"Existieron incumplimientos por parte de la contratista de la obra (o sea la cooperativa de construcción Jorge Canelles) que están en vías de subsanarse", afirmó el titular de la Corporación Buenos Aires Sur, Humberto Schiavoni (ver foto), en una carta remitida con celeridad a la cooperativa textil La Alameda con quien horas antes el funcionario porteño de origen misionero mantuvo una reunión de una hora, a raíz de un artículo de NOTICIAS URBANAS donde se da a conocer los manejos de Corporación Sur respecto a la inauguración del Polo Textil, que permitirá emplear a 200 costureros llevándose todo el lucro los trabajadores gracias a la gestión cooperativista.
"Teniendo en cuenta el informe del inspector de la obra Norberto Cattaneo estimamos que en un plazo de veinte días estaremos en condiciones de finalizar los trabajos que permitirán poner en funcionamiento el Polo Textil", concluye la carta de Schiavoni a la que accedió NU luego del acuerdo logrado por el Gobierno de la Ciudad con La Alameda frente al responsable del Polo Textil por el Instituto de Tecnología Industrial (INTI), Hernán Zunini, y el aliado de los costureros que es referente de los cartoneros en el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), Juan Grabois.
La promesa, verbal y por escrito, de la aceleración de las obras en el Polo Textil significa dar marcha a tras con la movilización ante la sede de Corporación Sur prevista para este miércoles, por la tarde.
UNA NEGOCIACIÓN DURA Y FRUCTIFERA
Pese a que la protesta no se realizara, los encumbrados funcionarios PRO tuvieron que oír las críticas sobre su desempeño en la erradicación del trabajo esclavo.
"Nos preocupa la política del macrismo en general ante el trabajo esclavo porque no sólo mostró desidia en la terminación del Polo, sino además no reglamentó, ni presupuesto la ley de Asistencia a la Víctima de Trata y encima realizó miles de inspecciones a lugares espantosos que no derivaron en ninguna denuncia penal, ni comprometieron a ninguna marca ante juzgados federales, ni siquiera el caso de la empresa de ropa deportiva AVIA, cuyas prácticas en un taller fueron vistas por dos millones de personas en un informe televisivo", manifestó a NU Gustavo Vera, presidente de la cooperativa textil que desde el incendio del taller textil en Caballito ganaron un lugar de referencia en el tema.
En la oficina principal de Corporación Sur escucharon a Vera, el presidente de Corporación Sur Humberto Schiavoni, el gerente general Juan Langton y el supervisor de la obra, Norberto Cattaneo.
Las diferencias por el Polo Textil del Gobierno capitalino no es solo con La Alameda, incluye al INTI y a dos entidades de fuerte peso, como son Caritas y la Fundación Judaica, quienes están acompañando el proceso. La primer entidad religiosa, en el rol de conformar una de las seis cooperativas, y la otra, en conseguir fabricantes que compren a precio sustentable lo que produzcan los costureros sin patrón.
LA POSTURA DE SCHIAVONI
Schiavoni sostuvo que el primer retraso de la obra se debió a ampliaciones pedidas por los técnicos de la Corporación Sur y del INTI que permitieran su correcta habilitación. Con respecto al de 90 días inicial de la obra era ?irreal? y que es cierto que la cooperativa Jorge Canelles ?no estuvo a la altura de las circunstancias y que se atraso muchas veces por problemas ajenos al Polo?.
Desde Corporación justifican que podrían haber rescindido el contrato, pero eso hubiera provocado un conflicto legal que hubiese paralizado aun más las obras en curso por el sistema burocrático de contrataciones.
El dato más significativo fue cuando se refirieron los funcionarios sobre la operatoria de la contratista. ?Muchas veces se ponía plata a un barril sin fondo porque la cooperativa lo usaba para gastos en otras obras como capital de giro. Entonces resolvimos hace meses comprar los materiales cash y descontárselo de los anticipos financieros?.
UN AÑO DE PACIENCIA
La finalización de la obra en el Polo Textil, ubicado en Melgar 38/48 barrio de Barracas, originalmente tendría que haber concluido por marzo de 2008 y que luego de las ampliaciones, tenía fecha máxima para setiembre de 2008.
En el camino decenas de costureros esperaron inútilmente la apertura del Polo, muchos de los cuales lograron entrar en fábricas en blanco y otros regresar a talleres clandestinos, ante las sucesivas postergaciones del proyecto.
El retraso provocó desarme de las cooperativas, desmoralizar a los vapuleados costureros y produjo además un lucro cesante al INTI, que depende del Ministerio de Economía Nacional, por pago de impuestos, tasas y servicios de un lugar desierto.
La situación se agravó para la industria textil al calor de la crisis internacional. Los despidos y suspensiones en la industria formal a la orden del día y los despidos constantes y sistemáticos en los talleres clandestinos.
Una vez en marcha el Polo Textil tendrá el gran desafío de conformarse como modelo alternativo a la gran industria de la indumentaria, que cuenta con 85 marcas de primer nivel denuncias tanto por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad como por Procuración de Gobierno (durante la gestión anterior) ante la justicia federal por sustentarse en la reducción a la servidumbre y tráfico de personas indocumentadas.