El peronismo se rearma

El peronismo se rearma

Dejando atrás a Alberto Fernández, los peronistas porteños comienzan a reorganizar el espacio para enfrentar a Mauricio Macri en las próximas elecciones. Los pormenores de la conformación del equipo que sale a la cancha.


El hombre paseaba por Londres bien acompañado, dio su charla en la Universidad de Oxford, en las que le fue mejor de lo esperado, buscaba distancia de tanta presión de tantos meses o años, pero no podía con su genio y los llamados se sucedían a los celulares porteños. Intuía que el espacio que antes comandaba haciendo chasquear sus dedos estaba moviéndose en las sombras y que sólo los leales le contaban la verdad, pero ahora eran son pocos y la información escasa. Alberto Fernández supo de inmediato que todo lo que era fácil de lograr ahora se transformaba casi en un imposible, que la mayoría de sus súbditos le atienden el teléfono en el mejor de los casos por cortesía y que lo que viene creciendo es algo que definitivamente no lo contiene. Es jaque mate y lo sabe.

Nada en la política argentina es tan rápido como la reorganización del peronismo -también en su variante kirchnerista- cuando cae en desgracia un determinado esquema de conducción. Por supuesto que cada sistema tiene nombre y apellido y en este caso es el fin de la conducción de Alberto Fernández. Los tiburones esta vez, sin embargo, no parecen moverse por la sangre sino por la necesidad de no dejar un distrito tan importante sin conducción ni un minuto más ante un desafío electoral. A rey muerto, príncipes puestos y son varios. Veamos.

Los nombres que vienen llegando no son nuevos ni ajenos al distrito sino que provienen de una larga lista de desplazados, destratados, desatendidos o simplemente de quienes estaban en desacuerdo con la conducción radial que tenía el Tío Alberto hacia la Ciudad. Alguien definió ese sistema radial como "electrificado" para que los rayos no se tocaran. El esquema era muy fácil, la preferencia en cualquier contingencia electoral era siempre para el clan Ibarra, algo que puede llegar a sincerarse del todo en el caso que el ex jefe de Gabinete se sienta despechado y despojado del trono justicialista. Alberto ya le ha comentado a más de un allegado algo así como "si me rompen mucho las pelotas, me voy con Ibarra y listo". Veremos qué pasa a futuro y qué dice Ibarra. Para la Legislatura, sus ojos, oídos y voz pertenecían a Diego Kravetz, un jefe que sólo a los tumbos logró mantener en la última etapa el bloque a flote, gracias a la ayuda brindada para la cohesión del mismo del otro "pesado" de la bancada, el dirigente peronista Juan Manuel Olmos. Pero la salida de Alberto fue demasiado para Kravetz, al que se lo nota incómodo en la foto actual de Perú 130. Sin embargo, su reunión con Kirchner el último miércoles, quien lo invitó a sumarse al esquema del peronismo ampliado, le dio una bocanada de oxígeno de cara al futuro.

El SUTERH de Víctor Santa María es un mástil de quebracho que no se rompe en las peores tormentas y es allí donde acuden buena parte de los dirigentes cuando éstas estallan. Los más débiles se aferran al mástil hasta que amaine mientras que otros dirigentes más avezados llegan a Venezuela al 300 con ideas o planes elaborados. La vieja Comisión de Acción Política fue la consigna que esgrimió Guillermo Oliveri en una de las primeras reuniones con Santa María para reorganizar el distrito. Este último venía de reunirse junto a Juan Pablo Schiavi en Olivos con el ex presidente Néstor K, que les había recomendado abrir lo más posible la oferta oficialista para poner en sintonía a la Ciudad con el resto del país.

El nombre de CAP no gustó por su reminiscencia menemista, pero sí la idea, a la que luego se llamó Mesa de Enlace pero como remitía a la del campo, a pesar de que la primera reunión (cena) ya tiene fecha, el lunes próximo en el SUTERH, la denominación del espacio brilla por su ausencia. "Es lo menos importante", dijo uno de ellos a NOTICIAS URBANAS. También hay conciencia de que se necesita generar un ámbito de políticas definidas y claras como hace tiempo no tienen los K porteños, que eviten que Néstor Kirchner reitere la radialidad como método de conducción. "Te imaginás que si con Alberto el problema era difícil, a Néstor cómo le decís que no", razonan quienes abonan el crecimiento de este grupo.

Algunas declaraciones de Jorge Telerman parecen contradictorias con este espacio, pero el Pelado es otro gran protagonista de esta novela. Luego de su excursión a las tierras de Barack Obama, le dedicó el tiempo necesario a bordar su desembarco en la política vernácula, teniendo diálogos con los principales referentes de esta política, aunque después -fiel a su estilo- declare todo lo contrario. Hombre difícil por su personalidad pero conciliador y de consensos, Telerman es sabedor que los números le sonríen en las encuestas, y acepta por ello sin resquemores este colectivo de destino incierto pero indispensable para evitar la dispersión rumbo al 2009. Aún sin haber confirmado su presencia el lunes, al Pelado lo consideran "adentro".

Los más expertos en los números del distrito coinciden en que este proyecto político más amplio puede recuperar el porcentaje histórico de los votos del peronismo en la Capital, alrededor de un 25 por ciento, en un escenario donde el kirchnerismo viene muy golpeado por la inflación no reconocida, el conflicto con el campo y la recesión que ya se nota. Hasta dónde peronismo y hasta dónde kirchnerismo, es una de las dudas que se develarán en las primeras escaramuzas. La política de frente tampoco está descartada: una vez que se acomode esta locomotora se supone que irán por el resto del tren.

Los sapos para Alberto continúan con Rafael Bielsa y Ginés González García, dos candidatos luego repudiados por la cúpula K y que vuelven para aportar a esta nueva mesa. La confirmación de Bielsa ya está y Ginés depende de un viaje a Buenos Aires que debe hacer desde su morada en Santiago de Chile, donde reviste como embajador argentino. También estará presente desde el inicio Roberto Digón, el histórico dirigente tabacalero (fundador de la Comisión de los 25) y también de Boca Juniors (enfrentado a Macri), de estrecha relación con Santa María. Otro integrante de extracción sindical es Andrés Rodríguez, de UPCN, un referente clave en la Ciudad de Buenos Aires. Aunque con buena llegada al Gobierno, sin embargo, no encabeza la lista de los aliados a Olivos. El "Centauro" viene participando activamente hace años en el PJ de la Ciudad y su gremio es una de las sedes más visitadas en las cumbres peronistas. Completa el cuadro mayor.

Todos saben que Schiavi es hombre de confianza de Julio De Vido, como también que Claudio Heredia cuenta con el aval de Carlos Zannini en esta aventura porteña, ambos del ala pingüina enfrentada todos estos años al Tío Alberto. Heredia, quien fuera estrecho colaborador de Alberto, entiende que "el peronismo está disperso y el kirchnerismo también; si queremos evitar la diáspora, es el momento de reagrupar y redefinir políticas entre todos los sectores que mantenemos mayor o menos afinidad con el Gobierno nacional", remata.

Los legisladores que participarán del encuentro serán Juan Manuel Olmos y Juan Cabandié, el primero en su condición de "hombre fuerte" del bloque K y el segundo por un expreso pedido que le hizo el ex Presidente de la Nación a Santa María en ocasión del encuentro de Olivos. "Esta primera reunión no es definitoria sino exploratoria, ya que la idea es plantear la discusión política, agotarla y enfrentar los comicios de año que viene con una propuesta clara y atractiva para el electorado porteño", explican quienes convocan. Será entonces la tarea de estos dos legisladores, uno tiene que repetir mandato (Olmos), el otro no, los que deban articular en esta primera etapa la política de este reagrupamiento con el desenvolvimiento legislativo del espacio para darle coherencia y eficiencia al rumbo opositor a Macri.

Carlos Heller, Daniel Filmus y hasta el mismo Eduardo Valdés sonaron en algún momento para ser sumados, pero según pudo averiguar NU, no será éste el encuentro. Hubo otras reuniones y otros nombres, pero el campeonato lo empiezan estos once.

"Esperamos que esto sirva para presentar no sólo un espacio atrayente para el 2009 sino para conformar una alternativa seria de poder para suceder a Mauricio Macri", fue la conclusión de quien será anfitrión el lunes próximo. El peronismo no llegó a ver sangre, pero la olió y armó de nuevo. Jugaron rápido y sin señas, todavía sin nombre pero sí con nombres propios. El lunes empiezan el camino en busca de la política perdida.

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