Tras 40 días de investigación y allanamientos, personal de la Policía Aeroportuaria incautó más de 350 reptiles traídos a la Argentina con el objetivo de ser traficados. Un ciudadano de origen checo y cinco de procedencia argentina están detenidos. Mientras tanto, y pese a que los pronósticos son poco favorables para las especies, representantes del Zoológico porteño, la Secretaría de Protección Ambiental de la Nación y otras organizaciones que defienden los derechos de los animales están trabajando para salvar la mayor cantidad y conservarlos en cautiverio.
El episodio tuvo origen el 7 de diciembre pasado, cuando un hombre procedente del país europeo ingresó al país con un maletín en el que mantenía hacinados envueltos en ropa interior y en pequeñas cajas a los reptiles. Según trascendió, muchos de ellos no sobrevivirían. Peor aún es la situación si se tiene en cuenta que un gran número están en peligro de extinción y que no podrían mantenerse con vida en lugares con climas como el local o el de países limítrofes.
El director del Zoológico de la Ciudad, Claudio Bertonatti, se lamentó en declaraciones televisivas por lo sucedido y pidió colaboración de los Gobiernos para dar solución al tema del tráfico porque ?solo no podemos?. Asimismo, y con palabras que apuntaron a la figura del juez interviniente en la causa, pidió que se detuvieran a los responsables del ilícito.
?Hay que concientizar a la población sobre este problema. Hay que entender que los animales necesitan seguir habitando en el lugar en el que tuvieron origen?, agregó el titular del espacio verde.
Por último, realizó un pedido de ?no comprar animales de origen dudoso o ilegal?.