Hay una premisa instalada en el ambiente político y social que reza “la gente volvió a creer e involucrarse en la política gracias al kirchnerismo”. Y como toda verdad relativa, tiene su dosis de razón. Sin embargo, podría decirse que, con el correr de los años, este mismo modelo se ha convertido en el sicario encargado de asesinar las esperanzas que la gente depositó en los líderes políticos y lo que respecta a la militancia más comprometida.
Ya que los hechos de corrupción que en distintos momentos de este proceso empañaron la marcha del Gobierno, sumado a las formas clientelares en que se maneja a la militancia más nobel, fueron desencantando a quienes confiaron en este modelo. Desperdiciando, así, la oportunidad de ampliar los márgenes de participación ciudadana en la política nacional.
Y es este desperdicio el que origina una enorme frustración social, que solamente podría superarse con una auténtica renovación en la dirigencia política y en los espacios de juventud. Privilegiando el compromiso social por sobre los compromisos personales. Dado que quienes voluntariosamente se acercan a participar con buena fe, terminan siendo cooptados por un sistema perverso en el que únicamente se promueve a quienes más y mejor aplauden, y menos y peor piensan.
Es por ello que, debemos retomar aquellos valores que con el correr de los años se han perdido y que hacen grande a una Nación, como los de ser personas dignas, de trabajo y con convicciones que no puedan comprarse ni venderse sino defenderse. Como también, promover el respeto y la tolerancia para con la diferencia y el entendimiento de que la política es una herramienta transformadora de realidades, que solamente puede ser más abarcativa a través de la construcción de consensos. Que hoy en día, se vuelven imposibles a causa de la lógica binaria en que tanto oficialistas como opositores plantean la realidad.
Por eso, nosotros, desde Jóvenes PARTE, estamos dispuestos y convencidos a promover el debate para consolidar una verdadera renovación en la política argentina. Rescatando las enseñanzas del peronismo, como la justicia social y la soberanía nacional; pero también las del respeto por las instituciones que plantean los radicales y las de ética que provienen del socialismo. Ya que nuestro compromiso radica en consolidar una alternativa que no sea “odiadora” del Gobierno nacional sino superadora, honesta y trabajadora. Cosa que los opositores de hoy no proponen, por entrar en el juego del “cristinismo” y por incapacidad propia también.
Construir futuro es nuestro desafío, bienvenidos sean quienes nos quieran acompañar.
* rama juvenil del Partido del Trabajo y la Equidad conducido por el ex jefe de gabinete Alberto Fernández.