Por primera vez, desde la puesta en funciones del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad, los integrantes de la Corte porteña definirán a su presidente y vicepresidente mediante el voto. Este jueves por la tarde, los cuatro jueces del TSJ se reunirán en la sede judicial de Cerrito al 700 para acordar quién ocupará el sillón presidencial.
Hasta fines del año 2011, la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Ciudad establecía que las autoridades del TSJ se definan de manera “rotativa”, pero a partir de la aprobación de una modificación a la ley 7 en diciembre del año pasado se definió que la Corte local elija a su presidente/a con el voto mayoritario de sus miembros reproduciendo en la justicia porteña el esquema de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y numerosas cortes provinciales.
Según pudo saber Noticias Urbanas, hasta el momento no existiría un nombre que aglutine todas las voluntades de los magistrados que conforman el TSJ.
De no haberse modificado el sistema de definición de autoridades, la jueza Alicia Ruiz –identificada con una posición afín al kirchnerismo- debería ser la sucesora en la presidencia mediante el esquema de rotación. La magistrada, que nunca detentó el máximo cargo de la justicia porteña, por el momento no lograría congregar los votos de la mayoría absoluta de los jueces del TSJ (3 votos).
La elección de quien asuma la presidencia del TSJ se encuentra teñida de las fuertes diferencias expuestas días atrás entre los jueces y asociaciones que integran la Comisión Nacional de la Independencia Judicial -quienes expresaron preocupación por hechos que agreden institucionalmente al Poder Judicial y exhortaron al Poder Ejecutivo Nacional a que “evite el uso de mecanismos directos o indirectos de presión sobre los jueces que afecten su independencia”-, y el grupo de magistrados que suscribieron una solicitada en la que se rechazó el comunicado de la Comisión y se reclamó “una justicia legítima” e “independiente de los intereses económicos de las grandes empresas” y “de los medios de comunicación concentrados”.
Mientras el actual presidente del TSJ, Luis Lozano, en su rol de presidente de la Junta Federal de Cortes, se ubicó entre los magistrados que reclamaron la independencia judicial y cuestionaron la presión del poder político; Alicia Ruiz, actual vicepresidenta del máximo tribunal porteño, se sumó a las firmas de la solicitada contra la injerencia de intereses económicos en decisiones judiciales.
Estas dos posiciones enfrentadas centran las dificultades para alcanzar un acuerdo unánime para definir la presidencia del TSJ.
Si bien no se descarta la posibilidad de que los jueces de la Corte porteña encuentren el punto de unificación de voluntades, también sería posible un escenario de empate 2 a 2 que, debido al hecho de existir un cargo aún vacante, complicaría la situación.
Qué Lozano sea electo y continúe dos años más al frente del TSJ porteño, qué Alicia Ruiz logre convencer a sus pares y ocupe la presidencia, son las dos opciones con mayor fuerza, aunque también existe la posibilidad que Ana María Conde o José Casás vuelvan a ocupar el cargo de Presidente como ya lo hicieron años atrás. Cuatro opciones, cuatro jueces y algunas horas por delante para definir un rol de gran importancia en lo judicial y lo político.