Los piqueteros se movilizaron por el crimen de Cisneros

Los piqueteros se movilizaron por el crimen de Cisneros

Todas las agrupaciones piqueteras concurrieron este viernes a La Boca para repudiar la muerte del dirigente Martín "El Oso" Cisneros y reclamar que se investigue a los autores intelectuales del asesinato. El acto fue multitudinario, pese a que allí se dejaron entrever las internas del kirchnerismo y del movimiento piquetero. El duhaldismo y los medios de comunicación fueron los más criticados


Contra la reedición de la "Teoría de los Dos Demonios". Los piqueteros dialoguistas y duros marcharon juntos, este viernes a partir de las 13, a las cinco esquinas de La Boca para reclamar justicia por el asesinato del dirigente porteño Martín "El Oso" Cisneros. No obstante, todos se miran con desconfianza, mientras el gobierno trata de salirse de esta polémica que no le trae beneficios en las encuestas.

La jornada se inició temprano en la estación de trenes de Constitución y en el Parque Lezama. Desde allí se podía ver que estarían presentes todas las agrupaciones que debían estarlo, pero que habría menos militantes de los que se esperaban. Las reiteradas visitas de los líderes de la Federación Tierra y Vivienda (FTV) a la Casa Rosada para pedir una línea discursiva tuvieron sus consecuencias en el resto de los piqueteros que no se sintieron parte de la protesta. Pese a todo la marcha fue multitudinaria.

"Le tiraron un muerto a Néstor Kirchner", dijo la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, quien agregó: "Si el gobierno no reacciona de otra manera creo que las cosa van a venir cada vez peor y por eso el Presidente tiene que enterrar el cuchillo hasta donde sea necesario para condenar a los responsables, porque acá el policía o sus buchones no disparan porque sí: están mandados por alguien". "No se si el está decidido, pero se lo vamos a tener que exigir", aseguró.

Lo cierto es que fuentes cercanas al jefe de Gabinete de la Nación, Alberto Fernández, confirmaron en estricto off the record que no movilizaron a su tropa porque ellos prefieren esperar a que se confirme o no que se trató de un crimen político, como sostiene el presidente de la FTV, Luis D’Elía, quien además responsabiliza al duhaldismo. El albertismo espera ahora la llegada del Presidente para escuchar las directivas y mientras tanto su líder difunde por todos los medios de comunicación que no tolerará la ocupación de comisarías, en obvia alusión a la ocurrida horas después de la muerte de Cisneros.

"Si no hubo 20 muertos fue porque estuvimos allí tratando de aportar a la paz pública, de desarmar un hecho que podía ser lamentable", dijo D’Elía respecto la reacción de los militantes que desembocó en la toma de la seccional 24º. En tanto, la causa judicial que se abrió contra los piqueteros por este tema vive horas decisivas: la jueza María Angélica Crotto que debía instruir el sumario denunció que los policías mintieron al decir que la noche de la muerte no se pudieron comunicar con ella y los acusó de no querer acatar sus ordenes de que detuvieran a todo aquel que violara la ley.

En la madrugada del sábado 26 para suplir la supuesta ausencia de Crotto apareció el magistrado federal Norberto Oyarbide, que hizo las pericias por la muerte de Cisneros y le tomó declaración a los policías por la ocupación de la comisaría. Luego abandonó la causa en espera de que se sortee a un nuevo juzgado, hecho que será cuestionado judicialmente por la FTV porque considera un manejo anticonstitucional.

"Armaron una causa con un juez que hace un montón de imputaciones y luego sale corriendo", afirmó D’Elía. "A la gente le importa que rompes un vidrio, pero no que matan personas y que hay jueces como Oyarbide ¿cómo es que un tipo que tiene prostibulos de menores homosexuales, un delincuente, nos venga a juzgar?", añadió Bonafini.

"La sangre es de nosotros y nos acusan de ser violentos cuando somos victimas de esta barbarie", dijo el cura Luis Farinello. "Maldito neoliberalismo, grupos económicos, banqueros, imperios e intereses oscuros de dominación que nos han hecho tanto daño y nos han regado de mártires", manifestó el religioso.

En el documento "Honrar la Vida", que consensuaron los piqueteros dialoguistas, y que se leyó al finalizar el acto, las agrupaciones señalaron: "(Cisneros) fue elegido y ejecutado por los violentos que trafican con la muerte, lo que constituye un golpe a todo el campo popular, y lo hicieron nada menos que en vísperas del 26 de junio, aniversario de las muertes de (Maximiliano) Kosteki y (Darío) Santillán".

"Se valieron de un sujeto cargado de antecedentes penales -continúa el comunicado-, dedicado al negocio de la droga, con pedido de captura hacía tres años por sus andanzas delictivas en la jurisdicción de Lomas de Zamora, con estrechos vínculos con la Policía Federal, conocido por el jefe de la seccional 24º (recientemente relevado), y denunciado ante la justicia por amenazas reiteradas a nuestros compañeros hace 40 días, sea probablemente un instrumento de la despreciable vieja corporación política, (…) que se resiste al nuevo rumbo instalado a partir del 25 de mayo del 2003".

"Queremos saber quien era Juan Carlos Duarte, quien lo protegía, con quienes se relacionaba, quien lo mandaba y para quien trabajaba, porque no se puede estar prófugo durante tres años sin contar con protección política, judicial y policial", destacaron, Borello y D’Elía, quienes leyeron a dúo el documento.

"Desde la usina del caos y la desestabilización -expresaron- alimentada por la derecha reaccionaria pretendieron igualar a la víctima con los victimarios, se escandalizaron por los vidrios rotos y pasaron por alto el sagrado valor de la vida. Quizás porque los hechos ocurrieron en el sur pobre de la Ciudad exaltaron la violencia provocada por el ‘gatillo fácil’, la amplificaron por los medios de comunicación y se la endosaron a quienes son sus victimas cotidianas. Hasta usaron los miedos y volvieron a invocar la necesidad de imponer orden para abrirle las puertas al autoritarismo y lo peor de las represiones".

El mensaje fue claramente dirigido al subsecretario norteamericano para Asuntos Hemisféricos, Roger Noriega, quien había manifestado el temor de su país ante el supuesto aumento de la violencia.

Durante el acto, los piqueteros se encargaron de recalcar que ante la muerte de un miembro de sus agrupaciones o la judicialización de la protesta social dejarán de lado sus "profundas diferencias" y la "pirotecnia verbal" para protestar en conjunto. No obstante, Raúl Castells, uno de los dirigentes del ala dura, no acudió a la marcha y ninguno de los representantes de agrupaciones no dialoguistas subieron al palco, que estuvo nutrido de organismos de derechos humanos. El cierre estuvo a cargo de la cantante Teresa Parodi, que a las 16:30 interpretó el himno.

Martín "El Oso" Cisneros fue asesinado en su casa, ubicada en La Boca, el viernes 25 de junio a las 21:45. Era uno de los coordinadores del Comedor Los Pibes y el principal impulsor de la Unidad de Producción Social, abierta el 1º de mayo.

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