La Policía Metropolitana, como nueva expresión institucional en el área de seguridad de la ciudad de Buenos Aires, tiene que evitar todo tipo de corrupción y vinculaciones con el narcotráfico y la delincuencia organizada.
Reclamamos desde la Legislatura una auditoría integral sobre el desempeño de cada uno de sus integrantes, y la existencia de un Foro de participación vecinal en cada comuna a fin de detectar el incumplimiento de las funciones y las posibles complicidades de las fuerzas de seguridad con el delito, las mafias y la venta de drogas.
La detención de un miembro de la Policía local y de empleados del Gobierno de la Ciudad en el fraccionamiento y venta de drogas en un barrio porteño habla de la falta de cuidados adicionales en este tema por parte del Ministerio de Seguridad de Buenos Aires.
Lo que fuera un escándalo permanente y estructural en la Policía Federal y que tanto esfuerzo y energía política demandan para erradicar y construir una fuerza policial libre de corrupción, ahora es necesario que se modifique desde el vamos en la Metropolitana. Se está reproduciendo un modelo represivo y corrupto, típico de los años 90 y de las décadas del autoritarismo militar, que es el que se quiere erradicar en el país y en la región.