despertó en mí a la artista"

Luego del teatro off, la calle Corrientes y Europa, la comedia Souvenir le dio un protagónico. Y ganó el ACE. Artista completa, habla de la obra, su carrera y hasta de Zulma Lobato. Con ustedes, Karina K.


"Lo que me atrajo de Souvenir fue cómo Florence Foster Jenkins, una mujer con sus características de ?antidiva?, sin ningún atributo vocal, logró pasar a la historia como la peor cantante lírica y conquistó discográficas, grabando discos. Era una artista melómana, que promovía el canto clásico, fanática de Verdi, creadora de centros culturales e institutos para el estudio del canto lírico y la música clásica. Fue educada con el mejor nivel pero no tenía ningún atributo vocal. Es la Ed Wood del canto."

"La obra no cae en la burla ni en la parodia. Su autor, Stephen Temperley, quería recrear los pasajes más importantes de la vida de Florence. Ya en vida era un mito, a pesar de ser considerada la asesina de Mozart. Una diva freak. En Souvenir entran todas las emociones, ?todos los humores?, como dice el maestro Briski. Es un drama con distintos momentos de humor, una representación de la vida de una mujer que existió y que logró, con esas dificultades o falencias de antivirtuosismo, lo que muchas cantantes ?mejores que ellas? no consiguieron. Lily Pons y Luisa Tetrazzini fueron contemporáneas de ella. Pasó el tiempo y los discos que se venden y escuchan son los de Florence."

Impasse 1: Karina llega al bar y pide un cortado. Lanza frases que para todo actor o actriz nuevo deberían ser de cabecera. Trabajó con todos: desde Susana Giménez, en Sugar, por el 86, hasta en Cabaret, pasando por Pepino el 88.

"Muchos asociaron a Florence con Susan Boyle pero, en su locura, está más cerca de Zulma Lobato. He observado mucho a Zulma y vi como tiene esos momentos de anestesia. Cuando estaba preparando a Florence, Ricky Pashkus (director de la obra), me dijo ?anestesiala?. Todo desde la psicótica mirada de una persona que dice ?tengo oído absoluto? y no te da una nota, y cuando la da, la coloca plana y chillona, sin cuerpo ni relevancia. Además, desafina con las variables de tempo. Hay una dicotomía en su psiquis y en su comportamiento. Cuando la veo a Zulma Lobato es interesante observar cómo se queda colgada, con la mirada perdida como la de Florence."

"En el 86 estuve con Susana Giménez en Sugar, como bailarina, pero prefería el Parakultural. Después de los milicos, a mediados de los 80, surgió un teatro de contracultura. Recuerdo que salía del Lola Membrives de hacer mi función y me iba a la trasnoche del Parakultural a ver a las Gambas al Ajillo, Batato, Los Melli, Urdapilleta. Me fui a España en el 88 y me quedé ocho años. Fue gracias a los primeros abordajes que hice en el Parakultural o en Medio Mundo Varieté, con Tino Tinto y Divina Gloria y su banda, que quise hacer algo similar allá, ya que no podía tener acceso al teatro oficial español. Me metí en el café concert y estuve con grupos de teatro alternativo o neocabaret, como se llama allá. Hasta me fui a Berlín con Catalíticas, uno de esos grupos. Vivíamos en un squad, del lado de Berlín del Este, después de la caída del Muro. Ahí actuaba en los boliches gays, porque nos llevó una coordinadora de estos boliches que nos había visto en Barcelona."

"Batato fue la persona que hizo despertar en mí la identidad de la artista que tenía adormecida. Tenía 17, 18 años, y lo conocí a través de su gran amigo Tino Tinto; vivía cerca de mi casa. Me gustaba estar con él y acompañarlo, ver cómo era un día suyo. Se tomaba su tecito y, de repente, llegaba Fernando Noy con regalos, sus poemas, y se iba. Lo veía grabar las conversaciones de las telenovelas de Grecia Colmenares porque le parecían desopilantes, para utilizarlas en su show. Estar con Batato era observar su vida para que algo se impregnara en la mía. Lo que más me quedó fue esa personalidad tan serena, creativa, cariñosa."

Impasse 2: Al recordar su etapa de formación, los ojos se le llenan de una sana nostalgia. Barcelona, Norman Briski y Batato Berea se cuelan en esas imágenes.

"Siento que, después de los 90, se aburguesó todo con el espejismo del 1 a 1 y el gobierno neoliberal tan frívolo y banal. Ahora se está volviendo a la búsqueda de otros valores. La gente está más reflexiva de lo que pasa, siendo un pueblo tan desmemoriado como el nuestro. Por otro lado, se está gestando algo que, en breve tiempo, va a tener mayor claridad respecto a lo que el arte quiere decir. Por eso se mira atrás, a los 80, porque había algo más claro, más directo."

(NOTA PUBLICADA ORIGINALMENTE EN EL SEMANARIO NOTICIAS URBANAS Nº 214, DEL 12/11/09).

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