El próximo 10 de diciembre se cumplirá un año de la asunción de autoridades en las 15 comunas porteñas. Concebidas con la premisa de facilitar la desconcentración de funciones del Gobierno de la Ciudad y ampliar la participación de los vecinos, y con más de diez años de peleas legales y presupuestarias a cuestas, el balance, a primera vista, tiene gusto polémico.
En su último paso por la Legislatura porteña, el secretario porteño de Gestión Comunal y Atención Ciudadana, Eduardo Macchiavelli, admitió que “hay un conocimiento difuso sobre la función de las comunas”.
Macchiavelli ya solicitó una partida de 486,3 millones de pesos para que sean contemplados en el proyecto de ley de Presupuesto 2013. En cuanto a la distribución de la asignación a las comunas, adelantó que “les corresponderán 240 millones de pesos, un 330 por ciento más que este año, suba que se aplicará al mantenimiento de espacios verdes, bacheo y transferencia de guardianes de plaza”.
Para el secretario, contador profesional de oficio, las dos funciones esenciales del área a su cargo pasan por ser el nexo institucional entre las comunas y el poder central por un lado, y entender en los derechos de los consumidores y usuarios, por el otro.
Además, respecto del Plan de Acción 2012, sostuvo que se basa en cinco ejes: el proceso de transferencia y consolidación de comunas, competencias concurrentes con las comunas, tareas de puesta en valor de espacios públicos en las comunas, mejorar la calidad de servicios para agilizar los trámites de los ciudadanos, y consolidar los derechos de los usuarios y consumidores en el marco de la Ley 757.
–Los comuneros dicen que el problema no pasa por el presupuesto asignado sino porque no tienen capacidad para hacer uso de ese presupuesto. ¿Cómo explica esta afirmación?
–En la medida en que las comunas pueden planificar el trabajo (decidir qué se hace y qué no), ejercer la administración de los contratos tercerizados y controlar los trabajos realizados habilitando el pago, tienen plena capacidad de ejecución del presupuesto. Esto empezó a ocurrir durante 2012 y va a profundizarse durante 2013.
–Otra de las quejas que plantean es que las UAC compiten contra las comunas. Desde su lugar, ¿cuál es la justificación de la existencia de las UAC?
–No es así, las UAC se ocupan de administrar solo los servicios desconcentrados del Gobierno (Rentas, licencias de conducir, infracciones de tránsito), que nunca se previó sean traspasados a las comunas. La oposición se ha presentado en la justicia varias veces, y todos los fallos han sido favorables a esta postura del Gobierno.
–¿Por qué cree que los comuneros, al menos casi todos los opositores, afirman que desde el Pro lo que se quiere es dejar sin poder de acción a las comunas?
–El Pro fue el único espacio político que tuvo el coraje de hacer realidad las comunas. Todos quienes hoy nos critican gobernaron la Ciudad desde 1996 a la fecha y no hicieron nada. Estamos convencidos de que la mirada barrial hace más eficiente la gestión, por eso remodelamos y fortalecimos los antiguos CGPC, para llevar el gobierno a los barrios, y por eso pusimos en marcha las comunas. Pero somos responsables; tal como marca la ley, la transferencia de competencias es un proceso gradual que permita a las comunas ir creciendo y asumiendo responsabilidades, y así lo estamos haciendo. En las grandes ciudades del mundo es un proceso que lleva no menos de 10 años, aquí todavía no cumplimos 11 meses. Te agrego que el presupuesto propuesto para 2013, de 240 millones, representa un 330 de aumento por sobre el vigente en 2012. Ese es un dato contundente de cuál es nuestra mirada sobre las comunas.