Nadie debe seguir avalando con su presencia el discurso del presidente de un país que está gobernado por el terrorismo. La Argentina debe mantener su reclamo para que Irán permita que los ciudadanos iraníes declaren ante la Justicia argentina.
Se debe mantener el reclamo para que los líderes del mundo abandonen el recinto de la Asamblea General de Naciones Unidas cuando el presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, pronuncie su discurso en la próxima inauguración de las sesiones. Nadie debe seguir avalando con su presencia el discurso del presidente de un país que está gobernado por el terrorismo.
La Argentina debe mantener vivo su reclamo ante la ONU para que Irán permita que los ciudadanos iraníes sospechados de haber participado en el atentado a la AMIA (1994) se presenten a declarar ante la Justicia argentina. No puede terminar nunca el reclamo del Gobierno en las Naciones Unidas. Desde el Gobierno de Kirchner comenzaron los reclamos y se debe perpetuar a través de los gobiernos que vengan hasta que se realice un acercamiento entre la Argentina e Irán para encontrar la forma de que (los iraníes) sean indagados en un país neutral, en nuestro país, como sea.
Los familiares de las víctimas del atentado deben estar presentes en la próxima asamblea de la ONU porque es una forma de presión a este gobierno y a los que vengan.
Estoy asustada por lo que está sucediendo en el mundo con la controversia generada por el programa nuclear de Irán. Así como Canadá le retiró el apoyo a Irán (cortó relaciones diplomáticas), así debería hacerlo el resto del mundo, incluida la Argentina.
La presidenta nos planteó que hay muy pocas relaciones comerciales con Irán, pero siento que la única forma de combatirlo es que el mundo se le dé vuelta y deje de tener apoyo.
En general, los países ponen sus intereses por delante de algo tan terrible como los actos de terrorismo porque creen que nunca les va a tocar. Nosotros también lo creíamos, pero después nos tocaron a la puerta y nada pudimos hacer. Ellos demostraron que se podía y nosotros fuimos pioneros en actos de terrorismo. Demostramos que éramos vulnerables y por eso se pudieron cometer dos atentados terroristas, con apoyo del poder de turno.
Lamento las luchas internas que existen en la comunidad judía argentina y que le impidieron a los familiares estar presentes en el último acto oficial realizado con motivo del 18 aniversario del atentado a la AMIA. La impotencia y las luchas internas y externas desgastan terriblemente. Pasé un año terrible, y siento impotencia porque no me entra en la cabeza que las internas comunitarias se trasladen al grupo de Familiares y que no nos respeten. No puedo entender cómo hacen un acto de homenaje a las víctimas del atentado en Nueva York y no invitan a algún familiar de AMIA a poner la ofrenda floral donde están los nombres de las victimas.
Esta situación duele porque no se piensa en los familiares de las víctimas de AMIA.
*Miembro de la Asociación Familiares y Amigos de las Víctimas del Atentado a la AMIA.