El Gobierno de la Ciudad, mediante la Agencia Gubernamental de Control (AGC) clausuró y anuló de manera definitiva la habilitación de un local en el barrio de Flores en el que se facilitaba el ejercicio de la prostitución.
El local clausurado ya había tenido penas con anterioridad por irregularidades. Estaba habilitado como bar, pero ofrecía de manera ilegal un servicio de “alternadoras”, en el que chicas hacían contacto con clientes y luego se ejercía la prostitución en un edificio contiguo.
Sobre la clausura, la vicejefa de Gobierno de la Ciudad, María Eugenia Vidal, expresó que “vamos a ir a fondo contra el funcionamiento de los prostíbulos. No vamos a parar en la lucha contra la trata”.
La AGC clausuró el local debido a la “desvirtuación de rubro”, además del incumplimiento de las normas vigentes relativas a la habilitación, higiene, salubridad y seguridad.
Juan José Gómez Centurión, director Ejecutivo de la AGC, sostuvo que “las habilitaciones comerciales constituyen un derecho que se otorga para ser ejercido legítimamente. Por eso, una revocación como ésta fortalece el sistema de habilitaciones comerciales de la Ciudad, al establecer reglas claras para el uso legítimo de cada actividad comercial, y mejorar en tal forma la prevención y el control”.