La Asociación de Mujeres Arquitectas e Ingenieras (AMAI) reclamó al Gobierno de la Ciudad que la "perspectiva de género sea incorporada en el diseño estratégico y las políticas públicas urbano ambientales" que actualmente se discuten en el Plan Estratégico de la Ciudad.
Según un estudio realizado por esta ONG "Buenos Aires se hizo sin pensar en las mujeres y evoluciona prácticamente sin ellas". AMAI es una asociación civil sin fines de lucro dedicada a desarrollar acciones para potenciar las posibilidades de las mujeres arquitectas e ingenieras en los ámbitos público y privado y propender al mejoramiento de la calidad de vida, señalando los peligros de la degradación del entorno, promoviendo planes de desarrollo urbano sustentable con perspectiva de género.
Participa, junto con otras 180 ONG, del Plan Estratégico de la Ciudad, mecanismo de participación ciudadana en el que todos aquellos que forman parte de la sociedad civil puedan formular recomendaciones para el futuro de la Ciudad.
Para la presidenta de AMAI, Martha Alonso Vidal, "la mujer es la más interesada por mejorar el desarrollo urbano, el ordenamiento territorial y el medio ambiente. Una mayor participación de las mujeres tiene efectos muy positivos en el sentido de reforzar la democracia local y la ciudadanía responsable, ampliar los temas de reflexión que plantean el ambiente y el urbanismo y mejorar el uso de los recursos locales. Es imperativo no dilapidar el 50 por ciento de los recursos de talento, capacidad y gestión del que disponen las mujeres".
Y agregó en declaraciones realizadas a Infosívica: "Incluir la perspectiva de las mujeres en el diseño urbano ambiental significa incorporar cambios que se adecuen a la relación de la mujer con el mundo del trabajo y el fuerte impacto en el uso cotidiano de la ciudad y los múltiples desplazamientos que realiza por la urbe".
La dirigente destacó el espacio del Plan Estratégico, conformado por el Gobierno local y la ciudadanía, pero reiteró la importancia de incorporar la perspectiva de género para el diseño urbanístico de la Ciudad. "Este análisis sirve para pensar el urbanismo desde la integración de las diferencias, con la incorporación de las necesidades específicas de cada una de las fuerzas productivas de una sociedad y que permita la igualdad de trato entre varones y mujeres", señaló.
Una investigación realizada por esta ONG, titulada "Una mirada de género sobre el Plan Urbano Ambiental", reunió a 400 mujeres de la Ciudad de distintas franjas etáreas y socioeconómicas. Las respuestas demostraron "el elevado interés de las mujeres por mejorar el desarrollo y ordenamiento territorial, empezando por el propio barrio. Desde reforzar la democracia local hasta optimizar la infraestructura y la seguridad. Las demandas recogidas muestran un compromiso con la problemática urbana".
Según el estudio, "el ámbito espacial urbano sirve de reflejo a las relaciones de poder existentes desde la cultura y la jerarquía social masculina. En este sentido, Buenos Aires se ha hecho sin las mujeres y todavía evoluciona prácticamente sin ellas".
"La mujer como ciudadana sufre varias discriminaciones: no participa en el desarrollo de los grandes proyectos urbano-ambientales; soporta una mayor exclusión en oferta de empleo; constituye el sector de población relativamente más pobre y sufre los peores efectos del mal funcionamiento ambiental así como dificultades de acceso a vivienda y créditos" expresa el estudio realizado por AMAI.
"Creemos que garantizar que las mujeres puedan ser ciudadanas activas, participar de la toma de decisiones, acceder a los cargos fundamentales de todos los poderes del gobierno, incidir en las formulaciones de los planes estratégicos y urbanos; participar en los órganos de representación de manera equilibrada con los hombres, no es un problema sólo de mujeres, es un problema de toda la sociedad y sobre todo una cuestión de respeto a los derechos humanos", finalizó Alonso Vidal.