La ausencia de un organismo de juego hace que la Ciudad pierda millones

La ausencia de un organismo de juego hace que la Ciudad pierda millones

A pesar de que la ley 538 sostiene que la Ciudad es la única encargada de regular y explotar el juego en el distrito, el Estado porteño no recibe un peso de las apuestas que realizan sus habitantes. El motivo es que aún no fue creado el organismo encargado de llevar adelante esas funciones. Hay un proyecto del Poder Ejecutivo que promueve su creación, presentado en la Legislatura. Quieren que la Comisión de Desarrollo Económico trate ya el expediente


"Es una burla, los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires juegan mucho y el Estado porteño no recauda nada", disparó el legislador Jorge Giorno, al ser entrevistado por NOTICIAS URBANAS. El diputado aseguró que "los porteños juegan a la lotería nacional, a las raspaditas, van al Casino del puerto, al que está en el Tigre y al de Pilar" y que "todo ese dinero se lo llevan el Estado Nacional, la Provincia de Buenos Aires y los privados". "De todos los sorteos que se hacen por televisión la Ciudad tampoco ve un peso", se quejó.

Giorno y los demás legisladores que integran el denominado "Interbloque Porteño", le enviaron una nota a la presidenta de la comisión de Desarrollo Económico, Delia Bisutti (ARI) para que disponga el tratamiento, por parte de ese cuerpo, del proyecto de ley de creación del "Instituto de Juego de Apuesta de la Ciudad".

La iniciativa, enviada a la Legislatura por el Poder Ejecutivo porteño, trata acerca de instaurar la Autoridad de Aplicación prevista en la Ley de Juegos de Apuesta (ley 538), que fue sancionada por la Legislatura hace ya un año y tres meses. Esta norma le otorgó al distrito la total potestad para la "regulación, autorización, organización, explotación, recaudación, administración y control" de este tipo de actividades. Sin embargo, como aún no está establecido el organismo gubernamental que debe realizar esas funciones, la ley es por ahora técnicamente inaplicable.

"La Constitución de la Ciudad -afirmó Giorno- dice en el artículo 50 que el juego debe ser explotado por el Estado, sin privatizaciones o concesiones, para que el 100 por ciento de las ganancias se destinen a la acción social". "Sin embargo -continuó- la Ciudad está perdiendo la oportunidad de generar recursos genuinos, que van a parar a las arcas privadas, a la Nación o a la provincia de Buenos Aires".

El legislador aseguró que si el tratamiento del expediente enviado por el Ejecutivo no prospera en la Comisión de Desarrollo Económico (de la cual es vicepresidente), insistirá a través de la redacción de un despacho por la minoría.

"En el 2000, cuando se estaba por tratar la ley de juego, un reportero de televisión me preguntó: ‘¿Usted está a favor o en contra de que la Ciudad maneje el juego?’. Yo le dije que estaba a favor y me dijeron que entonces no me podían poner en el aire. Esas son las actitudes que se toman cuando uno toca intereses privados", remató.

EL INICIATIVA DEL EJECUTIVO

El proyecto cuyo tratamiento parlamentario reclama el "Interbloque Porteño", promueve la creación del "Instituto de Juegos de Apuesta", como la Autoridad de Aplicación prevista por la ley 538 para regular y explotar el juego en la Ciudad.

Según la propuesta, la dirección del organismo estará a cargo de un director general, que será asistido por un director administrativo, un director de asuntos jurídicos y un director de juegos y marketing. Todos serían nombrados y removidos por el jefe de Gobierno. También se prevé la creación de una unidad de Auditoría Interna, que fiscalice las cuentas del órgano.

Según la Ley de Juegos de Apuesta porteña, todas las funciones relacionadas con estas actividades deberán ser ejercidas por el gobierno de la Ciudad (a través de la Autoridad de Aplicación correspondiente), con excepción de lo referido a las tareas de distribución y expendio, que podrán estar a cargo de personas físicas o jurídicas (agencias de apuestas) autorizadas.

La Autoridad de Aplicación también es la encargada de celebrar convenios para la comercialización en la Ciudad de los juegos de apuesta de otras jurisdicciones, como las sorteos provinciales o la Lotería Nacional.

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