La llegada del invierno y las bajas temperaturas hacen que el negocio genere más dividendos, aunque el verano no los trata para nada mal. La búsqueda de un cuerpo bronceado es una tentación prácticamente irresistible y quienes no resisten verse pálidos en el espejo recurren constantemente a utilizar equipos de emisión de rayos ultravioletas para bronceado (camas solares o similares).
Hasta hace poco tiempo, siempre que se mencionaba el daño que podía ocasionar la utilización de camas solares se minimizaba diciendo que era muchísimo menor a la que producía los rayos solares.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido de esta amenaza, señalando que el uso de estos aparatos conlleva un riesgo de cáncer de piel y por ello nadie menor de 18 años debe utilizarlas. Incluso, la OMS señala que algunas camas solares pueden emitir niveles de radiación ultravioleta muy superiores a las radiaciones del sol estival de mediodía, de la mayoría de los países.
"Se sabe que los jóvenes que sufren quemaduras por exposición a los rayos ultravioleta (UV) corren un mayor riesgo de desarrollar un melanoma en etapas posteriores de la vida. Por otro lado, estudios recientes demuestran que hay una relación directa entre el uso de camas solares y el cáncer de piel”, insisten los expertos del organismo internacional.
Sin ir más lejos, los médicos recomiendan exponerse en una cama solar, debidamente protegidos, no más de diez minutos. Lo mismo sucede con el Sol, pero antes de las 10 o después de las 17.
Frente a esta problemática, las Comisiones de Salud y de Desarrollo Social de la Legislatura porteña decidió apoyar un proyecto de la diputada Mirta Onega (Columna Social) -al que se le agregó una iniciativa de la diputada Silvia Majdalani (Juntos por Buenos Aires)- por el cual propone que se prohíba la utilización de equipos de emisión de rayos ultravioletas para bronceado (camas solares o similares) a personas menores de 18 años en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.
La iniciativa en cuestión promueve que los establecimientos que presten al público este tipo de servicio deben exhibir en un lugar visible un cartel mediante el cual se informe a los usuarios que la utilización de dichos aparatos está prohibida para menores de 18 años.
Consultados al respecto por la Legislatura, María Luisa Gómez, miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología, y de Juan Carlos García, representante de la Asociación Argentina de Dermatología, se mostraron a favor de la medida.
Gómez afirmó que "está más que demostrado que la radiación ultravioleta es nociva para la piel y es acumulativa". Asimismo, aclaró que "no es verdad que la radiación emitida por las camas solares es menos nociva que los rayos solares" y felicitó a Onega por su iniciativa ya que "en países como Estados Unidos hace años que está prohibida la utilización de las camas solares a menores de 18 años".
En el mismo sentido, García dijo estar totalmente de acuerdo con la iniciativa y aseguró que "urge desarrollar campañas de prevención para evitar la proliferación del cáncer cutáneo, especialmente del melanoma".
Al respecto, Onega explicó: "El uso de camas solares se ha tornado cada vez más popular, especialmente entre los mas jóvenes. Recientemente, la Organización Mundial de la Salud ha lanzado una alerta mundial, advirtiendo que el uso de camas solares aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel y desaconsejando el uso de las mismas en menores de 18 años.
Las personas jóvenes que sufren quemaduras por exposición a rayos ultravioletas tienen un mayor riesgo de desarrollar melanoma -una forma fatal de cáncer de piel- años más tarde".
La iniciativa no tuvo aún oposición en la Legislatura, por lo que se prevé su aprobación en las próximas semanas. Los dueños de las empresas que proveen este servicio, agradecidas.
Una preocupación mundial
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se producen en el mundo 132 mil casos de melanoma maligno, que es el cáncer de piel más dañino, y causa unos 66 mil fallecimientos, junto con otros tipos de cáncer de piel.
En los últimos 45 años la tasa anual de incidencia de melanoma se ha multiplicado por más de tres en Noruega y en Suecia, y en los últimos 30 años se ha duplicado en Estados Unidos. El aumento del uso de camas solares’, junto con el deseo y la moda de lucir una piel bronceada son las principales causas de este rápido aumento del cáncer de piel.
Reconoce que la incidencia de melanoma puede variar hasta más de 150 veces de un país a otro Los índices más elevados se registran en países donde la población tiene la piel más clara y la cultura del bronceado más arraigada, como Australia, Nueva Zelandia, América del Norte y norte de Europa.
En California, Estados Unidos, está prohibido que los menores de 18 años utilicen camas solares o hagan uso de los centros de bronceado. Sin embargo, la aplicación efectiva de la normativa resulta difícil.