La batalla por el incremento del impuesto a los Ingresos Brutos no concluyó con la aprobación de la medida. Mientras el PRO celebra, algunos sectores de la oposición apuntan con el dedo y califican de traidores a los legisladores no macristas que apoyaron el proyecto oficialista. Haciendo oídos sordos las críticas y centrando su posición en lo obtenido, el ministro de Hacienda de la Ciudad, Néstor Grindetti, celebró la sanción de una reforma tributaria que le permitirá aumentar los ingresos y obtener los fondos necesarios para solventar los aumentos salariales acordados con los trabajadores de la administración pública.
?Nosotros ayer fuimos duramente criticados porque no hicimos una previsión de aumento salarial en el presupuesto. No tenemos mayoría propia (en la Legislatura), así que hubo que construir consenso?, resaltó el funcionario por radio El Mundo.
En relación a la modificación en Ingresos Brutos, Grindetti se limitó a señalar que ?se aumentaron las alícuotas?. Un poco más se explayó en relación a la aprobación de una moratoria para el pago de deudas impositivas.
?Es una medida que a mí no me simpatiza mucho, pero hubo muchos pedidos de cámaras empresarias, de profesionales, y de los distintos ámbitos políticos de sacar una medida que en realidad no es una moratoria, sino que es un plan de facilidad de pago con intereses?, aclaró.
Y agregó: ?Esto es una forma de colaborar que este incipiente crecimiento de la economía y lo apoyemos un poco?.
La reforma logró el apoyo de los 24 legisladores PRO, los 2 que conforman el bloque Unión Federal, 3 por el bloque Peronista, 2 de la bancada de la UCR, Raúl Fernández de Encuentro Progresista y Julián D?Angelo del Socialismo. El voto de este último fue duramente criticado por unos y fuertemente celebrado con aplausos por otros.