La central de cierta bohemia de San Telmo podrá volver hoy a festejar la recuperación de uno de sus nichos más tradicionales: el Bar Británico, cerrado y dado de baja por sus antiguos dueños, abrió esta noche con escenografía recauchutada, nuevos dueños, café gratis y la novedad: que estará abiertos las veinticuatro horas.
Agustín Souza es el nuevo titular, y quien tuvo que poner la cara por el reacondicionamiento, "sólo lo indispensable", que no incluye cambio de mesas, sillas, ventiladores, cristalería, barra y tablón. Entre las novedades, el aire acondicionado (en honor al cambio climático), una chopera y una para las minutas.
El obligatorio repaso de inodoros, mingitorios, enlozado, chapa y pintura en los baños, hasta que declinen ofendidos de tanta ventosidad y orín fuera de borda. Pero eso es el futuro.
"Hacerme cargo del Británico es una gran responsabilidad. Me tranquiliza saber que los vecinos quieren lo mismo que yo. No vengo a cambiar nada, sino a salvar lo que se pueda. Venía al bar y me gustaba, pero estaba muy caído y pensé que se lo podía mejorar", dijo Souza, que ganó antes de arrancar.
