"Macri no quiere ir a fondo contra la corrupción"

"Macri no quiere ir a fondo contra la corrupción"

Es uno de los hijos políticos dilectos de Lilita Carrió, y no lo niega. Tampoco lo maquilla. Investiga, junto con otros de sus colegas de bancada de la Coalición Cívica, temas nacionales que luego, la jefa opositora lleva a los medios. En la entrevista con NOTICIAS URBANAS, Fernando Sánchez arremete con todo.


Tiene 34 años, es soltero, chaqueño y vive en Palermo, en un departamento donde el teléfono no suena desde hace dos años. "No suena y como no quiero que nadie me llame, no lo arreglo; para mí (el teléfono) es un mero plástico que está entre mis plantas", dirá este politólogo que un día se presentó en el despacho de Carrió para trabajar, mientras estudiaba Ciencia Política en la Universidad de Belgrano. Tenía a su favor que la conocía desde chico, en su Chaco natal.

Bajo la supervisión de Carrió, está preparando un informe sobre el tema del juego en la Ciudad: un área a la que no duda en señalar como una de las fuentes ilegales de financiación de la política que usa el kirchnerismo y que Macri ?según él- no quiere desmontar. "La administración en la Ciudad es tremendamente corrupta, y Macri tampoco da señales de querer avanzar sobre este punto. Con la Obra Social, pasó algo similar. Empezó bien y después se negó a formalizar la denuncia penal que correspondía. El marketing político tiene un límite".

A pesar de ser diputado nacional por la Ciudad, admite que su vínculo con el distrito es escaso, y que los porteños no lo conocen demasiado: "La verdad, trabajo más en temas nacionales y me falta recorrer los barrios. Me siento un dirigente superestrutural", bromea, aunque lo que dice es cierto.

-Sus compañeros disidentes lo acusan de "sililismo", ¿cómo lo toma?
-Mirá, yo creo que mis compañeros que se fueron del Ari hicieron muy bien en irse ahora, y no después, porque hubiera sido mucho más problemático. Es lo que le está pasando al Pro.

-¿Qué le está pasando a Pro?
-En parte, lo mismo que a nosotros, con el agravante de que ellos están en el Gobierno y las definiciones sobre la representación hay que hacerlas antes de llegar al poder, no después; si no, la lucha es muy desgastante. Ellos están en una disputa interna, que se suma a la externa. La interna que se está dando es qué fracción ideológica gana la batalla para definir qué es el Pro. No saben qué son.

-¿Y ustedes sí saben qué son?
-Estamos atravesando un proceso para extender nuestra representación. Por eso digo: los que se fueron, hicieron bien en irse ahora. Una vez Eduardo Macaluse me lo explicó muy bien: del 100 por ciento de nuestros votantes, Lilita representa al 60 y el partido, al 30. Es decir, el liderazgo de Carrió es mucho más que el partido que creó.

-Pero volvemos al principio: un líder a quien todos dicen sí porque es más grande que su partido, es un problema institucional. No es sano.
-Claro que no es sano, pero esto no tiene que ver con el Ari sino con la debilidad institucional de la Argentina y con la falta de partidos fuertes. Por eso, tenemos que ampliar la representación, de lo contrario nos quedamos en un espacio muy acotado. Yo les digo a mis compañeros: entiendo a Marta Maffei porque lo que nosotros estamos representando ahora quizá no tenga que ver con lo que ella representó toda su vida. Pero las cosas están cambiando en el mundo y un país en crisis, como es la Argentina, necesita que sus partidos extiendan su base de representación.

-Algunos que creen que se extendieron tanto que se derechizaron.
-No es así. Ocurre que las categorías tradicionales ya no funcionan más en el mundo. Acabo de volver de Francia y de Italia. Y la izquierda en Francia no tiene nada que ver con lo que es la izquierda aquí. El medioambiente, un área que muchos verían como no ideológica, es una bandera de la izquierda en Europa.

-Y dígame, ya que Macaluse tenía las cosas tan claras que se las explicó a usted, ¿por qué se fue?
-Porque algunos comprenden las cosas pero no pueden procesarlas.

-Qué complicado esto de la comprensión y el procesamiento, en fin, pero volviendo al distrito, ¿cómo ve la gestión de Macri?
-No se anima a ir a fondo, y no quiere pelearse con Kirchner. Además, lidera una coalición que no sabe todavía qué quiere ser, ni qué quiere que sea la ciudad. Pero lo peor es que Macri no está mostrando verdadera voluntad política de enfrentar la corrupción, como parecía al principio. Te doy un ejemplo: como bien sabemos, el artículo 50 de la Constitución porteña le permitiría al macrismo reclamar la totalidad de los ingresos del juego, y no recibir un mero canon de Lotería Nacional, como está ocurriendo. Es muchísimo dinero que la ciudad pierde y que podría ganar perfectamente presentado el caso en esta Corte Suprema, que le daría la razón. Macri no lo hace. Además, el Instituto del Juego de la ciudad no tiene control sobre los montos que recauda la Nación. Colocar las maquinitas necesarias para hacerlo llevaría, como máximo, una semana. Tampoco lo hace.

-Ibarra tampoco lo hizo.
-En efecto. Igual que Ibarra entonces.

-Ahora dígame, usted dice que el Pro no sabe qué ciudad quiere, pero ¿alguien lo sabe?
-No muchos. Al único que yo escucho y que sabe verdaderamente sobre el tema es Enrique Olivera.

-¿Cuál sería la prioridad política de la Ciudad?
-Mejorar sus instituciones, lo mismo que al país. Pero con la ventaja de que a la ciudad le resultaría más fácil porque acá hay una ciudadanía muy activa; están los medios que presionan y hacen de caja de resonancia para el resto del país; hay ongs que se ocupan del tema, y por si fuera poco está el Gobierno nacional. Cualquier movida que se haga en ese sentido, sin dudas, tendrá mayor repercusión que en Jujuy. Sin embargo, tampoco se hace.

-Pero, ¿no hay que darle un poco más de tiempo a Macri?
-Sí, bueno, claro: hay que dejarlo caminar. Sólo observo lo que se vislumbra hasta aquí.

-Tema del campo y de retenciones, para cerrar: ¿no es un poco incoherente que Lilita se plante ahora en contra de las retenciones fijadas por el kirchernismo, cuando se trata de un impuesto progresista, y usted me dice que no se derechizaron?
-Nosotros no estamos en contra de las retenciones, sí de su monto. Proponemos el 25 por ciento y el impuesto a las ganancias. Pero esto hay que hablarlo antes de sembrar, no después. Ahí está una parte del problema.

(PUBLICADO ORIGINALMENTE EN EL SEMANARIO NOTICIAS URBANAS Nº 139, DEL 05/06/08)

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