Esta es una discusión que hoy recorre la Ciudad de Buenos Aires y mucho mas estos días donde Macri presenta propuestas insólitas para esta época, basándose en que lo acompaña el 47 o el 65% de los votantes.
Los amigos de Palermo
Macri envió unos meses antes de las elecciones una propuesta a la Legislatura para que se entreguen una vez más las tierras más caras de Palermo a un grupo de amigos que se llaman: Club de Amigos. Hace mas de 20 años en la crisis de hiperinflación en que había caído la Argentina, se concesionó, con el argumento que no había plata para estas cosas, el viejo circuito KDT pagando un canon simbólico, pero obligándose a realizar una serie importante de obras y encargándose además del mantenimiento del lugar. Transcurrido los 20 años esto volvería a manos de la Ciudad de Buenos Aires para que cumpliera con sus fines de espacio público, es decir, para uso de la comunidad.
Este año se vencieron los 20 años y Macri volvió a entregar una buena parte de los Jardines de Palermo a los amigos. Además, y tal vez lo más grave, logró el apoyo de la mayoría de los legisladores.
Lo que era una excepción, ahora es natural. Lo que era una emergencia, parece que ahora es cotidiano. No tiene explicación esta operación cuando alguien se entera de semejante decisión que ha sido ocultada por lo medios de comunicación. Para algunos les parece algo normal (y por eso se aprovechan para semejante barbaridad), pero sería bueno pensar, para ver de que estamos hablando, si esta experiencia se podría aplicar en el Parque Rivadavia, en Plaza Irlanda, en Plaza de Mayo, en Parque Lezama. Casi un absurdo, nos tomarían por locos.
Otros dicen: pero el Club de Amigos es una asociación civil sin fines de lucro. Y es verdad: pero muchas de las actividades que hacen los amigos están tercerizadas con lo cual las utilidades empiezan a salir por estas empresas. Sin ir mas lejos el Restaurant – Confitería del lugar (y ahí sí que debe haber ganancias!!!)
Sería bueno que alguien informe si hay funcionarios o legisladores, o amigos de ellos que concurren habitualmente al Club de Amigos o si alguno de ellos es socio de tan popular institución. Pero ya es tarde. Macri logró el acompañamiento legislativo para que este grupo de amigos siga explotando este espacio público impidiendo que lo utilice el conjunto de la comunidad.
EL ZOOLÓGICO TAMBIEN
Partiendo de la misma situación de la tremenda crisis de hiperinflación alfonsinista, hace 20 años se decidió concesionar el gerenciamiento del Jardín Zoológico que tambien queda en Palermo y precisamente enfrente del Club de Amigos. Es la zona de actividades.
Venció la concesión y Macri propone la continuidad de la relación comercial con los privados, para lo cual envió un proyecto a la Legislatura para su tratamiento. Ahí nos empezamos de nuevo a poner nerviosos, porque nos acordamos del Club de Amigos y como terminó.
El Zoológico es un espacio público que se creó, en general, para la investigación de la fauna autóctona y la incorporación de animales del resto del mundo para ser estudiados con el objeto de integrarlos con nuestras propias especies, buscándoles, asimismo, que tengan un lugar de estar lo mas parecido a su vida natural. Además, se abre al público para que puedan observar cómo viven los animales. En sus orígenes se habían construido, además, espectaculares lugares no solo para que los animales se sientan cómodos, sino que fuera un mayor atractivo para los visitantes.
Luego de la privatización y por su falta de control, nada de lo establecido en el pliego de la concesión se cumplió. Los titulares de la concesión fueron cambiando de mano en mano, sin la autorización del Gobierno de la Ciudad. Se destruyeron enormes construcciones que habían sido declaradas de Patrimonio de la Ciudad. Se perdieron especies enteras. El Jardín Zoológico dejó de cumplir su función para convertirse en una Disneylandia del subdesarrollo. Venta de comida por todos lados, animales que deben hacer piruetas para que puedan cobrar una entrada extra. Todo negocio, todo dinero. Todo acomodado para que sea casi un Parque de Diversiones con grandes patios de comida, donde los animales parecen los del circo.
Macri quiere que esto siga porque nos acostumbraron que para entrar al Zoológico hay que pagar (los chicos no, pero no pueden ir solos).
Y si no se paga mas entrada y el Zoológico vuelve a ser lo que corresponde? Zoológico gratis para todos y que vuelva a los objetivos originales como todos los Zoológicos del mundo. Un parque con atracciones, a otro lado! Quien dijo que todo debe ser un negocio? Si hay un empresario privado que está dispuesto a dar su vida por los animales, que haga su propio zoológico como hizo la esposa de un reconocido empresario en Temaiken y allí cobran lo que quieren y van quienes puedan. Que allí pongan en acción su famoso mercado, que todo lo ordena, según ellos. Y entonces, el Zoológico de Palermo es para todos sin exclusión.
Palermo, preparate que van por mas.
Como si esto fuera poco. Macri intenta seguir avanzando sobre el espacio público que como él reitera: es de todos. Salvo grandes excepciones, en Palermo muy grandes: Club de Amigos, Zoológico y ahora restaurantes y confiterías en los Jardines de Palermo (Por la noche, por ahí, se convierten en boliches bailables como todos los que habilitó Macri en la ciudad).
Si, aunque no lo creas!!! Sin ponerse colorado mandó un proyecto de ley que permite la concesion de bares y restaurantes en la zona de los Lagos de Palermo. Ya lo había intentado en el 2008, pero la Legislatura de entonces no le dio curso.
El mercantil argumento, a tono con su modelo de país, es que tiene que recaudar más dinero para mantener los restantes espacios públicos. Casi una obra de beneficencia. Lo único que falta decir para convencernos es, que van a poner confiterías en las plazas de la zona norte para atender mejor las plazas de la zona sur y de las villas que están abandonadas.
Esto no sería un absurdo si después no lo vemos concretado. Ejemplo el selecto Club de Amigos del que ya hablamos.
Hubo decisiones que se tomaron en épocas de emergencia, después de la hiperinflación de Raúl Alfonsín. Se puede cuestionar la entrega del circuito KDT a un grupo de amigos pudientes. Se puede cuestionar el gerenciamiento privado del Zoológico. Todo esto más allá de la fuerte crisis económica de aquellos años. Hoy no estamos en esa misma emergencia. Es ahora necesario que lo público vuelva a ser público. Que lo público que es de todos vuelva a ser de uso gratuito para todos. Los empresarios ya habrán realizado sus negocios. Que ahora vuelvan a sus actividades productivas sin aprovecharse de las debilidades del Estado. Asi es el modelo que conduce Cristina a nivel nacional. Lo mismo queremos en la Ciudad. Espacio público a cargo del Estado para todos y que los empresarios privados se dediquen a producir. Que esto sea así, depende de todos.