A fines de la semana pasada, el gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner, se reunió en el restaurante de la Bolsa de Comercio con un grupo de economistas, convocados por su hombre de confianza en la Capital, el diputado porteño Alberto Fernández.
Entre los presentes estaban el ex número uno de Bunge y Born, Gustavo Caraballo; el ex secretario de la Bolsa, Luis Corsiglia; el secretario de Desarrollo Económico de Ibarra, Eduardo Hecker; los economistas Carlos Goldstein y Carlos Leiva y el ex diputado y publicista, Julio Bárbaro. Estuvo ausente con aviso el ex vicepresidente del Banco Nación, Raúl Magariños.
Kirchner, que venía de la reunión que los gobernadores sostuvieron con el presidente de la Nación, Eduardo Duhalde, les pidió a sus colaboradores -con los que se reúne habitualmente- que elaboren un Plan "B", para el caso de que las naciones que están representadas en la conducción del Fondo Monetario Internacional decidan no acompañar en esta coyuntura al Gobierno argentino.
El gobernador santacruceño alega que en estos momentos no hay nadie en el Gobierno que se plantee una hipótesis alternativa a la que se está aplicando actualmente, que no tiene lineamientos definidos, sino que se limita al método empírico, es decir, un método basado en el ensayo y error.
Otro de los temas de la charla fue el análisis de las alternativas del abandono del "corralito", en el que no hubo unanimidad. Por ejemplo, la mayor parte de los economistas allí reunidos provienen del sector financiero, pero uno de los más firmes sostenedores de la necesidad de la persistencia del "corralito" es un hombre con experiencia en el campo de la industria.
Los presentes coincidieron en cuestionar a Duhalde en un tema que no es menor: la devaluación. Casi todos piensan que el ex gobernador bonaerense debería haber sostenido la paridad cambiaria, más allá de que debería haber modificado paralelamente algunos aspectos parciales de la convertibilidad.
KIRCHNER APURA A "LA CORRIENTE"
Kirchner convocó al encuentro en la Bolsa de Comercio mientras acelera la marcha de sus recorridas por el país, siguiendo -sólo en este aspecto- el modelo menemista. Hace pocos días estuvo en Córdoba, en Ensenada, en Tres Arroyos, en Corrientes, La Pampa, San Luis y Santiago del Estero.
Los dirigentes patagónicos Miguel Ángel Pichetto, Oscar Parrilli y Carlos Manfredotti -éste último, el gobernador de Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur- se sumaron a su proyecto presidencial, en tanto que también lo hicieron ya José Octavio Bordón, Luis Ilarregui, de Tres Arroyos y Rubén Ledesma, que es el vicepresidente del Partido Justicialista de La Matanza y secretario general de la CGT en el partido más extenso del Gran Buenos Aires. Pero, como para confirmar que la batalla que dará en lo político será feroz, Kirchner sumó a su proyecto al mundo "fashion", de la mano del peluquero Roberto Giordano, que no cesa de augurarle al santacruceño la presidencia de la Nación.
Mientras tanto, en la capital, Kirchner incorporó a su "equipo de discurso" a Norberto Ivancich, Elvio Vitali y Miguel "Pancho" Talento. En la Provincia de Buenos Aires, además un grupo de dirigentes del FREPASO, que encabezan Eduardo Sigal y Enrique Dratman, intenta tender un puente para construir con el santacruceño una opción política para el 2003.