Desde que prefectos y gendarmes decidieron llevar adelante una visible protesta disparada primero por un error que les generó una merma en sus ingresos de hasta el 40 por ciento y sostenida más tarde por un reclamo salarial concreto ?protesta que recién fue levantada totalmente el jueves pasado?, la escalada de conflictos en campo gremial parece estar en franco ascenso. Si bien no hay duda de que los sindicatos están ganando agenda, los motivos suelen diferir.
La mayoría de las veces se equiparan al momento de pedir mejoras salariales, pero en algunos casos las pujas por el poder y el manejo económico también ganan espacio.
Sin duda, el hecho más relevante es el anuncio de un paro nacional conjunto entre la CGT moyanista y la CTA que conduce Pablo Micheli, ambas centrales obreras hermanadas en el espanto que les produce el Gobierno.
?El paro será en noviembre, y el 24 de octubre será la vigilia en el Congreso, repudiando la nueva ley de ART, que es peor que la de Cavallo?, confió a Noticias Urbanas un vocero de la CGT, exultante por la convocatoria de la marcha del miércoles pasado que, asegura, reunió a 60 mil personas.
?Esta convergencia de las dos centrales obreras se da en un buen momento, ahora que la CGT ya tiene redactados 21 puntos que señalan cuál es el modelo de país al que aspiramos?, agregó la misma fuente, que volvió a confirmar el sustento político que buscarán las centrales obreras para ser también actores al momento electoral.
?Todos los que fuimos al acto defendemos la democracia, no somos desestabilizadores y nos une un discurso antiimperialista y nacional, a favor del trabajador y en contra de lo que está haciendo ahora el Gobierno, negociando con la Barrick, Monsanto y Soros?, advirtió el vocero gremial.
Del otro lado, Micheli tampoco ocultaba su satisfacción y se aseguró ?orgulloso? de haber logrado la unidad: ?Esta fuerza junta es invencible?, sentenció en la plaza, al tiempo que tildó de ?alcahuetes? a los gremios que continúan leales a la Casa Rosada. Si bien Hugo Moyano no estuvo en la protesta, su hijo Pablo aportó 20 mil afiliados que aplaudieron cada palabra del líder de la CTA disidente.
A la marcha también asistieron su hermano Facundo Moyano, Julio Piumato (Judiciales) y Eduardo Buzzi, quien, si bien antes había oscilado entre el kirchnerismo, el duhaldismo y la alianza con la Mesa de Enlace, parece haberse definido y fue de la partida en representación de la Federación Agraria.
A él se sumaron el secretario de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmid, y Juan Carlos Alderete, de la Corriente Clasista y Combativa. También se vio a referentes políticos ligados a la izquierda y centroizquierda, como Pino Solanas, el socialista Rubén Giustiniani y los representantes del MST Vilma Ripoll y Alejandro Bodart. ?Este acto marca un proceso de unidad al que hay que cuidar?, aseguraron desde la CGT Azopardo a Noticias Urbanas.
Como contracara de esta movilización, aparece el episodio de violencia que se vivió en el local de la Uocra en Florencio Varela, donde tiros, bombas molotov y armas blancas coparon la escena y dejaron como saldo el frente del local y al menos doce autos completamente incendiados y algunos heridos.
Fuentes consultadas por NU coincidieron en que el ataque tiene que ver con una riña de larga data entre los delegados de Lomas de Zamora con los de Florencio Varela. ?Los de Lomas estaban organizados, llegaron en colectivo y eran más de 50?, subrayaron.
Actualmente, hay un proceso eleccionario en marcha para renovar las autoridades del Consejo Directivo de esa seccional alineada con la conducción nacional de Gerardo Martínez. ?Martínez ya no tiene el poder absoluto en la Uocra y este desborde es una clara muestra del cuadro de situación. La lucha de fondo es apoyar o no al Gobierno?, aseguraron a NU. El copamiento de la sede gremial ya es investigado por la fiscal Clarisa Antonini de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI), descentralizada de Florencio Varela.
En otra línea, Víctor Grossi, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Construcción y Afines (Sitraic), repudió enérgicamente los hechos de violencia. El dirigente de la construcción señaló que la escalada de violencia es la continuidad del enfrentamiento ocurrido en abril de este mismo año originado por las mismas razones: peleas por la ?caja? de la corrupción generada por el desamparo de los trabajadores y la entrega de los derechos y condiciones a cambio de coimas.
Grossi denunció que ?este gravísimo estado de descomposición en el que se encuentra la Uocra, que permanentemente recurre a las patotas para golpear, herir y amenazar a los trabajadores y sostener un sistema corrupto, viciado y sin ningún tipo de representatividad sindical democrática, tiene un solo responsable político, que es Gerardo Martínez?.
En apenas una semana, la agenda política se vio desbordada por los reclamos y reivindicaciones sindicales. Otro frente de conflicto reside en el sector ferroviario, claramente dividido en dos facciones y en plena efervescencia con el desarrollo del juicio por la muerte de Mariano Ferreyra, que inculpa a la denominada patota de Pedraza y el secuestro de 24 horas del testigo clave Alfonso Severo. ?Severo sabe mucho más de lo que dice, pero es obvio que se quiere guardar para el juicio ante los medios después de todo lo que pasó. El poder político y el sindical están fuertemente entrelazados en este caso?, confió a este medio una fuente del sector, distante del entorno de Pedraza.