El jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, y el presidente del Banco de la Ciudad de Buenos Aires, Roberto Feletti, salieron a apoyar el acuerdo que firmará el presidente Néstor Kirchner con el Fondo Monetario Internacional. En el texto no hay menciones a los viejos pedidos de apertura al capital extranjero que el FMI había exigido con respecto a los bancos Ciudad, Nación y Provincia.
"Nosotros -afirmó Feletti, en el programa Puntos de Vista, que se emite por Radio La Red-, no hemos firmado ningunos términos de referencia con el Fondo para someternos a un monitoreo especial por parte de una Auditoria que supuestamente éste iba a contratar".
En tanto, el jefe de Gobierno manifestóque "es destacable la actitud de un gobierno que por primera vez negoció sin decir a todo que sí, y al mismo tiempo mantuvo una voluntad de diálogo serio, no rupturista. Un gobierno que por primera vez privilegió los intereses de los argentinos y no sacrificó el desarrollo nacional para pagar cuentas al exterior. Es muy importante este acuerdo porque nos permitirá crecer y comenzar a pagar la otra deuda, la más importante, la que el país tiene con millones de argentinos postergados".
"Me parece que hubo una tensión política que definió a favor, creo, de la posición Argentina, en llegar a la firma del acuerdo. Esto sí es novedoso. También lo es que si bien aparece como un acuerdo trienal para ir refinanciando la deuda de los organismos, todas las decisiones y medidas alcanzan solo de acá al 2004", expresó el presidente del Banco Ciudad, quien agregó: "En el Banco Central, desde la situación fiscal y financiera de la Argentina, hay una solidez como para aguantar cualquier pulseada con el mercado"
"El Fondo, por primera vez -continuó-, no sé con qué influencia política, asume autocríticamente en los papeles el fracaso de lo que fue dar varias veces luz verde a un país que durante la década del ’90 funcionaba con un desequilibrio externo y con un desequilibrio fiscal que a la larga iba a ser inmanejable".
"Hoy la Argentina tiene superávit externo y superávit fiscal, pero la presión excesiva para imponerle ajuste de tarifas, compensaciones a los bancos y reparto de mercados, no tenía nada que ver con llegar a un acuerdo que permitiera a la Argentina sentarse a negociar su deuda", concluyó Feletti.
