El arte, una alternativa a la exclusión

El arte, una alternativa a la exclusión

El sábado a las 17 se inaugurará la nueva casa de la cooperativa Arte Sin Techo, que da trabajo en murales a personas que vivían en la calle. Actualmente hacen los murales que irán alrededor del nuevo edificio de Repsol YPF, que diseñó el reconocido arquitecto Cesar Pelli. La idea es que, poco a poco, cada uno de los más de 20 integrantes de la cooperativa tenga su propio microemprendimiento


Dar el último paso hacia la integración plena, ese el nuevo objetivo de quienes conforman la cooperativa Arte Sin Techo. El sábado de 17 a 21 inaugurarán su nueva casa, en Medrano y las vías del ferrocarril Sarmiento, a la que paradójicamente le tuvieron que hacer el techo a nuevo. Ahora trabajan intensamente en los murales que irán alrededor de la obra del nuevo edificio de Repsol YPF -que hará Cesar Pelli-, pero la idea es que poco a poco cada uno de los integrantes de la cooperativa tenga su propio emprendimiento.

El Programa Pintores Sin Techo empezó hace tres años en contraposición con el Paredes Limpias. Cuando a Felicitas Luisi, coautora de la iniciativa, le preguntaron qué se podía hacer, ella contestó que murales y convocó a artistas plásticos, a estudiantes y a los que iban a ser protagonistas del programa, las personas que vivían en la calle y que hasta entonces iban a un merendero.

Un año más tarde, ninguno vivía en la calle. En una primera etapa, hicieron trece murales para el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a cambio de planes de autoempleo. Trabajaban en un galpón en Corrientes y Malabia, pero luego como desde el gobierno necesitaban el lugar los trasladaron a una casa, sin techo, en Medrano y las vías del ferrocarril Sarmiento. Así, los pintores sin techo hicieron de albañiles y reconstruyeron la casa de Almagro. De esa manera, al tomar conciencia de los vaivenes del apoyo del Estado, se conformó la cooperativa Arte Sin Techo.

"El arte es la excusa", manifestó Luisi. "La primera etapa es el pasaje de la exclusión social, de la peor, hasta volver la inclusión a la sociedad. La segunda etapa es la inclusión en la producción, para eso nació la cooperativa Arte Sin Techo, para generar microemprendimientos que estén relacionados con el arte".

Por ejemplo, la cooperativa ganó un concurso de Repsol YPF para comprar las maquinas para montar una pequeña fabrica de bastidores y atriles. En tanto, la Corporación del Sur los ayudó a poner un taller de marcos.

"Apenas entra una persona en situación de calle -dijo Luisi- se incorpora a Arteterapia, que es un espacio en el que a través de producciones artísticas, la gente empieza a preguntarse cosas sobre sí mismo. De ahí hay otra de vuelta de rosca más, que es que cada una de las personas en situación de calle empieza a hacer su terapia individual. Para eso nosotros tenemos un convenio con un grupo que se llama Espacio Analítico".

"Ahora tienen que empezar a pensar que tienen que despegar de la cooperativa", afirmó Jorge González Perrin, coautor de la iniciativa, quien agregó: "El paso que estamos dando ahora es salir a la sociedad a pelearla".

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