Se mete una pasti, fuma cinco secas largas de porro, toma speed, una medida de vodka, inhala popper, se clava un cucharín de plata de mercka, aspira una lata de base, refuerza un filete de LSD, pega un sorbo de GHB en agua, se tira un pellizco de keta, se come un hongo, se dopa con un trapo de algyspray, se toma una Quilmes de litro con una Ropy, y se va a dormir.
A la otra noche, Belén se entera que una piba se expuso a las mismas alternativas que le ofrecieron a ella, pero que no llegó al cordón de la fiesta de la que volvió esta mañana.
El MDMA o éxtasis es una droga psicoactiva de origen sintético con propiedades estimulantes y empatógenas de sabor amargo. Suele relacionarse y confundirse con el MDA y otros derivados de la anfetamina. El MDMA puro o semipuro, se estructura en forma de cristal, que se desmenuza con facilidad para su manejo.
VENDEDORES VENDIDOS
Su origen está fechado en 1912, cuando la compañía Merck aisló accidentalmente la MDMA (3,4-metilendioximetanfeta-mina). Al no encontrarle una aplicación médica concreta, los laboratorios abandonaron su investigación.
Entre 1953 y 1954 el ejército estadounidense retomó las investigaciones. El MDMA alcanzó gran popularidad entre la cultura underground californiana y entre la clientela de los clubes nocturnos. Los vendedores, en una acción de marketing, la rebautizaron con el nombre de éxtasis.
En 1985, el gobierno estadounidense declaró esta sustancia ilegal a pesar de que numerosos científicos argumentamos sobre sus propiedades para hacer aflorar pensamientos y recuerdos reprimidos.
El MDMA alcanza su auge de consumo ilegal entre la población más joven en los años 90, en los que emerge como algo novedoso, desligado de la figura del "yonqui" o “fisurado” (prototipo de drogadicto de los años 70 y 80).
Hoy en día, Holanda es el mayor exportador del núcleo de MDMA que toda pastilla que se precie de llamarse éxtasis necesita. El resto es mal corte.
HOTEL CALIFORNIA
Del mismo modo que ocurrió con la LSD, un movimiento contracultural comenzó a efectuar proselitismo a favor del consumo de la MDMA.
A partir de 1983 el XTC se convirtió en "un regalo de California para el mundo" destacándose el elemento transpersonal y ligando a sus consumidores con la defensa de las causas ecológicas.
Principalmente promovido por grupos new age en lugares públicos, la sustancia se obsequiaba junto con un folleto llamado “Guía para neófitos” donde se describían efectos farmacológicos, modos de empleo, contraindicaciones y sugerencias generales.
Ese mismo año la DEA decidió incluirla en la Lista I, es decir, prohibió totalmente su uso. Los californianos se preguntaban: "¿En qué se basa la DEA?". Presionado por la prensa, su entonces director, Frank Sapienza, declaró: "No teníamos la menor noción de que los psiquiatras usaran esta droga en sesiones de terapia".
Sin embargo, no es exclusivamente el único contexto "lúdico" en que se consume esta droga. Algunos investigadores han expresado un gran respeto y admiración por el psicoactivo, y lo recomendaron a sus amigos psiquiatras como una invaluable herramienta psicoterapéutica.
Estos "gurúes" presagian que “su uso persistirá a pesar de la prohibición”. En ese círculo ansioso, deslizan que la MDMA es “penicilina para el alma”.
Vale aclarar que la clasificación respecto a la peligrosidad de las drogas depende de las preocupaciones de la DEA y de los intereses de los monopolios farmacéuticos.
MALOS CORTES
Bajo el nombre de "éxtasis" se vende no sólo la MDMA sino cualquiera de las demás feniletilaminas, cuyos efectos psíquicos y fisiológicos difieren en distintos grados de los que provoca la MDMA.
Es por ello que el usuario rara vez sabe lo que consume en realidad. La falta de control sanitario de calidad y la variabilidad de la actividad son características de la producción ilícita de estas sustancias.
Los propios investigadores vinculados a las instancias de control advierten que las dosis incautadas de éxtasis frecuentemente contienen "subproductos e intermedios resultantes del empleo de materias primas impuras, de reacciones incompletas y de una insuficiente purificación del producto final".
Los tipos y cantidades de impurezas presentes dependen del método de síntesis, de las proporciones y fuentes de las materias primas, de los tiempos de reacción, etc.
Además, las dosis y el peso por comprimido son muy diferentes entre sí, por lo que el mismo usuario puede consumir unidades completamente distintas. La dosis normal para un adulto suele ser 100mg a 120mg y suele ingerirse en pastillas.
También se aspira en rayas siendo sus efectos más severos y dañinos al tomar contacto más directamente con el cerebro y es molesto por los pequeños cristales que contiene.
Estas mezclas realizadas en las pastillas se pueden deber a varios motivos, entre ellos el hecho de que puede ser más "divertido" el que la pastilla contenga algún alucinógeno o energizante que permita estar en una fiesta durante mucho tiempo.
En este estadío el estar informado se convierte en una cuestión de vida o muerte. El cuerpo humano desarrolla tolerancia a esta droga, por lo que el consumo continuo de la misma lleva a la paulatina ausencia de efectos. En casos de toxicidad por sobredosis, puede producirse hipertermia y síndrome serotoninérgico.
Existe riesgo de deshidratación en usuarios con alta actividad física que olvidan beber agua. En este sentido la ingestión de alcohol agrava los riesgos potenciales ya que el alcohol colabora con la deshidratación. En contraste, también han sido registrados casos de hiponatremia (deficiencia de sodio) por exceso de agua.
