Más que primarias, primera

Más que primarias, primera


Las primarias abiertas simultáneas y obligatorias que se llevarán a cabo el domingo se convirtieron en una compulsa clave, decisiva y casi definitoria para el futuro de los diez aspirantes a la Presidencia. Y la importancia se debe básicamente a que los comicios del 14 poco y nada tendrán que ver con una interna sino que más bien se transformaron en una elección anticipada de la que se realizará el domingo 23 de octubre y en la cual se elegirá un nuevo mandatario nacional por los próximos cuatro años.

Pese a que la idea original del kirchnerismo era que los comicios decidieran en simultáneo la interna de todas las fuerzas políticas, el transcurrir de los acontecimientos derivó en que estas dirimieran esa contienda con anterioridad y, de esa manera, los diez espacios que se presentarán el 14 lo harán con el postulante presidencial ya definido. La consecuencia evidente y lógica de ese hecho es que la compulsa electoral mutó y se terminó convirtiendo en una antesala de lo que puede ocurrir el próximo octubre. Por eso, las primarias adquirieron una trascendencia tal que hasta la propia Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, quien va por su reelección a la cabeza del Frente para la Victoria (FpV), le dedica mucha importancia a lo que se juega el fin de semana. Y no sólo ella apuesta fuerte, también lo hacen los principales candidatos de la oposición, que pelean a brazo partido por ser el político más votado y, de esa manera, quedar mejor posicionados frente a la ciudadanía, para intentar polarizar luego a su favor los votos opositores el 23 de octubre.

La oposición está envalentonada luego de las contundentes victorias obtenidas en la Ciudad y en Santa Fe. El reciente triunfo de José Manuel de la Sota, alejado de la Casa Rosada y con un amplio respaldo del grupo del campo, lo volvió a ubicar en la gobernación de Córdoba por tercera vez. Fue el resultado menos malo que el Gobierno nacional podía esperar en las elecciones de esa provincia, ya que si ganaba Luis Juez habría festejado Binner, y si lo hubiera hecho Oscar Aguad, el resultado lo habría capitalizado Ricardo Alfonsín. Sin embargo, aún es una incógnita para quién jugará De la Sota.

“La oposición cree que los resultados adversos se reflejarán en las primarias y que la ventaja de más de diez puntos que les llevaba Cristina antes de estos comicios se achicó bastante”, le manifestó un consultor político a Noticias Urbanas. El kirchnerismo apuesta a que esto no suceda y más, se juega a que la diferencia de Cristina con el segundo sea aún mayor de la esperada. Para esto, el Frente para la Victoria decidió cambiar la estrategia de campaña. Por un lado, seguir con la exaltación de los logros presidenciales, centrándose en la figura de Cristina Fernández de Kirchner. Por otro, dar al discurso un matiz de “buena onda”. Acá es donde entra a jugar fuerte la figura del ministro de Economía y precandidato a vicepresidente, Amado Boudou.

Un resonante triunfo en las primarias colocaría a CFK con todas las chances para vencer en octubre en primera vuelta. Los K están convencidos de que esto es muy factible. La hipótesis del ballottage, en cambio, preocupa a la Casa de Gobierno.

Por el lado de los opositores, tanto el precandidato de la Unión para el Desarrollo Social (Udeso), Ricardo Alfonsín, como el precandidato de la Alianza Frente Popular, Eduardo Duhalde, pelean voto a voto para terminar segundos. Si uno logra despegarse, podrá intentar captar de los votantes opositores un apoyo polarizado. Con lo que está en juego, las consecuencias de las primarias del domingo afectarán a todos y tendrán influencia en octubre. Por eso, esta es la primera de una elección de tres vueltas. O dos, si al kirchnerismo le va tan bien como espera.

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