Un día después de que la diputada y excandidata presidencial, Elisa Carrió se diera el alta en Twitter y la cuenta fuera suspendida por motivos que se desconocen, la referente de la Coalición Cívica cargó en declaraciones televisivas contra varios funcionarios del Gobierno nacional. Entre ellos, el hijo de la Presidenta- Máximo- líder de La Cámpora, el viceministro de Economía, Axel Kicillof y del canciller Héctor Timerman.
En primer lugar y respecto a los escraches de los que fueron protagonistas el vicepresidente Amado Boudou y el mismo Kicillof, aseguró que “los hace el oficialismo en el Congreso” (en referencia a la agrupación kirchnerista) y que la última vocera de esta política se llama Hebe de Bonafini cuando “habló sobre la Corte Suprema”.
Pese a reconocer que “los funcionarios públicos debemos ser criticados”, lo que no tienen que hacer- consideró- “es gritarle”. Aunque aclaró que decir hipócrita, “sí lo pueden hacer”.
En Buquebús “viaja mucha gente trabajadora” pero no “oligarcas” porque ellos – continuó- “viajan en aviones privados y nunca se van a juntar con la clase media”.
Respecto al futuro de la Nación, consideró que el problema más grave es es el acuerdo con Irán. “Se trata de una país con una estrategia clara de confrontar con Israel. Irán no busca justicia, busca protección. Esto es una trampa”, opinó la diputada en el programa El juego limpio.
Y criticó duramente al canciller Héctor Timerman, uno de los funcionarios que participó en los diálogos previos a la firma del documento que la presidenta Cristina Kirchner envió al Congreso para que se apruebe. “Él cuida siempre el tema de la comida kosher, pero lo que no está cuidando es la entrega a su pueblo. Es un traidor a la causa de su propio pueblo”, lanzó Carrió.
