Todo el arco peronista asistió ayer para saludar al dirigente que festejó sus 87 años, en su nueva casa de San Isidro. "Esto sólo lo puede lograr Antonio", comentaban varios mientras disfrutaban de unas empanaditas y vino.
Por parte del oficialismo estuvieron el secretario de la Presidencia, Oscar Parrilli, el gobernador Daniel Scioli y su vice Alberto Balestrini y Ambos llegaron juntos y minutos antes de tres ultra kirchneristas: el polémico Carlos Kunkel, Juan Manuel Abal Medina y José María Díaz Bancalari.
El chubutense Mario Das Neves se dio un fuerte abrazo con Scioli apenas se vieron, y charlaron quince minutos a solas con Cafiero en una carpa colocada en el jardín.
La lista de quienes estuvieron ayer en San Isidro se roba la crónica, pero es lo que importa. Felipe Solá, Juan Manuel Urtubey, Enrique Albistur, Sergio Massa, Jerónimo Venegas, Jorge Telerman, Moisés Ikonicoff, Osvaldo Papaleo, José María Castiñeira de Dios y Dante Gullo, entre otros.
Hubo duhaldistas como Eduardo Amadeo y Jorge Sarghini y por el PRO asistió el legislador Diego Santilli. Osvaldo Amieiro, Fernando Galmarini, Graciela Giannettasio, Alberto Iribarne, Mabel Muller, Lorenzo Pepe, Alberto Pérez, Alicia Pierini, Víctor Santa María, Carlos Corach, Vittorio Taccetti, Eduardo Valdés, la familia Rucci y Andrés Rodríguez, completaban el festejo.
En su discurso Cafiero abogó "por la unidad del peronismo, ya que sino está unido va a perder el gobierno en el 2011". "Hay que llegar unidos para que prevalezca el movimiento", dijo y confió en que "en el 2011 vamos a tener un presidente peronista y lo vamos a acompañar para que cumpla los sueños de todos los argentinos". "Aunque esos sueños hoy estén dispersos en distintas camas, vamos a salir unidos en una sola".
En el fondo del parque, dos armaduras separadas a dos metros colgaban un cartel que decía: "PJ Oficial" y la otra "PJ disidente". Era un chiste.