El año 4707 es, para los chinos, el año del buey (o del búfalo, según la traducción). Y como tal, los festejos por su inicio pisaron fuerte en Belgrano, donde más de 90 mil personas decidieron sumarse a la celebración que se realizó en el denominado Barrio Chino en el día de ayer. Si bien, en rigor, el año lunar chino comienza este lunes, se decidió adelantar la fiesta un día para hacerla coincidir con las celebraciones que se realizaban en Oriente.
Durante doce horas, la muchedumbre que se acercó a la calle Arribeños, entre Blanco Encalada y Juramento, pudo disfrutar de una cantidad de ofertas culturales y gastronómicas que se triplicó con respecto al año anterior: más de 150 puestos, cinco horas de shows (algunos números fueron traídos desde China), 20 empresas multinacionales y los principales referentes de la comunidad pusieron sus stands sobre las cuadras en las que se extiende el Barrio Chino. "Hasta un ‘Bob Esponja’ con sombrero cantonés se tomó una foto junto al embajador chino, Zeng Gang", subrayaban a NOTICIAS URBANAS Antonio Chang, Fernando y Margarita, quienes no podían esconder la satisfacción de haber organizado el evento más exitoso para la comunidad, desde la llegada de la Antorcha Olímpica a Buenos Aires.
El vicepresidente primero de la Legislatura, Diego Santilli, fue uno de los invitados principales pero debió excusarse, ya que tenía programada un viaje a la Provincia de Buenos Aires. Sin embargo, envió una carta al Embajador de China y a las autoridades del Barrio, en la que enfatizó el acercamiento del Palacio Legislativo a todos los vecinos y manifestó su apoyo a las actividades culturales y barriales que "se encaren con dedicación y buena voluntad". Luego de la lectura pública de la nota, se dio comienzo a los actos centrales con la bendición del Dragón y "los bailes de buen augurio para este año 4707 que comienza", según explicó un diplomático de la Embajada China, mientras almorzaba en una nutrida mesa política y empresarial.
El Embajador, en su discurso oficial, agradeció la gestión del Gobierno porteño, especialmente del Ministerio de Cultura; y a la Legislatura, "que siempre abre las puertas para los vecinos extranjeros que viven en la Ciudad". También a todos aquellos vecinos, colaboradores, amigos de China y funcionarios que permitieron realizar la fiesta cultural china más grande de los últimos tiempos. Se lo vio muy orgulloso y emocionado y; hasta no pudo contener algunas lágrimas durante el almuerzo. "Hubo muy buena coordinación y armado del evento con todos los sectores gubernamentales, privados, de los shows y de seguridad", subrayó Chang.
En el BuddhaBA, la principal galería de arte oriental de la zona, ubicada frente al escenario principal, se armó el sector VIP donde el asesor legislativo Andy Rivas fue el anfitrión de un almuerzo para 60 invitados especiales entre los que estuvieron, además del embajador Zeng Gang, varios diplomáticos extranjeros de Estados Unidos y de embajadas europeas; Ernesto Taboada, director ejecutivo de la Cámara Chino-Argentina que comanda Julio Wertheim; Javier Bassi, director general del CGPC13, directivos de las empresas Tiggo y Nickelodeon; Ning Zeng, presidenta del Foro Argentino-Chino de Jóvenes para el Desarrollo; Miguel Ángel Calvete, director de la Cámara de Supermercados Chinos, varios comisarios de la Policía Federal Argentina y de Bomberos, y periodistas que fueron especialmente invitados para la ocasión. También hubo algunos funcionarios nacionales y otros de la Ciudad, que fuera del convite no hicieron declaraciones, ya que estaban con sus familias. Sus áreas: infraestructura, trenes, comunicaciones y prensa. Todo finalizó con cena y fiesta, por el crecimiento de la Comunidad China en la Ciudad, que, al igual que como ocurrió con la llegada de la Antorcha Olímpica a la Ciudad, demostró estar muy bien organizada.
