Macri sí, Cristina no

Macri sí, Cristina no

A menos de 24 horas que el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, reconociera en su discurso ante la Legislatura que "se han cometido errores, los cuales fueron asumidos y corregidos", su jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, cuestionó la decisión de la Presidenta Cristina Fernández de dar marcha atrás con el decreto que creó el Fondo del Bicentenario.


"Ley pareja no pega palo", dice el refrán. Sin embargo, si de política hablamos, difícil es encontrar a quienes juzguen a propios y ajenos con la misma vara.

Los discursos inaugurales del período de sesiones ordinarias del Congreso (en manos de la verborragia de la Presidenta Cristina Fernández), y de la Legislatura (a cargo de la breve lectura del jefe de Gobierno, Mauricio Macri), no sólo reflejaron las diferencias ideológicas y de estilo de ambos gobernantes, también dejaron expuestos sus similitudes a la hora de modificar el rumbo de sus decisiones.

"En el camino del hacer, y la necesidad de que las transformaciones sean tan profundas como rápidas, hemos cometido errores, los cuales fueron asumidos con dignidad y corregidos", reconoció Macri ante 60 legisladores porteños, logrando los aplausos de propios y las críticas de ajenos.

Apenas unos minutos más tarde, Cristina Fernández anunció frente a los 257 diputados nacionales, su decisión de derogar el decreto que creó el Fondo del Bicentenario, generando festejos y cuestionamientos.

?Es inexplicable que Cristina Kirchner haya inaugurado el período de sesiones ordinarias del Congreso con la firma de dos decretos. Está claro que al matrimonio Kirchner no le importa la gente, ni el Congreso, ni nada; sólo le importa la plata. Aquel Fondo del Bicentenario, como estos dos nuevos decretos (sobre el uso de reservas del Banco Central), buscan sacarle la plata a los argentinos para financiar una campaña política. Debemos ponerle un límite a los constantes atropellos de los Kirchner?, expresó el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

Y remarcó: "Estas marchas y contramarchas, este avasallamiento de las instituciones y el constante uso desmedido de los DNU nos debe hacer reflexionar sobre la manera en la cual nosotros los argentinos queremos que se ejerza el poder en el país. Es momento de preguntarnos qué queremos para el futuro. Si queremos continuar con un gobierno prepotente, autoritario y despótico, o tender a uno civilizado, que dialogue y que respete a las instituciones?.

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