Ante alrededor de 40 chicos sordos, sus padres y maestros de la Escuela Especial y de Formación Laboral Nº 28, Bartolomé Ayrolo, del barrio de Villa Devoto, el ministro de Hacienda del GCBA, Néstor Grindetti, y el Administrador Gubernamental de Ingresos Público, Carlos Walter, lanzaron esta mañana el capítulo porteño del Programa de Educación Tributaria.
En la ceremonia, que contó con representantes de la Confederación Argentina de Sordomudos y de la Asociación de Sordomudos de Ayuda Mutua (ASATI), el responsable de las finanzas porteñas se mostró complacido de llevar a cabo estas actividades, "que no van a estar en la tapa de los diarios, pero que tienen que ver con la construcción a largo plazo, no con la política chiquita de la agresión y del conflicto", dijo.
Por su parte, luego de la emotiva ejecución del Himno Nacional Argentino en lenguaje de señas, Carlos Walter confesó que dar comienzo a este programa era "un sueño hecho realidad". Y explicó: "cuando hace 6 años nos empezamos a preparar para la gestión tributaria de la Ciudad, soñábamos con hacer más amigable la tarea de recaudar, que parece tan ingrata aunque es la que permite que los tributos vuelvan al contribuyente en servicios".
Esta iniciativa constituye la versión porteña del programa que viene implementando desde 1998 la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) en todo el país y se desarrolla conjuntamente con ese organismo nacional. La inclusión de escuelas para alumnos con necesidades especiales es una de las innovaciones de este programa de Educación Tributaria.
En otro tramo del evento Walter subrayó: "La responsabilidad y el compromiso frente al bien común, el profundo valor de la solidaridad y la participación, en definitiva la dimensión social del tributo, es el eje de este programa".
La iniciativa apunta a la formación de una conciencia tributaria en la población escolar que permita hacer coherentes los criterios morales con los comportamientos tributarios. Y contempla la llegada a alumnos de 4, 5 y 6º grado de las escuelas públicas porteñas y a través de juegos y talleres busca revertir prácticas cotidianas como el incumplimiento de las normas de convivencia, la elusión de responsabilidades y el desinterés por lo público, entre otras.
Finalmente, antes del cierre de la presentación Grindetti resumió el objetivo de la propuesta al sostener que esta era "una iniciativa que a través del aporte de cada uno se transforma en el beneficio de todos, y que las obligaciones cumplidas que se transforman en necesidades satisfechas".
