“Bonasso nos da pena”

“Bonasso nos da pena”

A partir del 10 de diciembre ocupará una banca en el parlamento de la Ciudad. Defiende la alianza del sabbatellismo con el Gobierno nacional y asegura que el kirchnerismo trata con respeto a sus aliados. En el plano porteño, reclama financiamiento para las cooperativas.


Es referente del movimiento cooperativista y responde a Carlos Heller, el hombre fuerte del Banco Credicoop y aliado de Martín Sabbatella. Con Gabriela Cerruti serán, a partir del 10 de diciembre, los representantes de Nuevo Encuentro en el parlamento de la Ciudad.

Todo indica que formarán un interbloque con el kirchnerismo, aunque en el caso de Edgardo Form, actual presidente del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC), será un doble debut: como legislador y como nuevo actor en la política partidaria, terreno en el que nunca había incursionado hasta ahora.

En febrero de 2012 cumplirá 62 años y hace cuarenta que está casado con la misma mujer, toda una rareza en los tiempos que corren. Tiene cinco hijos y tres nietos. Nació bajo el signo de Acuario.

?No estaba en mis planes ser legislador, pero Heller me lo ofreció y me pareció un excelente desafío en esta etapa de mi vida?, cuenta para la contratapa de Noticias Urbanas.

Antes de tomar posesión de su banca, este hombre que responde sereno y con buenos argumentos frente a las críticas, asegura haberse sentido muy bien tratado por el kirchnerismo porteño y descalifica las versiones de destrato o indiferencia del Gobierno nacional hacia el resto de sus aliados en la coalición oficialista.

Lo dice a pesar de que, en la repartición de lugares en la Ciudad, por ahora todo indica que el sabbatellista Gonzalo Ruanova, cuyo mandato en la Legislatura vencerá en diciembre, quedará afuera de la Auditoria Porteña, cuyos lugares estarían asignados a La Cámpora. Si eso resultara finalmente así, el kirchnerismo violará un acuerdo que había alcanzado con Nuevo Encuentro.

?¿Nunca se preguntó si no hubiera sido mejor que Nuevo Encuentro continuara construyendo una alternativa sin fusionarse con el aparato K?
?No; nosotros no lo vemos así porque compartimos, táctica y estratégicamente, los lineamientos del Gobierno nacional. Aunque mantenemos nuestra autonomía y nos sentimos muy respetados en nuestra identidad, dentro del oficialismo.

?¿Y hay margen para mantener la autonomía? Por ejemplo, la inflación, que el Gobierno niega y es un impuesto a la pobreza, ¿a usted qué le parece?
?La inflación es un problema que no hay que negar y que, efectivamente, afecta a los más pobres. El punto es que de eso no tiene la culpa Cristina ni el modelo. Heller suele decir que es como la fiebre: es un síntoma y hay que ver de dónde viene.

?¿Y de dónde viene?
?Hay empresas oligopólicas que fijan sus precios, y lo hacen aún antes de que se repacten los salarios. Lo hacen de un modo preventivo. Está sucediendo también con el dólar. Son necesarios los controles (sobre el dólar), la presencia del Estado, que exista una regulación. Es muy probable, además, que existan intereses de ciertos sectores económicos para influir sobre la marcha de la economía y las designaciones que se vienen en esa área. Siembran temor e inquietud con el fin de influir. Pero no comprenden que hoy el escenario es muy diferente a los tiempos de la convertibilidad. Hay reservas suficientes para convertir toda la masa circulante de pesos en dólares. Eso era impensable en los 90, cuando para mantener el dólar había que endeudarse de un modo brutal.

?Lo llevo un poco a su terreno de origen, el cooperativismo. No es muy visible en Capital, ¿qué planes tiene para el desarrollo de ese tipo de economía solidaria?
?Es cierto, no es un tema muy presente aquí, pero sí es muy importante en el interior del país, donde la gente no tendría agua, luz e incluso telefonía si no se organizaran cooperativas. Se calcula que 7 millones de habitantes tienen agua potable gracias a las cooperativas, 4 millones acceden a la luz del mismo modo y otros 5 millones se asocian para obtener telefonía fija e incluso móvil. Lo que sucede es que estas cosas no son noticia para los grandes medios.

?¿La Ciudad de Buenos Aires le parece un campo propicio para desarrollar más intensamente el cooperativismo?
?Sí, claro, pero no se alienta. Hay cooperativas de vivienda, por ejemplo, pero no consiguen financiamiento del Banco Ciudad. Un cooperativismo sin aliento de la financiación es inviable. De manera que lo primero que haré cuando asuma será reunirme con los cooperativistas a ver qué solución encontramos. En el tema vivienda, entonces, hay un campo propicio. En el tema de los cartoneros, también. En Rosario, por ejemplo, hemos firmado un convenio con una ONG italiana para desarrollar una capacitación hacia este tipo de trabajadores. Para que aprendan tareas de reciclado y a realizar combos ecológicos, entre otras actividades.

?¿Cómo vive el distanciamiento fuerte de Miguel Bonasso del modelo que ustedes apoyan, después de haber sido una aliado en Diálogo por Buenos Aires? Bonasso asegura ahora que Cristina es más autoritaria que Kirchner y que este modelo es continuidad del menemismo.
?Nos da pena Bonasso. Un hombre con su historia y con su carrera literaria, la verdad?

?Y a lo mejor a Bonasso le pasa lo mismo: probablemente también creerá tener la razón y sentirá pena por los posicionamientos de ustedes. De un lado y del otro, suceden cosas parecidas en las rupturas. Pero mi pregunta es por el contenido de esas críticas.
?El diálogo se interrumpió durante 2008, en el conflicto con el campo, donde él leyó que el ciclo kirchnerista estaba agotado y nosotros no lo creímos así. Las pruebas están a la vista. Después, empezó a hacer estas apariciones, creo que él termina su ciclo ahora como diputado, ¿no? Bueno, debe necesitar mayor visibilidad. Nosotros no compartimos su visión, creemos que la recuperación de los niveles de empleo, por ejemplo, son muy importantes y que el país está en el rumbo correcto. Pero somos democráticos frente a las críticas.

?¿Y cómo hace para convivir con la intolerancia hacia las críticas de sus aliados, que son tan proclives al pensamiento único y a ver intentos destituyentes para obturar cualquier cuestionamiento?
?Mirá, a mí no me cabe ninguna duda de que durante la crisis del campo hubo un intento de golpe; un intento destituyente. Eso no fue una broma, hubo que hacer una defensa grande de lo logrado. De ahí en adelante, quedó una sensibilidad importante y espero que ahora, después del contundente triunfo de octubre, el clima cambie. Y estoy seguro de que eso sucederá.

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