La descentralización cultural quiere vivir

La descentralización cultural quiere vivir

Los centros culturales se convirtieron en una espina para Lombardi. Primero lo acusaron de pretender “vaciarlos” de contenido, y ahora de procurar su desalojo. La defensa del Ministerio y el plan para 2010.


Una hoja A4 pegada con cinta scotch en la puerta ofrece las buenas nuevas. Con fibrón rojo están tachadas las actividades que se dan de baja este mes. Entramos. Como tripas que cuelgan desde el techo, asoman cables de colores: de electricidad, de teléfono, del cable. Un profesor con pinta de frontman de banda de reggae da clases de clown a unos cuantos chicos ?¿será la escuela de formación de los malabaristas de los semáforos??. En otra aula, la clase es de tango. El mantenimiento, nos cuentan, cuesta cada vez más. Y los insumos se redujeron a cero.

La descripción, genérica, da cuenta de la realidad de la mayoría de los centros culturales de la Ciudad, en pie de guerra contra el Ministerio de Cultura desde el primer día de la gestión de Hernán Lombardi. Ahora bien, para que se entienda de qué estamos hablando, recordemos que desde 1983 los centros culturales barriales son los encargados de descentralizar y democratizar la cultura, con cursos abiertos y gratuitos.

En un principio, el reclamo fue por una ?limpieza? de personal y por la reducción de cursos y actividades. Después de instalar este tema en los medios, y de las constantes movilizaciones, finalmente el ministro se comprometió a rever su política y convocó a una mesa de diálogo con los trabajadores de los centros.

Ahora, un informe del Espacio Cultural Sebastián Borro advierte sobre una ola de clausuras y desalojos en espacios culturales porteños, sobre todo en los denominados ?alternativos?. En dicho informe se hace referencia a lo que sucedió en el Centro Cultural de Almagro, desalojado con incidentes a principios de septiembre. La misma suerte tuvo la Sala Zitarrosa, donde la familia del reconocido artista uruguayo vivía y organizaba actividades en Villa Urquiza.

Consultadas por NU sobre la cuestión de los desalojos, fuentes de la cartera que conduce Lombardi aseguran: ?No tienen nada que ver con políticas del Ministerio de Cultura. Si se llevan adelante desalojos, no son decisiones de gobierno sino de la Justicia, por causas entre actores privados; pues muchos de estos ?centros culturales? funcionan en inmuebles ocupados ilegalmente. Pero ?insisten? no tienen nada que ver con Cultura ni, en general, con la gestión de gobierno?.

Por su parte, un trabajador advierte en off the record: ?El Gobierno se desliga responsabilidades argumentando que es un conflicto entre terceros y en el ámbito de la Justicia, pero la verdad es que muchos de estos ?agentes privados? son enviados por el propio Ministerio para desalojar, porque quieren los terrenos?. En ese sentido, los que se encuentran en esta situación son el Circo Trivenchi, el CC 20 Flores de la Asamblea de Flores, Sexto Kultural, IMPA – La Fábrica Ciudad Cultural (expropiado por la Legislatura, a partir del voto favorable del macrismo y el kirchnerismo) y El Corralón de Floresta.

También reclaman demoras en el pago de los sueldos. ?Es falso. Puede haber problemas administrativos y demoras en la liquidación en casos puntuales (hay casi 400 talleristas), pero los empleados cobran sus salarios normalmente y, además, con un importante aumento este año?, afirman desde Cultura.

La PROmesa

En noviembre de 2008, el ministro Lombardi se comprometió a reestructurar el Programa Cultural en Barrios y conformar una mesa de trabajo conjunta. Así lo asegura Daniel Conte, uno de los trabajadores de los centros culturales nucleados en ATE: ?Lombardi, cuando asumió, lanzó una política de vaciamiento porque se basó en una auditoría vieja. Nosotros le hicimos entender a base de medidas de fuerza que era necesario restituir los talleres que dio de baja en marzo?.
Con fecha 23 de septiembre de 2009, Lombardi firmó una resolución sobre la creación de la mencionada mesa: ?Se instruye la realización de una convocatoria para la conformación de una comisión de trabajo mixta integrada por autoridades del Ministerio de Cultura y trabajadores de los programas Cultura Comunitaria y Programa Cultural en Barrios, con el objetivo de elaborar un estatuto que regule administrativamente su funcionamiento?.

?La resolución de la reestructuración del programa, si bien es un avance, llega con 10 meses de atraso. Desde el Ministerio nos remitieron una copia firmada por el ministro pero todavía no fue publicada, lo cual instala dudas en los trabajadores de los programas sobre la efectividad de la misma. En el acta acuerdo de noviembre, el ministro firmó que el cargo de coordinador general del programa sería concursado en 2010?, agrega Conte.

En pos de ser más macrista que el propio Mauricio, Lombardi, como todos los ministros, subsecretarios y directores del PRO al inicio de la gestión, aplicó rápido la eficacia, eficiencia y efectividad. Por eso la intentona de reducir cargos y cursos. En definitiva, todo lo que se pueda recortar. Pero finalmente logró entender que la cultura no se puede medir en esos términos (cualquier semejanza con la relación Macri-Ciudad Abierta no es mera coincidencia). Así, el Programa Cultural en Barrios quiere sobrevivir. Aunque, por supuesto, mejor sería vivir. Mientras, algunos critican la cultura PRO, arguyendo que se trata de festivales y nada más. Los trabajadores de la descentralización cultural, precisamente, aspiran a que se supere ese objetivo. Con creces.

El caso del CC Plaza Defensa
Según denuncian los trabajadores que actualmente ocupan el CC de San Telmo, el inmueble sería cedido al Movimiento Afrocultural Bonga, ?con lo cual quedarían en banda los trabajadores que vienen sosteniendo el espacio desde hace 10 años y se cancelaría la programación artística prevista hasta fin de año?.

De acuerdo al Ministerio de Cultura, en cambio, ?el Movimiento Afrocultural Bonga ocupaba ilegalmente el inmueble de Herrera 313. El dueño pidió a la Justicia su desalojo, que sólo se demora por nuestra intervención (informal) con el abogado del dueño. Se está ofreciendo a la gente del Movimiento espacio en el CC Defensa para realizar sus actividades culturales; y respuesta a su problemática habitacional a través del Ministerio de Desarrollo Social. El Centro Cultural Defensa salió de la órbita del Circuito de Espacios Culturales (DGPCul) para ser parte de un Programa Afrocultural dependiente de la Subsecretaría de Cultura. Ningún trabajador se quedó en banda, y toda la programación del Centro Cultural sigue su curso?.

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