Con una hora y media de retraso, a las 16.30 del miércoles, comenzó en la Legislatura porteña la sesión especial a la que convocó el oficialismo para debatir los proyectos vinculados a la regulación de la circulación de motociclistas en la Ciudad para evitar actos de inseguridad cometidos por los denominados ?motochorros?. Rápidamente, dejaron de lado el tratamiento de la iniciativa para la creación del Registro de Huellas Genéticas Digitalizadas. El objetivo, en esta ocasión, fue otro.
Y el debate fue extenso, más de 11 horas de exposiciones, acusaciones cruzadas. Los bloques no lograron un acuerdo por lo que llegaron al recinto varios proyectos que fueron discutidos: uno de mayoría, apoyado por la oposición; uno de minoría, acompañado por los legisladores del PRO; y otro firmado por el legislador Daniel Amoroso. Entre los tres, los puntos más polémicos fueron los relacionados con la prohibición de que dos personas circulen en una misma moto; el horario de ésta restricción; y si se debe obligar a los motociclistas a utilizar un chaleco que los identifique o no.
El proyecto que promovió la oposición establecía que no podrán circular motos con más de una persona en el área delimitada por la avenida Córdoba, Carlos Pellegrini, Rivadavia y L. N. Alem, de lunes a viernes, entre las 10 y las 16. Asimismo, indica que ?en el éjido restante de la Ciudad podrá llevar acompañante, siempre que el modelo del vehículo se encuentre homologado para tal fin, es decir, que cuente con doble asiento o asiento adicional, apoyapié y agarradera?.
A diferencia, el segundo dictamen que impulsó el PRO contempla la restricción para una zona más amplia dado que agrega unas 14 avenidas al polígono del microcentro y también plantea una extensión en el horario que va de 9 a 18 e incluye los sábados.
Finalmente, durante el transcurso de más de 8 horas de sesión, los legisladores acordaron tratar el despacho de mayoría, que fue acompañado por casi todos los legisladores presentes. Es decir, se votó en general, por 46 a 4, y en particular fueron modificando algunos artículos.
El artículo 3 fue uno de los más debatidos. Previo a su discusión, el PRO quiso incorporar que el acompañante debe portar chaleco reflectante en el cual debe estar inscripto el dominio del motovehículo o ciclorrodado. También, el legislador Amoroso planteó la restricción del acompañante sea en toda la Ciudad. Finalmente, por 27 votos contra 24, lo referido a la restricción de los acompañantes quedó como lo planteó el proyecto de mayoría.
También se aprobó la prohibición de la venta o suministro de combustible y/o lubricantes a los vehículos que al momento de su expendio, no tengan correctamente colocada la patente, que los dueños de las estaciones de servicios coloquen un cartel indicando la normativa, con multas de hasta mil pesos para quienes no lo hagan. Además, se fijan multas de entre 500 y 2 mil pesos a los comerciantes que incumplan con la restricción en el expendio de combustible, y cuando reincidan en el incumplimiento, el máximo y el mínimo de la multa se elevarán al doble y se procederá a la clausura y/o inhabilitación de 15 a 180 días.
Al final, el PRO volvió a insistir en la incorporación del uso del chaleco identificatorio. Lo mismo que Amoroso, que además del chaleco propuso estampar con adhesivo en los cascos las patentes. La iniciativa macrista fue rechazada por 24 votos contra 26, pero el bloque dio los votos a la propuesta del legislador de Unión Federal, que terminó aprobándose, ante la atónita mirada de los legisladores de la oposición. Es decir, a partir de la reglamentación de la ley, los motociclistas, y sus ocasionales acompañantes, deberán usar el polémico chaleco (y el casco) con la patente estampada.
Este artículo se aprobó gracias a los votos de dos legisladores de la Coalición Cívica, Juan Pablo Arenaza y Adriana Montes, y las ausencias de tres legisladores de Proyecto Sur, Rafael Gentili, Laura García Tuñón, Jorse Selser (se lo vió muy ofuscado al presidente del bloque, Fabio Basteiro, reclamando la presencia de sus diputados) y Rubén Campos y Claudio Presman, de la UCR.
Al final, el macrismo también quiso modificar la restricción para los acompañantes, pero varios legisladores de la oposición, como Gabriela Alegre, o María Elena Naddeo, pudieron en duda la votación anterior, y quisieron retirarse del recinto, lo que generó la ira del PRO. Esta situación derivó en un cuarto intermedio, y acusaciones de los macristas contra la oposición por considerarlos "malos perdedores".
Luego del cuarto intermedio, el legislador oficialista Martín Ocampo volvió a insistir en extender las calles para la restricción de los acompañantes, pero esta iniciativa fue rechazada.
Por su lado, el bloque de Diálogo por Buenos Aires propuso la incorporación de un artículo para que la ley aprobada y publicada en el Boletín Oficial tenga solo 180 días de vigencia, obligando al Ejecutivo a enviar un informe a la Legislatura sobre su resultado. Luego de un extenso debate sobre la importancia de votar una ley que tiene fecha de caducidad, fue aprobada.
La discusión, luego, giró en torno a las sanciones que se le podrían aplicar a los motociclistas que no cumplan con la normativa (uso de chaleco, casco con adhesivos, etc). El PRO propuso multas de mil pesos, mientras que Daniel Amoroso planteó penas monetarias de 500 pesos. Ambas fueron rechazadas por no alcanzar los votos necesarios para una mayoría simple.