Juan Carlos Volnovich es un conocido psicoanalista especializado en niños y adolescentes, frecuentemente requerido por los jueces en calidad de perito para interrogar a los menores que se supone abusados por adultos. Hace una década, lo consulté acerca de una escuela de yoga cuyo líder carismático inducía a sus instructoras ?mujeres de muy buen ver? a que sedujeran y "levantaran" a líderes políticos y sindicales, con el inocultable ánimo de ganar influencia política. Volnovich me reveló entonces la existencia de una suerte de secta de gente adinerada que iniciaba sexualmente a sus propios hijos, cuyos miembros tenían padrinos y relaciones hasta en la mismísima Casa Blanca.
El hilo que condujo a semejante madeja-matete fue un músico (instrumentista de viento) de merecida fama mundial que fue a dar con sus huesos a la cárcel denunciado por su hijo mayor, por entonces de 9 años.
Ocurrió el Día de la Música (Santa Cecilia) en cuya fiesta escolar el pibe, recuerda Volnovich, ?delante de padres y educadores, se subió al escenario, se denudó y comenzó a masturbarse, haciendo gestos obscenos. El director de la escuela lo llevó a su despacho y le preguntó, horrorizado, por lo que estaba haciendo. ??Es lo que mi papá hace conmigo y con mis hermanitos (de aproximadamente 7 y 3 años) los fines de semana cuando nos quedamos con él?, respondió. El director de la escuela fue con el pibe a un juzgado, el juez oyó al pibe a solas y ordenó la detención del músico, cuya nueva pareja, también involucrada en el caso, quedó prófuga.
La defensa del músico fue tomada por un importante estudio fundado por uno de los próceres del "Juicio a las juntas" militares de la última dictadura.
Volnovich me informó que aquellas personas acusadas de pedofilia prosiguen sus actividades lo más campantes. Signo elocuente de su poder, en Google apenas si hay algún vestigio de la existencia de aquel juicio oral y público que se celebró en el 2000. Como si alguien se hubiera ocupado en levantar de la red las menciones que necesariamente tienen que haber existido, incluso las que quedaron solo "en función cache".
El músico fue condenado a una larga pena de cárcel, mientras los chicos quedaron al cuidado de su madre, que se radicó con ellos en España. Siguen allí, informó su abogado, Carlos Mosso, que también contó que al año siguiente, en 2001, "la Cámara de Casación anuló aquella sentencia, argumentando una supuesta falta de fundamentación que yo no advertí para nada. Este año se realizó un nuevo juicio, pero la madre de los chicos, que hoy tienen 20, 18 y 14 años, se opuso a que vinieran a la Argentina a testimoniar contra su padre. Que quedó libre por falta de pruebas".
? A mediados de 1984 discutí acaloradamente con un colega que había publicado un manifiesto que reivindicaba el supuesto derecho de los adultos de tener sexo con sus hijos?
? En el plano internacional hay una serie de asociaciones que reivindican la posibilidad de que chicos y adultos puedan mantener relaciones sexuales que consideran legítimas. Argumentan que la prohibición no es más que un resto de moral victoriana, algo que persiste de manera residual en las costumbres. Para avalar su posición, citan a adultos que aseguran haber tenido relaciones sexuales con adultos cuando eran chicos, y dicen que ellos mismos las buscaron, que las disfrutaron y que en modo alguno les resultaron traumáticas. De modo que los tribunales suelen pedirnos a los peritos una fundamentación teórica capaz de contrarrestar estas posiciones… En esta situación, me parece elemental discriminar entre problemas legales y morales. La legislación prohíbe las relaciones sexuales entre chicos y adultos y establece categorías criminales como estupro, abuso sexual y abuso sexual agravado. No, todavía, del incesto. Porque el ataque incestuoso todavía no está tipificado como delito. Estoy dispuesto a aportar los datos necesarios para que se modifique el Código Penal de modo que incluya el delito del incesto. Pero hoy el estupro, el abuso sexual y la corrupción de menores están tipificados como delitos que tienen determinadas penas. Vivimos de acuerdo a una Constitución que tiene un Código Penal, y para el Código Penal son delitos. Además, Argentina es un país signatario de la Convención Internacional de los Derechos del Niño y los Adolescentes. Por lo que no hay nada que discutir: la convención tiene rango constitucional y quien la transgrede es un delincuente.
? ¿No es también un enfermo?
? No me parece apropiado decirlo así. La condición de enfermo tiende a atenuar la de delincuente. Y a los enfermos no se los mete presos sino que se los trata y se los cura. Son dispositivos diferentes. Hay un dispositivo para los delincuentes y otro para los enfermos. Y esta distinción hay que hacerla mucho más cuando la supuesta enfermedad puede ser considerada una costumbre convalidada por la práctica. En este tema no es posible ser laxos. Decir: ?Y bueeeeeeno… son cosas que pasan?. No debe dejarse la hendija para que un tipo que se cogió a una nena de 14 años y la dejó embarazada, pueda casarse con ella para eludir su pena (porque al casarse, la nena queda emancipada) legitimando así una violación como si hubiera sido una relación sexual consentida entre pares.
? Hay cosas que hielan la sangre. No hace un mes que Horacio Verbitsky exhumó que uno de los senadores cuyo voto fue decisivo para impedir que se impusieran las retenciones móviles violó a una adolescente pero evitó ir preso porque se comprometió a casarse con ella. Poco después la piba murió en un sospechoso accidente de tránsito. Y nadie investigó, como es debido, las circunstancias en las que la piba resultó muerta.
? La ley es fundamental. Pero la ley sola no sirve para nada. Hay que instalar en el imaginario social que toda la sociedad incorpore e internalice que eso es algo que no se hace, que no se puede hacer. Hace poco leí una comparación muy interesante entre dos hechos casi simultáneos, el descubrimiento de la que los medios llamaron "La casita del horror", en Avellaneda. Y la detención en Brasil de dos jóvenes cordobeses acusados de violar a una adolescente. Hubo mucha gente horrorizada por el caso de la nena que fue violada, asesinada y arrojada a un pozo por un tipo que había salido de la cárcel, quería vengarse de su padre y también mató a su hermanito. En cambio, hubo mucha gente indignada por la detención de los dos muchachos argentinos de veintitantos, cordobeses para más señas, que se fueron de vacaciones a la playa de Camboriú, donde sedujeron a dos nenas de 13 y 12 años. Aunque no lograron hacer entrar a la menor a su departamento -se quedó afuera llorando- si lo lograron con la mayor. Cuando la policía militar allanó el bulín, uno de los muchachos estaba teniendo sexo con esta chica y otro les sacaba fotos.
? Recuerdo que el funcionario brasileño encargado de proteger a los menores destacó que los muchachos no podrían argumentar haber creído que la piba tenía cinco años más y era mayor porque ni siquiera aparentaba los 13 años que tenía?
? Escuché a mujeres decir: "Ese tipo de chicas están en las playas para eso2. Y si les decías que eran nenas, te respondían que eran "putitas". Y a hombres "Y ¿qué quiere? ¿Que le pida los documentos". Y también "¿A que cree que van los muchachos argentinos a Brasil? A coger". Pero la sociedad tiene que internalizar que está prohibido que los adultos tengan sexo con menores en todos los casos, sin excepciones. Que los jueces no consideren un atenuante o incluso un eximente que la chica violada no fuera virgen. Porque todos los nenes y las nenas que son abusados por adultos mayores atraviesan, sin excepción, una experiencia absolutamente traumatizante, terrible, terrorífica, por la asimetría de poder con un adulto que usa su cuerpo para satisfacerse. Antes se pensaba que eran más las niñas que los niños abusados, pero hoy se sabe que son porcentajes casi iguales. El abuso sexual produce un arrasamiento, un avasallamiento de toda la estructura psíquica. Es nefasto estar expuesto a una situación de este tipo, desde una violación con penetración a cualquier otra… Porque hay distintas graduaciones. Y su impacto depende de la historia personal, de la reiteración, etcétera. No es lo mismo una penetración, que un manoseo, que una exhibición…
? Dos chicas de las que me enamoré de joven, lo supe después, estaban siendo entonces abusadas por sus hermanos mayores. Otra me contó que había sido sistemáticamente violada desde niña y hasta la madurez por su abuelo materno, que la sometía gozando de la vista gorda de su madre, la hija del violador?
? Casi todas las mujeres sufrieron algún tipo de abuso. Fue la repetición de denuncias en este sentido por sus pacientes lo que motivó a Freud a ponerse a investigar la histeria. No creía que pudiera ser cierto que casi todas hubieran sido abusadas. Sin embargo, hoy se ve que casi todas tienen recuerdos de un ataque, un abuso o una agresión sexual. Recuerdos que pueden aparecer de golpe después de largos años de análisis. Porque frecuentemente el recuerdo queda tapado. No es que no lo cuenten por vergüenza o por temor. Es que no lo recuerdan.
? Recuerdo que cuando fue el caso de la escuela de Yoga, un psicólogo conocido estaba obsesionado. Para él, la escuela era un antro de perdición, una sucursal del infierno. Yo sabía que él se perdía por los adolescentes? Flor de paradoja ¿no? Casi como la de Corsi violador?
? Que Jorge Corsi esté preso paradójicamente prueba que como el propio Corsi repetía, en las mejores familias puede haber un abusador, y que hay que escuchar a los menores, que siempre terminan por decir la verdad. Ambas cosas son rigurosamente ciertas. Corsi era un prócer para todos los estudiosos de la violencia familiar. No tanto por sus aportes originales a la teoría como por haber leído lo mejor que se estaba produciendo, haberlo traducido y difundido. Y por haber puesto así en primer plano el abuso sexual infantil y la violencia familiar en un momento que coincidió con ascenso del movimiento feminista. Cuando se empezó a hablar de violaciones dentro del matrimonio, de mujeres golpeadas. Lo que antes era impensable. Si es culpable, como parece, Corsi es un delincuente y tiene que estar preso. Pero la decisión de la editorial Paidós de retirar sus libros de las librerías es inadmisible. Porque es imprescindible diferenciar al hombre de su obra. Y que no se pierda de vista que, tal como Corsi solía destacar, la mayoría de los abusos sexuales sufridos por chicos y adolescentes son cometidos en el marco familiar.