La titular del juzgado Nº 4 en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad, Elena Liberatori, concedió una medida cautelar solicitada por la legisladora K María Rachid para que, en el marco de una acción de amparo, se protejan los históricos coches de madera que por un siglo recorrieron la Línea A de los subterráneos porteños.
“Presentamos un amparo para garantizar la conservación integral de los coches. Le pedimos a la Jusicia que algunos de estos coches queden en funcionamiento, y también pedimos que obligue de alguna manera al Gobierno de la Ciudad a dialogar con las organizaciones para analizar vías alternativas del cierre total de la línea”, dijo ante las cámaras de de la TV Pública la impulsora de la acción judicial.
“La jueza (Liberatori) ordenó en su medida cautelar que el Gobierno de la Ciudad garantice la recuperación integral de los vagones”, celebró la legisladora porteña resaltando que la medida cautelar también ordena que “en no más de 48 horas el Gobierno porteño informe por qué está cerrando el subte y si tiene conocimiento de las alternativas propuestas”.
Rachid también explicó que de acuerdo a los planteos solicitados en la acción de amparo y concedidos en el dictado de la medida cautelar, “si el Gobierno de la Ciudad no responde en ese plazo de 48 horas o la respuesta no es satisfactoria” se convocará “a una audiencia con organizaciones de trabajadores, usuarios y comerciantes y culturales para ver los caminos alternativos para no cerrar la línea `A` de subtes”.
En la resolución dictada por la magistrada de turno se ordena al Gobierno de la Ciudad que disponga “la custodia, la preservación integral, el cuidado y mantenimiento adecuado” de los centenarios coches de madera La Brugeoise.
Para llegar a dicha disposición, la jueza Liberatori expuso en los considerandos los reclamos realizados por los trabajadores del Teatro Colón al momento de su remodelación y recordó que “el histórico escenario de ese teatro fue cortado en pedacitos a modo de souvenir, regalo empresarial que utilizó la compañía privada a la que se encargó su restauración”. “Refiero esta anécdota personal para graficar que se requiere una pronta intervención de protección de los vagones belgas a fin de evitar que próximamente los vagones estén desguazados, abandonados o parte de los mismos como sus farolas antiguas, formen parte de la ornamentación de alguna casa en Punta del Este, si es que antes no corrieron la malhadada suerte de un asado”, expresó la magistrada parafraseando al propio jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta.
En el fallo, la jueza también destacó la necesidad de dictar una medida cautelar que proteja el patrimonio histórico y cultural que representan los vagones debido a que según trascendió, los coches de madera que recientemente fueron sacados de circulación para su reemplazo “serían trasladados al predio del futuro taller Mariano Acosta”, lugar donde actualmente “no existe seguridad ni instalaciones para resguardar la integridad física de los trenes hasta que se decida qué hacer con ellos”.