El tramo de la calle Suipacha intervenido en esta oportunidad es el que va desde Marcelo T. de Alvear hasta la Avenida Santa Fe. Esta intervención se suma a la ya desarrollada en la misma calle entre la Avenida Rivadavia y Marcelo T. de Alvear; y su continuación Tacuarí entre Rivadavia y Avenida de Mayo.
El objetivo general fue la puesta en valor del sector y la optimización del espacio público favoreciendo el desarrollo de las actividades en la zona.
Los trabajos, realizados conjuntamente con el Alvear Art Hotel, consistieron en la reducción de la calzada nivelándola con la acera. La división entre ambas se define con una cinta de hormigón con bolardos semiesféricos. Para la canalización de las aguas de lluvia se agregaron rejillas de desagüe antivandálicas. La obra se completó con la incorporación de luminarias similares a las de toda Suipacha hasta la avenida Rivadavia.
Mediante esta propuesta se pretende crear un espacio amigable que permita una mejor convivencia entre vehículos y peatones. En este tramo se permitirá el paso de vehículos de frentistas y el acceso vehicular a los hoteles ubicados en la arteria.
El Programa Prioridad Peatón, coloca el acento en los nuevos parámetros de habitabilidad de las grandes metrópolis, tales como la sustentabilidad, el cuidado de la calidad ambiental, la movilidad y accesibilidad, la reducción del movimiento vehicular, la protección e incremento de las especies verdes y el uso de equipamiento que permita el ahorro energético.
Su objetivo es devolverles a los habitantes de Buenos Aires su calidad de ciudadanos, con derecho pleno a disfrutar del espacio público.
Las primeras obras llevadas a cabo fueron las de las calles Reconquista y Suipacha en pleno centro porteño. Y desde su intervención son notables los cambios que se han registrado a nivel ambiental: en ambas se redujeron en un 97% los contaminantes producidos por el transporte automotor; la contaminación sonora descendió un 50%; y debido a la plantación de árboles se redujo sustancialmente el microclima urbano. Estos cambios también jerarquizaron el valor comercial e inmobiliario de la zona.