A diez meses de haber comenzado el juicio por el caso Marita Verón, por el que están imputadas trece personas, hoy se conocerá en Tucumán la sentencia. La jornada comenzó a las 9 y se espera que alrededor de las 6 de la tarde la Sala II de la Cámara Penal de Tucumán dé a conocer el veredicto. Susana Trimarco, madre y luchadora reconocida internacionalmente por su lucha contra la trata de personas, estará presente durante la jornada acompañada por Micaela, nieta e hija de la mujer desaparecida.
“Sólo voy a ser feliz el día que encuentre a mi hija”, señaló la mujer, aunque reconoció estar “contenta” por haber hecho algo por otros compatriotas.
Trimarco aseguró que “no sólo lucha por su hija” sino por “muchas hijas” que pudieron ser rescatadas a lo largo de estos diez años, según informó La Gaceta de Tucumán.
Los trece acusados en el caso están imputados por los delitos de sustracción, retención y ocultamiento agravado de Verón por su condición de mujer, en concurso con el delito de promoción de la prostitución.
Entre los cuatro que tendrán la posibilidad de declarar frente a los jueces Alberto Piedrabuena, Emilio Herrera Molina y Eduardo Romero Lascano a lo largo de la mañana figuran Irma Medina, la dueña de burdeles en La Rioja; sus hijos José Fernando “Chenga” y Gonzalo “Chenguita” Gómez; y María Azucena Márquez, administradora del prostíbulo El Desafío, donde habría sido vista Marita Verón. Para ellos, el fiscal pidió condenas de 25 años de prisión
En audiencias anteriores hablaron María Jesús Rivero, Víctor Rivero, Daniela Milhein y Andrés González , que clamaron su inocencia y llegaron a dudar de la desaparición de Verón.
Otras cinco personas fueron acusadas como partícipes de los hechos: el ex policía de La Rioja Pascual Andrada; Juan Humberto Derobertis, ex encargado del prostíbulo El Desafío; Carlos Luna; su esposa, Paola Gaitán; y Mariana Bustos.
Para estos últimos la Fiscalía solicitó penas de 12 años y seis meses de prisión.
Marita Verón desapareció el 3 de abril de 2002, cuando se dirigía a hacerse atender en un centro de salud de la capital tucumana, donde vivía. El caso se tornó emblemático para la sociedad y se espera que la sentencia sea ejemplar y sirva para futuras condenas.