A raíz del paro y el conflicto que paralizó el subte durante la jornada de ayer, martes, la Subsecretaría de Trabajo porteña dictó la conciliación obligatoria y convocó a los gremios a una reunión, en la que la UTA aceptó la medida, mientras los metrodelegados la rechazaron.
Los metrodelegados advirtieron, de todos modos, que este martes no realizarán medidas de fuerza a la espera de un nuevo encuentro.
Para ello, dijo el secretario adjunto de la AGTSyP, Néstor Segovia, mantendrán plenarios durante toda la jornada, en los cuales analizarán el curso de las medidas. En este sentido, si no hay un acercamiento entre las posiciones, podrían volver los cortes programados cada tres horas, rotativos por línea.
Ayer, el vocero de la UTA, Mario Calegari, dijo a la prensa que “si están dadas las condiciones para trabajar, la UTA va a trabajar” y manifestó que “la seguridad debe ser garantizada por Metrovías, que debe dar seguridad que están libres las vías”.
Por otro lado, el presidente de Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), Juan Pablo Piccardo, aseguró que el costo operativo de los servicios cuando esté en poder del Gobierno de la Ciudad saldrá 1.050 millones y que a ello habrá que sumarle un aumento del 20 por ciento por inflación y las paritarias.
