Héctor Rossi: "Ninguna de las empresas contratadas por AUSA para reparar las calles es de Roggio"

Héctor Rossi: "Ninguna de las empresas contratadas por AUSA para reparar las calles es de Roggio"

NOTICIAS URBANAS entrevistó al presidente de Autopistas Urbanas, Héctor Rossi. El funcionario habló sobre los trabajos de repavimentación y bacheo que la empresa lleva adelante en la Ciudad. Defendió las subcontrataciones realizadas y negó que favorecieran a alguna compañía en particular. Dijo que no tienen previsto aumentar los peajes de las autopistas. También mostró las instalaciones de AUSA y parte de las obras llevadas a cabo por la empresa


Invitado por Héctor Rossi, NOTICIAS URBANAS concurrió a visitar las instalaciones de Autopistas Urbanas Sociedad Anónima, una empresa cuyas acciones pertenecen al Estado de la Ciudad y que tiene la concesión de las autopistas 25 de Mayo, Perito Moreno, Dellepiane, Hector J. Cámpora y 9 de Julio Sur. Por la explotación de las dos primeras -las otras tres son gratuitas- la compañía factura alrededor de 100 millones de pesos anuales, de los cuales un 70 por ciento va a Rentas Generales en concepto de canon. Desde hace varios meses, a partir de un decreto firmado por el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, AUSA modificó su estatuto y extendió sus funciones a las de constructora, inmobiliaria y consultora.

THE AUSA SHOW

Partimos desde la sede ubicada en Piedras 1260 rumbo a lo que en la empresa denominan "el corazón de AUSA", situado al costado del peaje de la autopista Perito Moreno. Allí está el centro informático -inaugurado el 18 de diciembre de 2000- en el que se procesa la información que captan las 14 cámaras diseminadas a lo largo de la traza y que, gracias a poseer una amplitud de giro de 360 grados, pueden cubrir hasta el 95 por ciento de la misma. Durante el viaje Rossi muestra algunas de las obras a cargo de la empresa: el arreglo de veredas en los bajos de autopista que se extienden desde Constitución hasta el Riachuelo, la pintura de medianeras, la construcción de plazas. También señala la escuela de Educación Vial, para niños entre seis y dieciséis años, levantada por AUSA en un predio de 8 mil metros cuadrados. Todas estas obras las realiza la empresa con el 30 por ciento de lo recaudado que le queda de ganancia. "Cuando vienen a entrevistarme prefiero llevarlos a que conozcan la empresa y vean los lugares en los que se construyen las obras antes que darles datos abstractos", explica Rossi.

En el centro de información una pantalla gigante muestra un plano de la traza completa dividida en 24 segmentos, cada uno vinculado a un determinado punto de medida que registra el nivel de congestión del tránsito a cada minuto a partir de sensores -denominados espiras- que se encuentran en el pavimento. De registrarse alguna anormalidad, la cámara indicada se centra en el lugar y amplía la toma. Los llamados de emergencia, ya sea de los puestos telefónicos ubicados en la autopista cada 500 metros, de celulares (*287) o del 0800-660-2872 queda grabada con fecha y hora.

Rossi pide una demostración: "A ver, el sábado iba con el auto y llamé porque había caído basura de un camión. Era cerca de las once". Pocos instantes después la conversación telefónica se escucha por los parlantes y todo el equipo sonríe orgulloso. El ambiente en AUSA es distendido, informal y amable -por lo menos durante la visita realizada junto a su presidente- en coincidencia con el perfil de dinamismo y modernidad que la compañía quiere demostrar.

LAS CALLES DE BUENOS AIRES

El motivo de la entrevista es conocer los pormenores de las obras de repavimentación y bacheo que AUSA está realizando en la Ciudad. En julio de este año, Ibarra le encomendó a la empresa que se hiciera cargo de la reparación de las calles porteñas y que aplicara partes de sus ganancias para solventar las obras. Según Rossi, "la decisión se debe a que AUSA posee un management entrenado para realizar la logística de este tipo de tareas, capaz de trabajar con el sistema de contrataciones separadas". "Esto -sostiene- permite al Gobierno reducir costos, ya que es posible adquirir las materias primas y los combustibles y transformarse en el proveedor de las empresas para evitar que las variaciones en el precio de los materiales paralice las obras".

Antes de eso la Secretaría de Obras y Servicios Públicos había realizado un relevamiento del estado del asfalto de las calles. Se inspeccionó un 70 por ciento de las cuadras de la Ciudad. Es decir 20 mil de un total de 27 mil. Las siete mil faltantes no fueron relevadas porque estaban en buen estado o en un estado de deterioro tal que no resultaba necesario el relevamiento. En las 20 mil cuadras inspeccionadas se detectaron 900 mil metros cuadrados de asfalto deteriorado. De este total, 600 mil requerían ser repavimentadas. Los 300 mil restantes admitían, en cambio, la solución del bacheo.

Luego del relevamiento se creó un programa informático denominado Sistema de Gestión de Pavimentos que permitió evaluar, sobre el trabajo de campo realizado, qué tipo de obra -repavimentación, bacheo profundo o bacheo superficial- resultaba conveniente realizar en cada calle de la Ciudad. Así se resolvió que lo más conveniente era repavimentar las cuadras que tuvieran más de cien metros cuadrados de superficie con necesidad de ser reparados y sólo bachear aquéllas en las que este tipo de trabajo resultara suficiente.

La ciudad fue dividida en zonas y el plan de reparaciones en dos etapas. La primera ya fue licitada y adjudicada. Comenzó el 11 de noviembre, dura tres meses y tiene una inversión prevista de 11 millones de pesos. En esta etapa se están repavimentando 77 cuadras en estado crítico del área central de la Ciudad, comprendida por Belgrano, Callao, Córdoba y el Bajo. Las tareas en este perímetro son la construcción o reconstrucción de cunetas de hormigón, fresado y restitución completa de la capa asfáltica.

En el resto de la Ciudad se están arreglando 155 metros cuadrados de baches. Para esto se dividió al distrito en diferentes zonas: ocho de bacheo profundo (50 mil metros cuadrados), cinco de bacheo superficial (65 mil metros cuadrados) y ocho de bacheo de hormigón (40 mil metros cuadrados).

El bacheo profundo se realiza cuando el asfalto presenta problemas de hundimiento. Para llevar a cabo esta tarea es necesario cavar el pavimento cinco centímetros. El bacheo superficial se lleva a cabo cuando el pavimento presenta defectos de ondulación o fisuras, siempre y cuando estas irregularidades ocupen menos de 100 metros cuadrados en la cuadra (si no se la repavimenta). El bacheo de hormigón se hace con este material en lugar de asfalto y es exclusivo para el circuito de tránsito pesado. Las irregularidades se solucionan a partir del cavado de 18 centímetros bajo la superficie.

Para fabricar la mezcla asfáltica se contrataron, por licitación privada, los servicios de tres empresas: EQUIMAC, VEZZATO y ALEGRE PAVIMENTOS. "Estas empresas sólo ofrecen las máquinas y la fuerza de trabajo, ya que el Gobierno las provee de todos los elementos necesarios para fabricar la mezcla: el cemento asfáltico, la piedra, la arena y el combustible necesario para hacer funcionar las máquinas. Esto evita un posible incremento de precios por parte de las empresas que prestan este servicio", explica Rossi. Cabe recordar que el costo de la tonelada de mezcla asfáltica antes de la devaluación era de 180 pesos, pero hoy se comercializa a no menos de 540 pesos.

La arena y la piedra fueron adquiridas también por licitaciones privadas, que fueron adjudicadas a ARIDOS LA ESTRELLA, en 35.750 pesos, y a CANTERA PIATTI, en 363.495 pesos. La compra de cemento asfáltico se realiza a partir de la solicitud de precios cada quince días a YPF y SHELL. La mezcla asfáltica es, a su vez, entregada por AUSA a las empresas encargadas de las obras para evitar cualquier sobresalto ante un posible aumento del precio de los materiales. Asimismo, el hormigón se compra a CEMENTOS AVELLANEDA, que ganó una licitación privada ofertando un precio de 209.596 pesos.

ACTOS PRIVADOS

Uno de los cuestionamientos que desde algunos sectores de la oposición se le hace al Gobierno de Ibarra es que utilizaría a AUSA para realizar subcontrataciones por medio de ella con el objeto de evitar las licitaciones públicas. Es que AUSA se maneja por un régimen que le permite realizar licitaciones privadas -compulsas de precios a sobre cerrado entre varios oferentes determinados en forma excluyente- cuando la contratación, prestación de servicios, adquisición o ejecución de obras resulta de un monto superior a 50.001 pesos y hasta la suma de 500.000 pesos. Cuando los montos superan esa cifra sí debe llamar a licitación pública y anunciarlo en dos diarios de circulación masiva y en el Boletín Oficial de la Ciudad.

"Tenemos más controles que cualquier secretaría de Gobierno", asegura Rossi al ser interrogado sobre este punto. Y añade: "Nos controla la sindicatura propia de la empresa, la auditoría externa contratada por AUSA, y también la sindicatura y la auditoría de la Ciudad". Al mencionársele el Grupo Roggio como uno de los beneficiarios que generalmente suele mencionarse en este juego de sospechas, el presidente de AUSA no duda en afirmar ante este medio que "ninguna de las empresas contratadas para estas obras" pertenece a ese holding. "Además, las obras que realizamos no tienen nada que ver con un bacheo electoral -continúa Rossi-; la calidad del asfalto y de las obras las controla la Universidad de La Plata".

Las obras de bacheo superficial fueron adjudicadas a: BETON VIAL en 85.428 pesos (zona uno), COVYC S.A. en 111.530 pesos (zona dos), ALTOTE en 100.914 pesos (zona tres), VIANI en 104.404 pesos (zona cuatro) y VIALMANI en 96.930 pesos (zona cinco).

Las tareas de bacheo profundo fueron otorgadas a: RICAVIAL en 148.196 pesos (zona uno) y 100.881 pesos (zona tres), EQUIMAC en 159.658 pesos (zona cuatro), COVYC S.A. en 110.450 pesos (zona seis), VEZZATO en 142.939 pesos (zona siete) y VIALMANI en 146.376 pesos (zona ocho). La zona dos no fue adjudicada porque se presentó un solo oferente y la zona cinco aún no fue licitada.

Los trabajos de bacheo en hormigón fueron adjudicados a: COVYC S.A. en 85.720 pesos (zona uno), 94.075 pesos (zona cuatro) y 91.338 pesos (zona seis), VEZZATO en 85.720 pesos (zona dos) y 68.400 pesos (zona siete), BETON VIAL en 66.482 pesos (zona tres), SEPEYCO en 106.441 pesos (zona cinco) y VIALMANI en 122.885 pesos (zona ocho).

En cuanto a las obras de repavimentación en el área central, las tareas de recapado fueron adjudicadas a EQUIMAC en 365.464 pesos. La misma empresa obtuvo las obras de fresado -en 239.149 pesos- y parte las de cunetas, en 200.832 pesos. La reparación del resto de las cunetas del área fueron adjudicadas a COVYC S.A. en 159.675 pesos.

"El 20 y el 27 de enero se llamó a dos licitaciones públicas para repavimentar el resto de la Ciudad. Se trata de 114 y 171 cuadras respectivamente. En este caso las licitaciones son públicas porque los montos son mayores", argumenta Rossi. La inversión prevista para la segunda etapa es de 30 millones de pesos y el plazo de las obras, 90 días. Las adjudicaciones se realizarían el 10 de febrero, para la primera licitación, y el 17 de ese mismo mes, para la segunda.

Rossi está convencido del potencial de la empresa y la describe como "una herramienta de gestión fenomenal". "No hay ningún motivo que pueda hacer dudar de cómo se maneja AUSA. Además -remata- los directores somos responsables con nuestro patrimonio si quiebra".

EL CAMINO DE LOS SUEÑOS

También se están realizando trabajos de repavimentación en dos de las cinco autopistas que administra AUSA: la 25 de Mayo y la Perito Moreno. Son casi 140 mil metros cuadrados a reparar debido a que la capa asfáltica, por los años, está gastada y puede generar falta de adherencia de los autos que allí transitan sobre ella.

A diferencia de las tareas de repavimentación y bacheo en calles, en cuyo caso el Gobierno porteño contrató a AUSA y ésta a su vez le paga en obras parte del canon que debe abonar por la concesión de las autopistas, los arreglos de las mismas se solventan con el 30 por ciento de la recaudación que queda para la empresa por su explotación, debido a que se trata de tareas de mantenimiento que debe realizar la compañía. "No tenemos previsto aumentar los peajes", sentencia Rossi. "Es más -agrega- durante el último año le rebajamos los peajes al tránsito pesado". Sin embargo, más allá de las intenciones de Rossi, la decisión final de incrementar o no dependerá del Poder Ejecutivo.

Las obras de repavimentación comenzaron en enero y tienen un plazo de realización de tres meses. Los trabajos se realizan de lunes a viernes de 22 a 6 para evitar problemas en la circulación. Las repavimentaciones fueron adjudicadas mediante licitación pública a la empresa COARCO. "En este caso, si bien AUSA le provee la materia prima, la propia empresa pavimentadora tiene una planta mezcladora de asfalto en la que procesan el material. Las obras están presupuestadas en 2.200.000 pesos", señala Rossi. Luego de dos horas y media, decidimos dar por finalizada la entrevista. Es hora de tomar la autopista y regresar hacia donde partimos.

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