Basta una frase para definir a Néstor Grindetti: es quien maneja los números del gobierno de Mauricio Macri. NOTICIAS URBANAS lo entrevistó este último martes en su oficina ministerial, mientras una pantalla de televisión LCD, colocada al lado de un banderín grande de Independiente, escupía frenéticamente números de los mercados internacionales.
-¿Cómo afecta a la República Argentina y a la Ciudad la crisis económica mundial?
-Yo tengo 53 años y la verdad es que nunca vi tan fenomenal crisis como la que se viene en los próximos meses. Es de tal magnitud que nadie puede predecir exactamente lo que va a pasar. Vamos camino hacia una recesión muy fuerte a nivel mundial y, lejos de lo que dijo la Presidenta, que nosotros estábamos vacunados contra este problema, nos va a afectar.
-¿Dónde van a notarse los primeros síntomas?
-En el área de exportación ya se notó. La industria automotriz, que -junto con la fabricación de caños para petróleo- era la que venía dándole combustible a la economía, ya se cayó. Brasil va a comprar menos autos. Entonces, el primer sector afectado va a ser la exportación de productos con valor agregado. Después, si como todos piensan, va a haber recesión en Estados Unidos, Europa y Asia, también va a caer la demanda externa de productos primarios. Ya se demostró con la caída general del precio de la soja, del precio general de los commodities. ¿Eso qué origina? Primero, menos actividad en la Argentina, porque si exportamos menos, vamos a tener que acumular stock y en algún momento producir menos. Eso genera desocupación, menos consumo y un círculo vicioso. Por otro lado, y ahí es donde veo yo el grave peligro, el Gobierno nacional, que ha basado su política económica en el incentivo del consumo, va a ver mermados fuertemente sus ingresos porque van a caer las retenciones. Y no se ve que el gasto público a nivel nacional esté bajando a la misma velocidad que suponemos que van a caer los ingresos. Entonces entramos en otro problema muy serio, que puede ser entrar en una situación de déficit fiscal, que en este contexto sería explosiva.
-¿Va a haber más inflación?
-No, la inflación la vemos bajando no por virtud de la política económica sino por enfriamiento de la economía. Creo que el Gobierno nacional no tiene una estrategia. No sabe a dónde quiere ir. Toma medidas de acuerdo a los titulares de los diarios y al humor del ex Presidente Kirchner. Reacciona tardía y extemporáneamente. Volviendo al origen, yo creo que era inevitable que nos contagiáramos del problema mundial. Pero además de eso, es como si hubiera un fuego incipiente y vienen los muchachos y le tiran alcohol. Porque a nosotros la crisis por ahí no nos pegaba por el lado financiero. Pero se levantaron un día y dijeron: "No nos dan las cuentas del año que viene, manoteemos las AFJP". Yo creo que nunca vi una cosa tan grave como ésta. Esto es peor que el corralito. Esto es meterle la mano en el bolsillo a la gente. Y además destruyeron el mercado de capitales, con lo cual hoy tenemos un cero por ciento de posibilidades de acceso al crédito en la Argentina. Que alguien venga y diga "quiero poner una fábrica, ¿quién me la financia?". Nadie. Destruyeron el mercado de capitales, porque esos 30 mil millones de dólares que tenían las AFJP estaban en acciones de empresas, había plazos fijos, tenían títulos del Gobierno, estaban diversificados. Yo miraba ayer el rendimiento de un bono argentino. El que lo aguanta hasta el final se gana el 80 por ciento. Es un precio de default absoluto. Además, lo que es increíble es que la curva de precios está al revés. Hoy está más caro el costo de un bono que vence el año que viene que el de otro que vence dentro de diez años. ¿Y eso por qué? Porque se sabe que el año que viene van a defaultear. Y eso no lo digo yo, lo dice el mercado. Lo dicen los números.
-¿En qué afecta a la Ciudad este marco que usted señala?
-Hoy nos es imposible salir al mercado. Llevaron a la Ciudad, que está impecable en sus números, a que no pueda acceder a un crédito razonable y barato.
-¿Qué medidas se deben tomar para elaborar el Presupuesto porteño, frente a un panorama tan desalentador como el que usted pronostica?
-Es claro que se va a resentir la inversión en la obra pública. Dentro de este marco, vamos a priorizar la inversión en Educación y Salud. Y en lo que es gasto corriente, también vamos a priorizar Educación, Salud y Desarrollo Social, donde además tenemos que prever que la situación social el año que viene puede ser mucho peor que la de ahora. Y debemos armar los números para que prioridades como la policía propia se sigan manteniendo. Va a haber un achatamiento de la obra pública para lo que resta del año y para el año que viene.
-Cuando se envió el Presupuesto a la Legislatura se hablaba de que se iba a pedir un endeudamiento para el año que viene. ¿De cuánto se trata?
-Son alrededor de 1.500 millones, de los cuales 300 ya están aprobados por la Legislatura: 150 para el Maldonado y 150 para el parque hospitalario. Del resto, son 300 millones para subterráneos, 700 millones para un bono que pensábamos emitir para cancelar la deuda que vencía el año que viene, y después unos 150 millones más que es lo que llamamos la isla ecológica, que es una obra también vinculada al Maldonado. La idea nuestra es que la Legislatura nos apruebe la estructura del Presupuesto y después, si está la posibilidad del endeudamiento, ir cada vez con una ley aparte, como hicimos este año.
-Pero por la crisis, ¿los mercados internacionales no van estar peor para tomar deuda?
-Hoy la gente está retirando del mundo dólares y se los está guardando, pero en algún momento eso va a tener que fluir al mercado. Ahí, uno o varios escalones más abajo de la actividad económica, habrá un mercado financiero y desde el punto de vista macroeconómico sería muy importante que, bajada la cresta de la ola, en una situación de recesión, la Ciudad pudiera tomar deuda en el mercado internacional para hacer obra pública, porque eso dinamizaría a la economía argentina. Ahí empezaría el círculo virtuoso.
-¿Toda la toma de deuda de la Ciudad requiere un aval del Gobierno nacional?
-Solamente si es con un organismo de créditos multilaterales, como el BID o el Banco Mundial. El bono (NdR: se refiere al Fondo de Infraestructura Social, una toma de deuda aprobada por la Legislatura meses atrás) no lo necesita. Lo que necesita el bono es que la Nación diga que la Ciudad cumplió con la Ley de Responsabilidad Fiscal, algo que nosotros hicimos con holgura. Y eso hace tres meses loe estamos esperando. Por eso nos indigna, porque en realidad es un visto, no es una aprobación.
-¿Usted cree que esa demora del Gobierno nacional es una jugarreta política?
-Totalmente. Como ellos están mal, quieren que estemos mal nosotros. Eso demuestra lo mezquino de la actitud política del Gobierno nacional, porque es una decisión que no perjudica al gobierno de Macri, perjudica a los vecinos. Si ellos lo hubiesen aprobado, hoy tendríamos los 1.500 millones y estaríamos haciendo las obras, con lo cual, la industria de la construcción en la Ciudad no se paraba.
-Usted señaló que la variable de ajuste no pasaba por las áreas sociales. Sin embargo, la oposición denuncia una alarmante subejecución presupuestaria del Gobierno porteño en sectores como Educación y Salud. ¿Qué puede decir acerca de eso?
-Yo estoy preparándome para cuando la oposición vea los números en serio, por eso hasta ahora no salí a contestar. Lo explico rápido: el presupuesto es anual, no se muestra por mes. En los primeros meses el Gobierno no puede invertir, tiene primero que analizar, llamar a licitación, adjudicar, eso lleva tiempo. Todos los gobiernos pegan un salto en la curva de inversión hacia el final del primer año. Algunos, recién en el segundo. Nosotros, en términos nominales, en pesos, dinero, actualizado a la misma fecha, llevamos invertido más que todos los gobiernos anteriores. Que la oposición siga hablando de subejecución, que a fin de año vamos a ver quién tenía razón. Ahora, que este bono no entre, sí nos va a llevar a bajar la ejecución.
-¿Usted dice, entonces, que el 8 por ciento de ejecución en infraestructura educativa que denuncia la oposición es falso?
-No sé de dónde sacan ese número. Sí, es falso.
-También se lo criticó por haber centralizado las compras de los hospitales.
– Hay una decisión política del jefe de Gobierno, que comparto, acerca de que es más eficiente comprar centralizado. Si concentro las compras de los hospitales en la negociación del precio obtengo uno más barato. Segunda cuestión: si yo logro hacer una compra grande y le digo al hospital "cuando quieras algodón pedile al productor dentro de esta orden de compra abierta que te entregué", el hospital puede hacer el pedido y yo le controlo el consumo. Ahora, esto que es tan sencillo con el algodón es mucho más complicado cuando pasás al amoxidal o a medicamentos que yo no puedo ni pronunciar el nombre. Entonces, cuando se implementó la compra centralizada, nos encontramos que hay una complejidad cierta en Salud, y además con un sistema al cual le estábamos tocando varios intereses. Por eso decidimos empezar a partir de enero del año que viene. No se llegó a comprar centralizado sino que en el medio del camino dijimos: "Vamos a dejar que los hospitales sigan comprando".
-Pero hubo denuncias de que en los hospitales faltaron insumos precisamente a partir de la centralización de las compras…
-Reitero lo que dije: no las llegamos a centralizar. Lo intentamos en unas cosas menores para probar. En el medio viramos. A pesar de eso decían que faltaban cosas. Yo no soy de sacarme las responsabilidades de encima, pero esto no es un problema de Hacienda. Vos me dirás: "¿Es un problema del Ministerio de Salud?". Habría que preguntarle al ministro de Salud. Yo creo que tampoco, porque (Jorge) Lemus me dijo que no faltaban medicamentos. Si ocurrió algún hecho puntual, habría que ver por qué pasó.
-Sin embargo, Noticias Urbanas recorrió algunos hospitales y comprobó que fehacientemente faltan insumos. Entonces, sí, preguntamos: ¿es responsabilidad del Ministerio de Salud?
-De Hacienda no es. Yo asumo la responsabilidad de la decisión, compartida con el jefe de Gobierno, de centralizar porque es más eficiente. Se va a comprar el 70 por ciento de los productos de forma centralizada. El 30 por ciento restante, que son cosas muy especiales, lo seguirán comprando directamente los hospitales. Son cosas muy específicas que no se compran en cantidades industriales.
-¿El sistema de compras centralizado es sólo para Salud?
-No, es para todo. Lo que pasa es que donde estaba más descentralizado era en Salud. Para otras áreas ya rige. Y lo que también vamos a hacer, que es algo más ambicioso y nos va a llevar un año y medio, es ir a un sistema, parecido al chileno, de compras por Internet. Ya licitamos el software y estamos en etapa de adjudicación. La idea es que la primera compra electrónica se haga entre mayo y junio del año que viene. Y que para fin del 2009 estemos en el 60 por ciento, para concluir con la totalidad en el 2010.
-De la ampliación de los subtes, mejor nos olvidamos durante el año que viene…
-El año que viene, si se tranquilizan los mercados, recién podríamos empezar a pensar en arrancar con la ingeniería. Sí, vamos a estar un año atrasados.
-¿Se viene el impuestazo 2009?
-¿Impuestazo? No.
-Pero trascendió que van a aumentar el impuesto a los ingresos brutos.
-Lo único que hay es un ajuste de algunas alícuotas en sectores muy puntuales que, entendemos, tuvieron los mejores ingresos en los últimos años y que tienen que contribuir a que esta Ciudad levante. Se trata de bancos, hipermercados, industria de la construcción. Aumentamos la alícuota, pero siempre manteniéndola por debajo de la Provincia de Buenos Aires, para evitar que la producción emigre.
-O sea que no va a afectar el bolsillo del ciudadano común.
-No, no se aumentan ABL ni patentes. Y en el caso de Ingresos Brutos, hemos buscado industrias que difícilmente trasladen el incremento a los precios.
-¿Cómo ve la perspectiva de los temas interjurisdiccionales con la Provincia de Buenos Aires?
-Hay una asimetría muy grande. Es lo mismo que si vos tenés tu casa ordenada, cuidás tus ingresos, guardás la platita y al lado tenés un vecino que te tira el agua y te dice "dale de comer a mi hijo porque no le puedo dar". Es tan grande la asimetría entre una Ciudad de Buenos Aires ordenada y superavitaria y una Provincia que ya tiene no sé si tres mil o cinco mil millones de pesos de déficit, que es imposible, en mi opinión, pensar en articular proyectos a largo plazo. La Nación le da plata a la Provincia para que no haya ruido, no para que haga obras con nosotros.
-Le cambio de tema. ¿Cómo ve el 2009?
-Todavía ni nos pusimos a hablar sobre quién va y quién no. Estamos metidos en la gestión. Y también hay que ver cómo llega el país. Si quieren una definición macro, a muchos nos gustaría ver a Mauricio presidente en 2011.
-Algunos cuestionan que al gabinete le falta, más allá de gestión, densidad política.
-¿Pero qué es hacer política? Vamos al ejemplo de los maestros. Mauricio dijo: "Ojalá pudiera pagarles lo que quieren, pero no puedo". ¿Es impolítico eso? Dijo la verdad. También dijo: "La verdad es que en la Ciudad va a haber inundaciones hasta que no terminemos las obras del Maldonado". La gente le cree. A lo mejor estamos cambiando la forma de hacer política. Y si estamos logrando eso, estamos cumpliendo uno de nuestros objetivos primarios. A lo mejor deberíamos redefinir qué es hacer política. Y a lo mejor el macrismo lo está haciendo. Lo que a nosotros no nos sale es la rosca política.
-Ya que mencionó el caso de los docentes, la Legislatura le otorgó a Macri la posibilidad de redefinir partidas para hacer frente al reclamo salarial y él no quiso. ¿Qué opina de eso?
-Nosotros tenemos una responsabilidad política que es la de ejecutar el presupuesto tal como fue aprobado. ¿Por qué yo le voy a sacarle, por ejemplo, a un comedor para dar un aumento a los maestros, que además, ya recibieron uno este año?
-Pero Grindetti, la idea no era quitarle a los comedores, sino que Macri utilizara partidas que no se iban a ejecutar de acá a fin de año…
-Es que nosotros sostenemos que de acá a fin de año, y mucho más con la falta del bono, no tenemos más plata. A mí me parece que es loable la actitud del Legislativo de decirle al Ejecutivo, "si quieren, háganlo". Y es responsable la actitud del Gobierno, que dice "no puedo".
-¿Pensaban que detrás de un eventual aumento a los docentes iban a venir reclamos de otros sectores?
-Seguro. Es más, de este acuerdo que nosotros hicimos con los maestros ahora, alguna cosa vamos a tener que replicar con Sutecba. Es justo, sino ¿qué? ¿Al que viene y me corta la calle le aumento y al otro no?
PALO PARA OLIVERA
En la contratapa de la edición 159 de NU, el presidente de la Comisión de Educación de la Legislatura y ex jefe de Gobierno, Enrique Olivera (CC), dijo que sólo se había ejecutado un 8 por ciento de las partidas de infraestructura educativa, pero en lugar de apuntarle al ministro de Educación, Mariano Narodowski, acusó a Grindetti. La respuesta del ministro de Hacienda no se hizo esperar en este reportaje: "Yo creo que Olivera no tiene idea de lo que es gobernar. No sé cómo habrá sido su gobierno y su gabinete, pero acá las decisiones se toman en conjunto entre los ministerios afectados. Seguramente que la responsabilidad de decir cómo están los números es mía, pero la responsabilidad del manejo gremial en este caso, es de Narodowski. Yo manejo la relación gremial con Sutecba y con los médicos municipales, no la de Educación, aunque sea el que diga: ‘Mariano, hay tanta plata’. Yo creo que el problema de Olivera es que está a años luz de Mauricio Macri en términos de gestión", disparó Grindetti.