El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, instó hoy a los manifestantes que participen del cacerolazo contra el Gobierno nacional a que vayan "con una sola bandera, la Argentina".
"El 8N vayamos con una sola bandera, la argentina", señaló Macri por Twitter, utilizando la misma imagen que reparten militantes del PRO convocando a la población.
A modo de respuesta, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, apuntó contra el jefe de Gobierno, y sostuvo: "todo bien, pero, de onda, ¿qué tal si te dedicas un ratito a gobernar?". El cruce fue ayer, en el medio del caos que generó en la Ciudad el apagón, la ola de calor y la falta de recolección de basura.
Macri ya había manifestado su postura el sábado cuando, en un acto, dijo: ?Quiero decirles que el 8-N nos representa como argentinos y como hombres libres que queremos vivir mejor, con respeto, con tolerancia y poniendo la energía en construir y no en agredir".
Además de las chicanas entre el expresidente de Boca y el funcionario nacional, la convocatoria a la movilización volvió a generar cruces entre los principales dirigentes políticos del oficialismo y de la oposición, aunque desde los sectores contrarios al kirchnerismo se planteó un compromiso de no "politizar" la protesta.
Desde el oficialismo cuestionaron la metodología que se plantea para impulsar los reclamos al gobierno y hasta hubo duras críticas de algunos sectores kirchneristas como el que representa Luis D’Elía, que tildó de "tilingos" a quienes participarán del cacerolazo y adelantó que "comenzará la diatriba golpista".
"Mañana los tilingos del 8N van a juntar gente, van a decir que hay 20 veces más y ahí comenzará la diatriba golpista", escribió D’Elía a través de twitter y acusó a dirigentes de la oposición como Mauricio Macri, Patricia Bullrich y Eduardo Duhalde de gestionar la marcha.
Por su parte, la titular de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, consideró que las personas que se manifestarán no representan a "grupos marginales" sino a "grupos de poder" y se mostró preocupada por la aparición de "algunos signos nazis" o "la reivindicación de que deberían volver los militares".
"En un país democrático, la Constitución marca claramente el derecho a peticionar. Se puede hacer pero respetando los códigos de convivencia", agregó Carlotto. La mayoría de los sectores contrarios al Gobierno defendió la convocatoria para participar en el "8N", tal como se denominó a través de las redes sociales por la fecha de su realización.
El titular de la UCR, Mario Barletta, rechazó las críticas del oficialismo contra el cacerolazo y consideró que la protesta representa "la mejor expresión de la vigencia de la vida democrática" en la Argentina. "Lo que debería hacer el gobierno es escuchar lo que opinan los demás sin catalogarlos", reclamó el radical.
La vicejefa de gobierno porteño, María Eugenia Vidal, reclamó al Ejecutivo nacional "que tenga más apertura y que escuche" los planteos que se realizarán en el denominado 8N. La funcionaria macrista consideró que la movilización de mañana "expresa una reacción de agobio frente a un estilo de gobierno nacional que gran parte de los argentinos no comparte".
En tanto, el senador radical Ernesto Sanz aseguró que "prefiere" una "sociedad movilizada y no una sociedad anestesiada" y aseguró que los mensajes que se expresen mañana deben "ser leídos por todos los destinatarios" y "el principal es el Gobierno". Opinó que "la gente tiene derecho a reclamar cosas al Gobierno y a la oposición, si siente que unos y otros no hemos hecho las cosas como correspondan".
"Con el cacerolazo se puede estar de acuerdo o no, pero no se puede dejar de reconocer que es un derecho que tienen los ciudadanos a manifestarse", aclaró el secretario general de la CGT Hugo Moyano, en el marco de un nuevo encuentro que mantuvo para avanzar en la convocatoria de un paro nacional contra el Gobierno. En tanto, el diputado del Frente para la Victoria (FpV) Facundo Moyano, uno de los hijos del jefe cegetista, indicó que "comparte alguna de las consignas" que se prevé se manifestarán mañana, pero rechazó las expresiones de "bronca contra la Presidenta".
El titular de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi, quien en 2008 encabezó junto a otros dirigentes rurales las protestas contra el Gobierno nacional por las frustradas retenciones móviles, consideró que "lo mejor que puede hacer" la Presidenta es "reconocer que hay que prestarle atención" a la protesta de mañana. "Hay un nivel de encierro de la Presidenta en un círculo muy chiquito que la está aislando de la realidad, de una sociedad que está muy molesta con esta etapa", evaluó el referente agropecuario.