El gravísimo estado de salud del Papa Juan Pablo II, quien en la madrugada de este viernes (hora argentina) sufrió un paro cardíaco, mantiene en vilo al mundo. El jefe porteño, Aníbal Ibarra, manifestó su preocupación por la salud del Santo Padre, al ser consultado por la prensa luego del acto en el que anunció un convenio con el SUTERH, y que se hizo en la sede de Bolívar 1.
"Esto lo está siguiendo el mundo, con una gran preocupación. Seguimos acompañando desde aquí la preocupación no sólo de quienes desde Argentina tienen la mirada puesta en el Vaticano sino de todo el mundo", señaló Ibarra en conferencia de prensa.
Sobre el agravamiento del estado de salud del Papa, Ibarra señaló que "es un deterioro que impacta en toda la humanidad. Trasciende la religión católica a todos los cultos y a quienes desde su lugar personal desean una recomposición de su salud".
La salud de Juan Pablo II se viene deteriorando en las últimas semanas. Este jueves, una infección en las vías urinarias se generalizó, provocándole una alta fiebre y una caída de presión. Por la madrugada del viernes tuvo un paro cardiorrespiratorio y recibió la extremaunción. Voceros del Vaticano expresaron en el último parte que el Papa amaneció "conciente y sereno", pero que su estado es "muy grave".