"Ya comí con casi todos los legisladores que entrarán en el nuevo período. Tal como están las cosas, hay que construir relaciones, no vamos a esperar hasta el 10 de diciembre?, dice, como al pasar, Oscar Moscariello (57), actual jefe del bloque PRO y uno de los candidatos a presidir la Legislatura cuando a fin de año Diego Santilli deje su banca. Se trata de un parlamento mucho más desafiante que el anterior para el oficialismo, teniendo en cuenta que de los 25 diputados que se renuevan, 19 son de la oposición.
Claro que este estratégico lugar al que aspira Moscariello no sólo implica el manejo del presupuesto de la Legislatura, sino que, con la renuncia de Gabriela Michetti, quien maneje la Casa también se ubicará segundo en la línea sucesoria de Mauricio Macri.
?A mí Mauricio no me dijo nada formalmente, me entero por lo que escriben ustedes. Para mí esto es una novedad?, exagerará este licenciado en Ciencia Política, que entró al macrismo en 2002, desde la Democracia Progresista. Recién separado, y con dos hijas treintañeras y un nieto, acaba de mudarse a su nueva casa de soltero en el barrio del Abasto.
?En estos días tan complicados, mi nieto es la luz de mis ojos. A veces, cuando me hago demasiada malasangre, él es mi cable a tierra. Me hace acordar por dónde pasa lo importante en la vida.? Se recibió de licenciado en Ciencia Política en la Universidad de El Salvador y, más tarde, hizo un posgrado en Flacso. Tiene mandato hasta 2011.
Dicen en los pasillos porteños que el principal insumo que tiene Moscariello es la confianza que Macri le profesa. No parece algo menor a la hora de manejar un presupuesto ?el de la Legislatura? que supera los 100 millones de pesos. Para el cargo de vice sonaron, además del jefe del bloque PRO, distintos nombres del oficialismo porteño, entre ellos Martín Borrelli ?del michettismo?; el presidente de la comisión de Presupuesto, Álvaro González, y el histórico peronista Cristian Ritondo. Actualmente, sólo González y Moscariello están en carrera, con una luz de ventaja para el último, aunque, se sabe, nadie tiene el puesto asegurado. La decisión final depende de Macri.
?Usted dice que no tuvo ninguna comunicación formal sobre su destino, pero por lo visto se estuvo preparando: ya comió con casi todos los nuevos legisladores antes de que asuman.
?En realidad no son tan nuevos. Es gente de mucha experiencia, y sí, comí con casi todos porque, igual que sucedió con la Legislatura anterior, se necesitará dialogar mucho y construir consensos.
?Sobre todo en un período en el que se jugarán las presidenciales y Macri quiere anotarse en la pelea mayor?
?Pero más allá de eso, para nosotros lo importante es asegurar la gobernabilidad de la Legislatura, y para eso hay que encontrarse, dialogar, consensuar. En general, lo que vino sucediendo es que los proyectos que salieron no tenían nada que ver con los que mandaba el Ejecutivo.
?¿No? ¿Y ahora piensa en el mismo esquema?
?Bueno? Es una manera de decir. El espíritu era el mismo, pero con cambios enriquecedores, aportados por la oposición.
?¿Y cree que la fuerza de Pino, en la figura de Basteiro, también le hará ?aportes enriquecedores? al macrismo?
?¿Y por qué no? Yo creo que, hoy en día, si hacemos una lista sobre las necesidades políticas de la Ciudad y somos totalmente honestos en las prioridades, estoy convencido de que, en pos del bien común, tendríamos un montón de coincidencias.
?¿Sobre la fuerza antipiquete también?
?No hay ninguna fuerza antipiquete. En todo caso, habría que preguntarle a Montenegro, pero mi impresión es que es una policía para ordenar el tránsito.
?Montenegro dijo que era para restablecer el orden en las calles, y ahí sí hay miradas muy diferentes con la oposición.
?No, no, ahí hay un gran prejuicio. Sobre Mauricio se siguen teniendo prejuicios.
?¿La designación del Fino Palacios fue un prejuicio?
?No, pero fue un tema que se politizó muchísimo. Y a partir de entonces todo lo que suceda con la policía porteña estará bajo la lupa.
?¿Con Pino ya comió?
?No todavía, pero lo haré en breve. Estoy esperando que nos conecte un amigo en común.
?¿Quién es el amigo en común?
?No se lo puedo decir, perdón.
Nació en Arroyo Seco, Santa Fé. Y su carrera política siempre estuvo guiada por los principios del fundador del Partido Demócrata Progresista, Lisandro de la Torre. Siempre ocupó cargos en su partido y actualmente lo preside en Capital.
?¿Cuál es su evaluación sobre la elección porteña de PRO? Supongo que usted esperaba más.
?Si, todos esperábamos más. Partíamos de un piso para Gabriela del 30 por ciento y es lo que obtuvo: pero ése es el piso de Gabriela, no el techo. Además, hay que tener en cuenta que la gente no vota igual para una elección legislativa que para una ejecutiva. Aquí no hubo una evaluación de la gestión.
?Pero, ¿no cree que el resultado que obtuvo Pino está queriendo señalarles algo? Le pregunto porque, cuando ganó Macri, se decía que la Ciudad se había derechizado, ¿y ahora?
?Sí, nos quiere señalar que, en la Ciudad, nadie tiene los votos escriturados y que no hay que sacar conclusiones rápidas. Por otro lado, las elecciones las ganamos nosotros, no Pino. Y si ves la imagen que hoy tiene Gabriela, está entre las más altas, incluso más allá de la General Paz.
?Pero, Moscariello, no hace falta que yo le diga que una cosa es la imagen y otra la intención de voto. Cobos también tiene una muy buena imagen, pero todavía no sabe si esa intención es trasladable a los votos.
?Nosotros tuvimos fallas en la campaña. En su mensaje, que fue errático.
?¿Pino canalizó lo que representaba Ibarra?
?Sí, puede ser. Pero él no tuvo un discurso opositor a Macri sino opositor al Gobierno nacional, en todo caso. Él ganó por su oposición clara al kirchnerismo. Acordémonos de sus temas de campaña, fueron ítems nacionales, como las minas a cielo abierto y cosas por el estilo.
?Una última duda: algunos dicen que quizá no tiene todo el predicamento que haría falta en la Legislatura para ocupar el sillón de vicepresidente, ¿puede ser?
?Para nada, es todo lo contrario; está mal que yo lo diga porque eso lo tendría que chequear usted, pero si algún punto fuerte tengo es la sólida construcción de relaciones que poseo, y principalmente con la oposición.
(NOTA PUBLICADA ORIGINALMENTE EN EL SEMANARIO NOTICIAS URBANAS Nº 208, DEL 01/10/09).