El clima festivo y caluroso en el palacio Rodríguez Peña era contagioso y agobiante. Allí se reunieron alrededor de 500 dirigentes y miltantes del Foro Porteño que encabeza el Encuentro Progresista de Raúl Fernández y de alguna manera -para ellos- con esta decisión se acabó la angustia política del espacio respecto del futuro de la agrupación. Fernández llegó acompañado del jefe de Gobierno, Jorge Telerman y de los ministros Marcelo Vensentini y Silvia Fajre. Esperaban en el lugar la radical Silvana Giudici y el socialista Nito Martini.
Fernández tomó la palabra apenas subió al escenario ya que no había conductor del mismo. No necesitaba presentarse y empezó a lanzar definiciones políticas típicas del progresismo como "no vamos a retroceder con la educación pública, tampoco con la salud pública y con la ética que instalamos definitivamente en la Ciudad de Buenos Aires, por eso vamos a apoyar a Jorge Telerman quien es quien mejor inyerpreta estos conceptos para ganarle a la derecha el año que viene" dijo Rául, quien remató: "No vamos a permitir que ni Macri ni Lopez Murphy destruyan las políticas progresistas consolidadas en esta Ciudad.
A su turno, Telerman realizó un discurso poniendo como ejes centrales el pensamiento y el debate como característica diferenciadora de la "centroizquierda, progresismo, campo popular o como quieran llamarlo" y también reiteró la idea de pluralidad " no a partir de la descomposición de los partidos sino como componente indispensable de una coalición que ya es mayoría y queremos llevarla a mayoría contundente".
Además de sus compañeros del Foro, escuchaban en un costado atentamente al jefe de Gobierno, sus amigos y funcionarios, el sceretario de Comunicación Social, Oscar Feito y la Ministra de Desarrollo Social, Gabriel Cerruti. Otro de los que anduvo conversando con los distintos dirigentes fue el dirigente peronista, Alejandro Amor en una especie de retorno a un acto de un gobierno que lo tuvo como personaje fundacional.
"Por todo lo que hicimos, lo que haremos, lo que pensamos y la certeza de la Ciudad que queremos, les aseguro que vamos a ser una aplanadora en el 2007. Ya hoy estamos ganando y nos espera la victoria" finalizó el calvo jefe.
Luego entre pizzas y bebidas, con los Redonditosde Ricota de fondo, Telerman, Fernández y compañía ensayaron unos pasos en al amplia pista que para ese momento estuvo despejada, pero los años y los kilos se sumaron a un calor agobiante, y sólo la alegría de un esperado reencuentro político permitió esa disgreción en la que nuevamente se destacó el dueño de La Trastienda.
Un dato importante: el mayor aplauso de la noche se lo llevó el ingreso tardío al lugar (luego de la sesión) del diputado Norberto La Porta quien fue recibido por el propio Telerman y se quedó un rato conversando con sus ex socios de Fuerza Porteña.