El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, volvió a asegurar que ?los 180 días de clases no son negociables? y cuestionó duramente la continuidad de las tomas en los colegios secundarios que dependen de la Ciudad y las declaraciones realizadas por la Presidenta Cristina Fernández en apoyo a los reclamos estudiantiles.
?Fue una torpeza de la Presidenta Si no hay educación no hay futuro, y es una lástima que las tomas hayan tenido el aval de la Presidenta Reivindico que con una mejor política tendremos una mejor sociedad, pero los adultos que rodean a estos jóvenes los mal aconsejan. Estamos con mayoría silenciosa, que no se organizan. La educación no es una obligación, es un derecho?, remarcó el titular del Ejecutivo porteño en diálogo con radio Uno.
Sobre las consecuencias de las tomas, Macri subrayó que ?en las escuelas tomadas tenemos baja récord para las inscripciones del año que viene, tenemos muchas menos inscripciones que el año pasado?.
?El problema de fondo es que el reclamo en si mismo es injusto ya que están tomadas escuelas con obreros trabajando adentro. Había como 800 colegios con problemas severos y ahora hay ciento y pico. El que diga que puede arreglar todo en un día es un estafador. La consigna de las tomas fue ?Fuera Macri?, una consigna destituyente. Los recursos son limitados, el recurso humano también, pero hemos hecho mucho. Nosotros no rompimos las escuelas, estaban rotas. Si es tal el desastre que estamos haciendo, cuál es la preocupación para la oposición, quién nos va a votar si el PRO es un desastre. Me parece que lo que los preocupa es que estamos haciendo las cosas bien?, dijo.
Analizando las tomas, los derrumbes que ocasionaron muertes, los cortes de calles, e incluso las medidas judiciales que suspenden obras impulsadas por el Gobierno de la Ciudad, Macri sostuvo que en la sociedad argentina ?todavía seguimos reinterpretando el valor de la ley y todavía se está pensando que la ley es opinable, para algunos aplica y para otros no, esto termina canalizándose en comportamientos de la sociedad que hace que en la Ciudad algunos días son complicados?.
Y centrándose en el accionar de los jueces porteños, criticó las sucesivas sentencias del juez Roberto Andrés Gallardo, entre ellas la cautelar que suspendió las obras para construir un estacionamiento subterráneo en el Parque Las Heras, también afirmó que la suspensión del proyecto para construir una autopista bajo la 9 de julio se fundamentó en un fallo del juez Guillermo Scheibler al cual calificó de ?un disparate que reinventaba la ingeniería?, y finalmente cuestionó las sentencias de la magistrada Elena Liberatori que entre otras resoluciones, suspendió la construcción de una comisaría de la Policía Metropolitana.
Pero no sólo criticó a los jueces del fuero Contencioso Administrativo y Tributario, también apuntó contra los jueces del fuero Penal, Contravencional y de Faltas.
?De cada cien infracciones y multas que pone la unidad de faltas, tres por ciento son confirmadas por la Justicia, un 20 por ciento las disminuye, y el 77 por ciento las tira al tacho de basura. La Justicia sistemáticamente le da la razón al infractor, los jueces deben pensar que están todos locos los inspectores que ponen infracciones. La Justicia no convalida lo hecho por los inspectores, tenemos un sistema donde estamos discutiendo todo el tiempo el valor de la ley?, expresó.
Y refiriéndose a la habilitación del local Beara, agregó: ?El que hace habilitaciones no tiene la capacidad de decir que por reincidencias no se da la habilitación si se cumple con todos los requisitos. La última clausura que había recibido, la multa quedó en suspenso por la Justicia y ayer la Justicia terminó de procesarla. Farrel no tiene un instrumento para no dar habilitaciones si se cumple con los requisitos?.
Finalmente reclamó el respeto por la ley, y solicitó que la ciudadanía vote un candidato a presidente que tenga un discurso en este sentido, y pidió un mayor compromiso militante.
?Hay que salir de la mayoría silenciosa, hay que defender las ideas. La sociedad tiene que ser más activa. La mayoría tiene que ejercer la condena social, es parte de una maduración. Si está todo mal, que no se preocupe el Gobierno nacional, no vamos a sacar un solo voto. Pero veremos cómo vota la gente", concluyó.