Lanzan la agrupación porteña de Alberto Fernández

Lanzan la agrupación porteña de Alberto Fernández

Un grupo de dirigentes que responden al jefe de Gabinete del gobierno nacional, Alberto Fernández, lanzó en la noche del viernes la Corriente Popular Porteña. El acto fue en la Casa de la Empleada que fundó Eva Perón en la década del '40. Los dirigentes Miguel Talento, Claudio Ferreño, Héctor Capaccioli y "Tito" Pandolfi encabezan esta agrupación, que también dará la pelea en el seno del peronismo metropolitano


El viernes pasado, a la noche, se lanzó la Corriente Popular Porteña, que tiene como objetivo posicionar al jefe del Gabinete nacional, Alberto Fernández, como referente político del Partido Justicialista porteño.

Encabezada por Miguel Talento, Claudio Ferreño, Héctor Capaccioli y Tito Pandolfi, la agrupación se propone como una de las avanzadas del desembarco del kirchnerismo en la Ciudad de Buenos Aires, en sintonía con la declaración del presidente de la Nación, que en la misma noche del triunfo de Aníbal Ibarra disparó con munición gruesa contra el Partido Justicialista porteño, que navega desde hace varios años en una crisis de la que no logra salir.

La otra línea del desembarco sureño la encabeza el ministro de Planificación, Julio De Vido, quien viene acumulando con ciertos sectores del poder porteño, al decir de los fernandiztas, "sin la transversalidad necesaria y declamada".

Talento, Ferreño y Capaccioli fueron los oradores de la noche. El saludo del jefe de Gabinete de la Nación estuvo en boca del dirigente gremial de radiotelegrafistas. Todos justificaron desde su óptica el porqué de la ofensiva desatada en pos del control de estructura local partidaria a la que calificó Ferreño de "caja hueca". Capaccioli resaltó la presencia de varias agrupaciones y conducciones sindicales presentes en "este 17 de octubre tan especial" mientras que Talento redondeó el espíritu del documento abajo descripto.

Con un himno nacional cantado a capella empezó la liturgia de un acto peronista no tan efervescente como en otras oportunidades. Hubo tan sólo dos micros, ya que la mayoría de la gente llegó por sus propios medios. Así, alrededor de 700 personas, que quedaron bajo un gran "trapo" que rezaba "Néstor Kirchner en la Nación, Alberto Fernández en la Ciudad", acompañaron lo que fue una suerte de lanzamiento político del ex legislador porteño. Peculiar, porque su principal referente no estuvo presente.

El salón resultó colmado y compartieron la primera fila entre otros dirigentes, el secretario de Descentralización Ariel Schifrin, los legisladores electos Milcíades Peña, Diego Kravetz y Ana Suppa, el actual diputado Víctor Picciano, Rubén Ale, Carlos Fernández, Augusto Ypas, Jorge Costales y Mara Brawer, entre otros.

Los seguidores del Presidente elaboraron un documento que titularon "El Desafío de una Nueva Organización Política", dividido en cinco subtítulos: "De la decadencia a la esperanza"; "Kirchner al gobierno"; "Kirchner al poder"; "Resignificar la política: un desafío militante" y "Nuestra tarea".

En el primer subtítulo, la Corriente pasa revista a los últimos 20 años de la historia política del país, dando cuenta de la derrota popular de 1976 y de cómo la hegemonía construida en esa etapa se mantuvo casi invariable, poniendo la política al servicio de los mercados. Analiza la incapacidad política del gobierno de Alfonsín para "resolver el desafío de los grupos económicos consagrados por la dictadura militar" y la preeminencia de los grupos financieros por sobre la industria.

Al gobierno de Menem lo caracteriza como "un modelo de política y negocios, que puso de rodillas al Estado frente a los intereses del capital financiero y a los capitales que se quedaron por monedas con los activos del Estado nacional, fruto del trabajo de generaciones de argentinos".

En el segundo subtítulo, el documento describe el arribo de Kirchner al gobierno con el apoyo de Duhalde, dándole preeminencia a la lucha dentro del peronismo. En el tercer subtítulo -"Kirchner al poder", sus seguidores destacan cuatro ejes en su accionar político. El primero es "la necesidad de recuperar la credibilidad de la gente a partir de entender que la política es una herramienta de transformación".

El segundo eje reside en terminar con la teoría del imposibilismo para enfrentar al Fondo Monetario Internacional, a las empresas concesionarias y al poder enquistado en el PAMI. El tercer eje es la revalorización de la justicia, corporizada en la ofensiva contra los miembros de la Corte Suprema de Justicia y la firme posición del presidente en cuanto a los responsables de las violaciones a los derechos humanos en los ’70.

Finalmente, el cuarto eje que se preocupa en definir la agrupación kirchnerista es colocar a la política por sobre la economía, "redefiniendo un nuevo rol para el estado, dando prioridad a lo social por sobre la tradición del ajuste neoliberal".

En el subtítulo, los miembros de la Corriente expresan que "debemos tener una actitud crítica fente a los valores que no contribuyen a la solidaridad social, al compromiso comunitario, a la libertad individual y social, a la justicia y a la igualdad en todas sus dimensiones".

El último subtítulo describe el rol que la Corriente se dispone a desempeñar en el seno del peronismo, enumeran que van a "reconstruir una práctica política que nos acerque a las necesidades y expectativas de la sociedad porteña" y que recrearán "al peronismo como instancia de construcción política para tener la capacidad de convocar a los no peronistas a acompañar el proceso de cambio que lidera nuestro presidente".

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