"No se puede armar una alianza opositora de cualquier manera"

"No se puede armar una alianza opositora de cualquier manera"

Por Laura Di Marco


El ingreso a la política le hizo bajar el optimismo al filósofo y senador capitalino por la Coalición Cívica, Samuel Cabanchik: así resume cómo vivió el pasaje desde los claustros de la academia, cuando fue electo en 2007, a los avatares de la política criolla.

"Lo que me hizo bajar el entusiasmo es esa forma de hacer política que tiene la Argentina: no moverse un centímetro de las posiciones -confiesa-. Esa cultura de no ceder hace que resulte muy difícil que salgan los proyectos. En este período, en el Congreso, me quedó claro que no se pueden aportar ideas o cambios al oficialismo desde la oposición porque los proyectos son cajoneados; y por eso es importante hacer un acuerdo programático amplio desde la oposición. El Congreso necesita diversidad y una oposición que obligue al kirchnerismo a debatir. Y no sólo por nosotros sino por la salud del sistema democrático".

En la entrevista de NOTICIAS URBANAS, el dirigente porteño de CC aseguró que para que una fuerza opositora se arme de manera exitosa, hay que construirla con tranquilidad y coherencia. "Vamos a necesitar tres pilares, porque evidentemente no se puede construir de cualquier manera: un acuerdo programático, acciones conjuntas y compromisos públicos".

-Pero están bastante lejos de esos tres pilares…

-Sí, claro. Esta fuerza amplia debe construirse desde la cohesión y la coherencia. Por ahora es incipiente. Es muy difícil sacar conclusiones sobre qué va a pasar. La idea es hacer un acuerdo legislativo, ver cómo funcionamos con los acuerdos en temas centrales.

-¿La posición frente al campo podría ser un tema central?

-Sí, por ejemplo. No se puede estar en un mismo espacio o fuerza si se vota diferente en temas estratégicos y centrales. El campo sería uno de ellos. La reforma política, otro.

-Estamos de acuerdo. Y eso fue lo que hizo Cobos; sin embargo, ustedes lo quieren en el espacio que están conformando, ¿no es un poco contradictorio?

-Creo que Cobos debe estar visible siempre y dar a conocer su posición porque hasta ahora, con la excepción del campo, no se diferenció mucho del oficialismo. Precisamente, creo que el Parlamento es una oportunidad para ver cómo funcionamos en la práctica y si acoplamos bien el radicalismo, el socialismo y nosotros. Por mi experiencia en el Senado, hubo muchas coincidencias. Pero esas cosas no pueden forzarse.

-Le voy a decir que es difícil ahuyentar el fantasma de la Alianza cuando se habla de fuerza antikirchnerista. Macri dice que no es sano amontonarse?

-Yo lo pondría en el contexto de lo que hablábamos antes: se trata de un acuerdo que hay que construir con tranquilidad, un acuerdo legislativo. Paso a paso, como diría Mostaza Merlo.

-Cabanchik parafrasea al filósofo Merlo. Mire si lo vieran sus alumnos.

-Quién diría? pero finalmente es toda una filosofía de construcción. En la Argentina faltan foros y tiempo para construir una política con la necesaria densidad. Todo se transmite rápido, a través de los medios de comunicación y eso hace débiles las construcciones. Un programa de televisión no es un foro de debate; el Parlamento sí lo es y allí apuntamos.

-Cuando Lilita dice que quiere incorporar a López Murphy a la fuerza opositora que está armando porque es honesto, aunque no coincida con muchas de sus ideas, ¿no es eso forzar un acuerdo? Cuando usted habla de compromiso público y acción conjunta, se supone que debe haber valores comunes.

-Creo que en la Argentina, lo normativo, la moral, no es una cuestión menor. En nuestro caso, la ética es una dimensión de la política. Ahora, efectivamente, se trata de una condición necesaria pero de ninguna manera suficiente. Ese encuentro hay que llenarlo después de contenidos.

-Alfonso Prat Gay, desde la economía, viene a darle un poco de racionalidad a una Lilita que, por momentos despierta desconfianza cuando sale con sus alusiones místicas.

-No me gustaría verlo así porque eso significaría que se trata de un maquillaje. Alfonso aporta, como otros, a un espacio común. Es una figura central para la Ciudad y descontamos que la Coalición va a ganar las elecciones de este año en el distrito. Por otra parte, es claro que somos la única oposición al macrismo.

-Es decir que cuando habla de fuerza opositora nacional, deja de lado al macrismo.

-Bueno, en el Senado no hay representantes del macrismo, así que no he tenido oportunidad de coincidir con ellos. Sé que nuestros legisladores, en Diputados, sí han coincidido y votado en conjunto con PRO. De todos modos, hay que ver cómo Macri perfila su fuerza. Si por ejemplo, se va a apoyar en el peronismo privilegiándolo por sobre el radicalismo y el socialismo, nuestras veredas se separan.

-Le cambio de tema. Ante las manifestaciones contra Israel de Luis D?Elía, los dirigentes de la colectividad judía le pidieron al Gobierno que se pronuncie porque, según evalúan, se trata de un acto de discriminación. Sin embargo, la titular del INADI, opinó que D?Elia expresa una posición política y no discriminatoria, ¿cómo lo ve usted?

-En principio, creo que el Gobierno debería pronunciarse claramente sobre las manifestaciones de D?Elía y cuál es su relación con él. D?Elía es un hombre violento, lamentable, que no sólo le hace mal al Gobierno sino a la sociedad argentina con sus actos de intolerancia. Y digo que debería aclarar su posición porque, si él está a favor de Hamas, deberíamos decir que esta organización no sólo es una organización política sino también armada. Está a favor de la lucha armada para obtener sus reivindicaciones. Entonces, si D?Elía pertenece al Gobierno, el Gobierno debería fijar una posición. Es un tema grave como para frivolizarlo.

-¿Cree que se trata de una manifestación antisonista o antisemita?

-Hay mucho antisemitismo escondido detrás de posiciones antisionistas. Hay que tener cuidado con eso.

-Como integrante de la colectividad judía y político, ¿cuál es su posición personal frente al conflicto de Medio Oriente?

-Envidio a la gente que puede ponerse de uno y otro lado, sin mayores dudas. Yo tengo muchas dudas porque creo que hay violencia de los dos lados. El tema es lo suficientemente complejo como para tomar posiciones fáciles y simplistas desde la Argentina. En lo personal, mi posición es de duda y ambigüedad.

(PUBLICADO ORIGINALMENTE EN EL SEMANARIO NOTICIAS URBANAS Nº 173, DEL 29/01/09).

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