Es el propio Gobierno el que está provocando una devaluación. Nuevamente presentó un presupuesto falso y opuesto a la realidad, nadie cree que se vive con 6 pesos por día. El proyecto basa sus estimaciones en los números del INDEC y proyecta una inflación de 10 por ciento para el año que viene.
Me pregunto qué sentirán los diputados que firman un presupuesto que niega la inflación de esta manera, que miente para esconder a los más necesitados, que relega a los jubilados, que baja las partidas relativas a las fuerzas de seguridad. Me pregunto qué le dirán a sus padres, a sus vecinos, a sus hijos.
Como desde hace varios años, siempre bajo la era K, el Presupuesto Nacional para el año 2013, será aprobado en la Cámara de Diputados sin la consideración y propuestas realizadas por la oposición.
Los supuestos macroeconómicos sobre los que basan el presupuesto son falsos. Es el propio Gobierno el que está provocando una devaluación ya que por la inflación, nuestra moneda pierde valor todos los días y tratan de combatir este atraso cambiario con un cepo cambiario que destruye las economías regionales. Su obstinación lo llevó a reintalar el dólar turista, la brecha cambiaria y las expectativas de mayor devaluación. Hay una enorme asimetría entre la realidad y el relato.
Este Gobierno que se llama progresista agobia a los asalariados con el impuesto a las ganancias, mantiene la deuda con los jubilados a pesar de las advertencias de la Corte Suprema de Justicia, lleva adelante una política de desinversión en los servicios públicos, una caída en la construcción de viviendas y recorta los recursos para las fuerzas de seguridad cuando la mayor preocupación de la ciudadanía es la inseguridad. Gobiernan de espaldas a la sociedad.
Para que se valore el peso no tiene que haber ahorro sino inversión y que esa inversión debe ser en pesos. No va a haber inversión si no hay ahorro y no se ahorra en pesos si se pierde un 25 por ciento del capital en manos de la inflación.
No somos cómplices de la mentira ni ponemos palos en la rueda; queremos colaborar en la discusión, por eso estudiamos cada variable, y nos tomamos el trabajo de armar un nuevo presupuesto para presentar una propuesta acorde con la realidad.
El presupuesto presentado por la Coalición Cívica propone subir el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias más de un 50 por ciento, incrementar las asignaciones familiares y las jubilaciones mínimas y modificar la distribución del ingreso del impuesto a las ganancias para que el 25 por ciento vaya de manera directa a las provincias para mejorar la distribución y autonomías provinciales. Por otra parte, duplica la la partida para el pago de juicios previsionales con sentencia firme y la de inversión en infraestructura, especialmente ferroviaria y estipula la partida necesaria para el cumplimiento de la Ley de bosques.