El nuevo plan de seguridad para los estadios de fútbol que ideó la ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré, desencadenó el enojo de varios comisarios de peso dentro de la institución que encabeza el comisario general Enrique Capdevila. Y la furia de estos policías federales tiene una razón de peso que no pueden reconocer explícitamente: las comisarías de las zonas donde se disputen los partidos ya no estarán a cargo de los operativos de seguridad, con lo cual se les cortará a los comisarios de estas jurisdicciones la posibilidad de realizar ?negocios? de cientos de miles de pesos en rubros que incluyen diversos ?arreglos? con los barrabravas, como la reventa de entradas, la venta ilegal de droga y el cuidado informal de los autos estacionados en las cercanías de la cancha que llevan a cabo los ?trapitos?. A estas cajas negras se suma, entre otras cosas, lo que las comisarías cobran a los comercios aledaños al estadio para brindarles seguridad los días de partido.
Este nuevo sistema afectará directamente a los operativos que se lleven a cabo en los estadios ubicados en la Capital Federal y, en particular, a los siete más importantes: Boca, River, San Lorenzo, Argentinos Juniors, Vélez Sarsfield, Huracán y Ferro. Se incluyen estas dos últimas canchas porque el nuevo operativo de seguridad también abarcará a los partidos de la B Nacional que se disputen en la Ciudad. Dentro de este nuevo esquema, Garré designó específicamente a seis comisarios, que serán los encargados máximos de los operativos de seguridad que se lleven a cabo durante el nuevo campeonato de fútbol, que se iniciará el viernes 3 por la tarde, y que irán rotando de cancha en cancha con el trascurrir de las fechas. De esta manera, las comisarías con jurisdicción en los estadios porteños solo se dedicarán a partir de ahora a mantener en orden la seguridad periférica a la cancha.
?Es más que evidente que este nuevo mecanismo que se aplicará en la Ciudad ya despertó el enojo de los comisarios de La Boca (los titulares de la Seccional 24 mantuvieron una estrecha relación con las diversas conducciones del club de la ribera), Núñez, Liniers y el bajo Flores, quienes le hicieron conocer su malestar a Capdevila y por lo bajo anunciaron que no se quedarán de brazos cruzados si pierden esa fabulosa fuente de ingresos. Ahora los hechos de violencia podrían crecer y desarrollarse en la periferia de los estadios, donde el control les sigue perteneciendo a las comisarías de las zonas. Y todos sabemos cómo repercuten las acciones de violencia en las canchas en todos los medios periodísticos del país?, le advirtió a Noticias Urbanas un comisario mayor de la Federal que conoce el malestar que provocó la iniciativa de Garré dentro de la fuerza.
Durante la última semana, la Policía Federal recibió la orden interna 130, denominada ?Protocolo de actuación policial en espectáculos futbolísticos?, por medio del cual se proponen reformas en los operativos llevados a cabo en la Ciudad de Buenos Aires, única jurisdicción donde el Gobierno nacional tiene competencia. Los cambios incluyen la prohibición de banderas mayores a dos metros. Esto volverá ilegales a los ?telones? (gigantescas y anchas banderas que cubren grandes porciones de la tribuna) y a los ?tirantes? (banderas largas y angostas que los barras colocan de manera vertical). La prohibición de los ?telones? se origina debido a que debajo de estos se cometen ilícitos que no se pueden filmar.
La orden de la funcionaria kirchnerista será implementada desde la primera fecha del campeonato, que arranca el viernes. Para lograr una mejor seguridad en los estadios, el plan de Garré incluye la participación en los operativos de policías sin relación con las comisarías de la zona. Se decidió, entonces, que seis nuevos comisarios se encarguen específicamente de la seguridad en los estadios. Para evitar que entren en connivencia con los barras, las nuevas autoridades rotarán las canchas que deben controlar.
La nueva División de Operaciones Urbanas de Contención y Actividades Deportivas (Doucad), a su vez, se encargó de capacitar a 350 efectivos, que conformarán la fuerza de control. Se prevé que 280 policías más se sumen a esta división a fines de 2012. Los agentes de la Doucad se encargarán del cacheo, de los ingresos a la cancha y de la seguridad dentro del estadio. Se calcula que esta cantidad alcanzará para cubrir los encuentros que se realicen en la Ciudad de Buenos Aires, ya que, como máximo, solo se juegan dos partidos de Primera por día.
Por su parte, las comisarías de los barrios en los que se encuentren las canchas solo ejercerán control a 200 metros o más del estadio. Asimismo, un nuevo departamento tendrá como misión contratar a los hombres de seguridad privada en cada club. Se trata de la Estructura del Organizador para la Seguridad y el Bienestar (EOSB), creado para este fin. Los mismos representarán casi la mitad de los participantes de los operativos. La idea es que haya más efectivos fuera de la cancha que dentro de ella para, de esa manera, reforzar la seguridad externa. De esta forma no se distraerá la seguridad en los barrios por la afectación de la comisaría, como ocurría.
La Policía Federal trabajará con una perspectiva más especializada sobre la problemática de violencia en el fútbol. ?El dato sobre la contratación de seguridad privada no es nada omenor ya que los clubes suelen tomar los servicios de las agencias de seguridad relacionadas con el comisario de la zona y, de esa manera, el negocio de las comisarías se multiplica. Ahora la idea es que la gente contratada no tenga nada que ver con la seccional de dicha jurisdicción?, le señaló a Noticias Urbanas un funcionario de la cartera de Seguridad. Los nuevos operativos de seguridad en los estadios entrarán en funcionamiento en tres de los partidos de la primera fecha del campeonato. El que se jugará el viernes entre Vélez y Argentinos Juniors, en Liniers, y en los dos que se disputarán el domingo, entre San Lorenzo de Almagro y San Martín de San Juan, en el bajo Flores, y el partido que disputarán River y Belgrano de Córdoba, en Núñez.
El plan ideado por Garré y un grupo de especialistas que trabajan en el Ministerio de Seguridad se complementará con el anuncio sobre el sistema de huellas digitales para detectar la presencia de barrabravas, que anunció la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, el lunes pasado.
En otro orden de cosas, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) decidió aumentar las entradas populares un 20 por ciento. De esta forma, el precio pasará de 50 a 60 pesos. El nuevo sistema es un paso hacia delante respecto a los operativos que se realizaron en el campeonato pasado, los cuales estaban a cargo de un oficial de la Dirección General de Operaciones de la Policía Federal, quien tenía en su poder la redistribución del personal policial y la integración de la seguridad privada en roles secundarios. Se trata de una movida profunda y audaz que ya despertó la velada amenaza de los que se quedaron afuera de las cajas negras y el enojo de estos hombres se puede traducir en la liberación de zonas para la violencia callejera. Con el tiempo se sabrá quién tiene la última palabra.
DUDAS SOBRE EL LECTOR DE HUELLAS DIGITALES
La presidenta Cristina Fernández anunció el lunes pasado, en un acto realizado en la Casa Rosada, la implementación de un nuevo sistema de seguridad que se llevará a cabo en los estadios de Primera División del fútbol argentino, durante el nuevo torneo que se inicia el viernes. Así se llevó a cabo la presentación del convenio con la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) para la prevención de la violencia en espectáculos deportivos, en la cual la primera mandataria señaló que el Estado necesitará ?la colaboración activa de todos los directivos para que suministren los datos de las personas a las que no se les debe permitir el acceso? a las canchas.
El acuerdo en materia de seguridad incluye la provisión de 100 máquinas lectoras de huellas
dactilares para erradicar a los barrabravas de las canchas. El sistema se implementará
a través de máquinas lectoras de huellas dactilares, las cuales poseen un aparato similar a una netbook en el que se apoya el dedo pulgar para que la persona sea identificada. Y quienes aparezcan en la base de datos, que estará cargada con antecedentes judiciales, no podrán ingresar. Además, se les solicitará a los clubes que suministren información sobre los barras a los que se les aplica el derecho de admisión.
El tiempo que se calcula para el ingreso de cada persona es de dos segundos y por cada máquina se pueden registrar hasta 1.800 hinchas. El dispositivo fue elaborado por el Departamento de Sistemas del Ministerio del Interior. ?Aquellas personas que estén vedadas aparecerán en la base de datos. Esperemos implementar este sistema a partir del viernes?, aseguró el ministro del Interior nacional, Florencio Randazzo, luego del anuncio presidencial. Sin embargo, luego de conocida la medida comenzaron a surgir los interrogantes. ?En los papeles todo es muy lindo pero hasta ahora no se sabe cómo va a concretarse el funcionamiento del nuevo sistema?, señaló a NU un comisario que trabaja en el área de seguridad de eventos deportivos. Tampoco se confirmó si se va a utilizar en todos los partidos ni está determinado si habrá una máquina en cada puerta. Para que eso suceda deben ponerse de acuerdo los clubes con la Policía Federal y los organismos de seguridad. A esos interrogantes
se suma que tampoco se sabe cuántas máquinas se necesitan por cancha, porque según
los voceros del Ministerio del Interior eso dependerá de la convocatoria del cotejo. Lo que sí aseguraron los funcionarios kirchneristas es que el Gobierno nacional aportará 100 máquinas de manera gratuita y, cuando la cantidad se incremente, la Asociación del Fútbol Argentino tendrá que empezar a comprarlas a un precio similar al de una netbook.
?Todo lo que se anunció no es sencillo de aplicar y para ello debe existir una gran colaboración de la policía y los dirigentes, algo que, por el momento, se torna muy difícil de lograr?, manifestó la fuente consultada por Noticias Urbanas.