Alberto Fernández vuelve a la Capital

Alberto Fernández vuelve a la Capital

Quiere competir por la senaduría porteña en 2013 para desde allí lanzarse a la carrera presidencial. Sus definiciones políticas, sus interlocutores y sus palabras sobre Scioli.


Desde su histórico estudio de abogado, en Callao al 1900, el mismo que compartía con Néstor Kirchner cuando el santacruceño era un desconocido y no tenía oficina en la Ciudad, Alberto Fernández vuelve a pensar en la Capital.

Y aunque aún no tomó una decisión definitiva, su meta más inmediata es postularse como senador por el distrito, en 2013. Una escala política necesaria, de cara a 2015, la madre de todas las batallas.

No descarta nada. Incluso jura que ?no le asusta? postularse al máximo sillón en 2015 en este panorama que vive la Argentina, a su criterio, precario. Está preocupado por la marcha de la economía. Y dice que no le asusta postularse para presidente porque, durante buena parte de la gestión de Néstor Kirchner, coparticipó del manejo de los asuntos del país, en su rol de jefe de Gabinete todoterreno y desde el despacho contiguo al del santacruceño.

El próximo 5 de julio lanzará su partido Parte (el Partido del Trabajo y la Equidad) en la Ciudad. La cita será en el club Unione e Benevolenza.

?Lo que me preocupa es que, si este modelo progresista fracasa, el péndulo se vaya para la derecha. Y yo no creo que la derecha sea una buena opción. Por eso voy a trabajar para generar una opción superadora. Hay que recuperar la sensatez?, sostiene.

Está empeñado en construir su propia fuerza, que ya presentó a fines de mayo en Vicente López. Allí anunció que buscará ser una ?alternativa progresista? al kirchnerismo. Hasta ahora, Parte tiene presencia en la provincia de Buenos Aires. Luego, según Fernández, vendrán San Luis, Entre Ríos, La Rioja, Salta y Tucumán. Y, claro, la Capital. En cada provincia deberá conseguir cuatro mil avales necesarios para tener un partido. Si lo logra al menos en cinco, en 2015 podrá ser una fuerza nacional y presentar candidato a presidente.

En su despacho de Barrio Norte, un Alberto Fernández mucho más distendido que la imagen que exhibía en tiempos de jefe de Gabinete durante el kirchnerismo se reúne con intendentes del conurbano, concejales (en parte ?heredó? los que le respondían a Felipe Solá), pero también con dirigentes peronistas como Mario Das Neves, Jorge Busti y Jorge Obeid.

Pero las charlas más jugosas son, sin duda, las que tiene con Daniel Scioli, Sergio Massa y Hugo Moyano: sus contactos con la oposición que se cocina dentro del propio peronismo, ese movimiento que es capaz de desplegarse y ser mil caras y ninguna. Y ser, también, su propia opción.

Nunca lo dirá en público, pero a los íntimos suele decirles que Daniel Scioli debería tomar una decisión más firme con respecto al Gobierno nacional.

?La gente tiene que verte valiente, Daniel?, deslizan los amigos de Alberto Fernández que así le aconseja a Scioli, con quien siempre tuvo una buena relación, aún en la época en que Kirchner lo tenía freezado como vice, a raíz de unas declaraciones inconvenientes que había hecho el ahora gobernador al principio de su gestión como coequipier del santacruceño, sobre la necesidad de aumentar las tarifas de los servicios públicos. Kirchner, como era habitual en él, había visto un complot en aquellas palabras.

Por esas épocas, en las que estaba en Siberia, Scioli llegaba a Casa Rosada para ver al Jefe de Gabinete, mientras que Kirchner, en el despacho contiguo, se negaba a saludarlo. Entonces, en plena reunión, Kirchner llamaba a Alberto:

??¿Qué hacés con ése??
???Ese?? es el vicepresidente que vos pusiste.

?Con Scioli tenemos muchos puntos en común. Estuvimos en la génesis. Y podríamos confluir en un proyecto común. Yo fui quien lo llamó para ver si aceptaba ser el vicepresidente de Néstor Kirchner. También yo le anuncié la decisión de la candidatura a gobernador de la provincia. Y a pesar de lo que muchos creen, es un hombre que, en los grandes lineamientos, está de acuerdo con el proyecto. Cree en un superávit fiscal; en un país con capacidad para exportar, en una moneda fuerte y en un dólar gerenciado, como decíamos con Kirchner. Y también en una Justicia independiente. Cree más en todas esas cosas que quienes pretendían poner a Reposo como procurador?, dice Alberto.

Está convencido de que Cristina Kirchner no va a conseguir la reelección: ?No creo que ella misma deshaga la Constitución que votó. Algunos dicen que hay que modificar la Carta Magna para quitarle su costado más liberal, lo cual es un disparate porque es lo mejor que tiene. Y otros para darle un sesgo más latinoamericanista, otro disparate porque esa es una decisión política. No se puede cambiar la Constitución todos los días por el hecho de que una fuerza política no tenga candidato. Eso ya lo hicimos una vez y no nos fue bien. No es una buena idea?.

Pero, ¿qué tiene que suceder para que defina su candidatura a senador por Capital el año próximo?
?No son decisiones individuales sino colectivas. Solo así, con las decisiones colectivas, cambian los pueblos?, dice.

¿De qué depende su lanzamiento en tierras porteñas?
?De que estemos integrando en 2015 una fuerza que quiera cambiar la Argentina, tomando la experiencia de todo lo que ha pasado y no repetir las malas experiencias. Un Banco Central financiando al Estado ya lo vimos. El cierre de las importaciones, también. Un dólar anclado con dólar paralelo, otra repetición. Y ya sabemos lo que pasa porque lo hemos vivido.?

A quienes pasan por su despacho les dice que él no necesita ningún cargo para participar en el debate nacional. Sin embargo, su meta más inmediata vuelve a ser la Capital.

NOTA PUBLICADA ORIGINALMENTE EN EL SEMANARIO NOTICIAS URBANAS Nº 349, DEL 14/06/12.

Te puede interesar

Qué se dice del tema...