“Maestro, ¿cómo anda?” El saludo iba dirigido al ministro de Hacienda de la Ciudad, Néstor Grindetti, y venía de parte de un reconocido economista que fue a visitarlo a su despacho. En ese momento, dos periodistas de Noticias Urbanas –uno de ellos quien esto escribe– se retiraban de la oficina del funcionario porteño luego de realizarle un reportaje que fue tapa de esta revista. La nota se tituló “Antes era un técnico, ahora soy un político” y fue publicada el 23 de abril de 2010. Poco antes de que finalizara la entrevista, a Grindetti le avisaron que “tenía gente” esperándolo afuera. Al abrir la puerta, se escucharon las palabras con las que el Golden Boy, Martín Redrado, saludó al ministro cuando lo tuvo de frente. Este se sonrió ante el halago, se estrecharon en un abrazo y juntos ingresaron a la oficina. Ocurrió hace casi tres años.
Desde hace unos días Redrado fue nuevamente noticia en el ambiente político tras las declaraciones del propio jefe de Gobierno, quien anunciaba que el expresidente del Banco Central podría ser parte de Pro en las próximas elecciones en la provincia de Buenos Aires.
Los dichos de Macri no cayeron nada bien en los oídos de Carlos Melconian. El economista que hoy recorre la Provincia con Guillermo Montenegro lanzó una bravuconada y fustigó duro a Redrado tildándolo de “chico” y de “estrellita”. “Algo que no necesitamos, traigamos algo mejor, para tronco está uno”, terminó su desafortunada intervención. En 2007, Melconian logró, acompañando desde Pro la candidatura presidencial de Ricardo López Murphy, el triste y casi inigualable record de perder casi 50 puntos en su intento de ser senador, pocos meses después de las contundentes elecciones que entronaron a Mauricio Macri como Jefe de Gobierno. Su registro fue de 13,54 por ciento.
De todos modos, fue Redrado quien relativizó absolutamente los dichos de Macri. “Estoy pensando en planes para el 2015 y no en candidaturas ahora, no me voy a vestir de amarillo”, dijo. Aunque también afirmó: “Por supuesto que hablo con la gente del Pro, pero es parte de mi actividad económica y política”. Le faltó agregar “desde, al menos, tres años”.
En Pro reafirmaron a Noticias Urbanas la relación que mantienen con Redrado. Resaltaron el respeto que le tienen “por su visión de independencia del Banco Central”, y señalaron que, de vez en cuando, analizan temas con él. También, que en nada les molesta su pertenencia al peronismo, ya que no será “el primero ni el último” en llegar desde esa fuerza. “Ya tenemos a un morocho (Cristian Ritondo), a un colorado (Diego Santilli), nos viene bien un peronista rubio en el Pro”, afirmó una inobjetable fuente del Gobierno porteño. “Encima –apuntó la fuente– Martín tiene un extrabonus que nadie puede igualar en la Argentina, ¿te imaginás a Luli Salazar en un palco con la remera amarilla? Es un arma mortal, no hay con que darle, son una pareja perfecta”.
En síntesis, el dirigente explicó que “todavía falta” para que Pro termine de acordar con el economista, que “Macri, quizás, se apuró un poco al dar por cerrado el tema”, pero que “no sería nada extraño que al final ambos confluyan en un mismo camino”.
Faltan figuras
Todo el affaire de Redrado tiene que ver con la poca capacidad de Emilio Monzó para construir una alternativa rendidora en la provincia. Se promueve la gira interminable de Melconian y Montenegro sacándose fotos en cualquier rincón de la Provincia, se intenta sumar individualidades deportivas, como la de Leandro Ginóbili (hermano de Manu y exbasquetbolista de la Liga Nacional) en Bahía Blanca, o el excorredor de Turismo Carretera de Mechongué (localidad cercana a Mar del Plata), Eduardo “Lalo” Ramos. Nada de ello parece muy alentador, pero es la realidad de Pro tras la salida de escena de Gabriela Michetti.
Otro caso similar, en esta semana, fue la contundente negativa del exministro de Economía de la Nación, Roberto Lavagna, de sumarse al armado amarillo. Es conocida la dificultad que representa convencer al economista de participar en una lista conjunta, ya que él siempre desea un lugar más arriba del que le ofrecen. En este caso, el sondeo para que fuera candidato a senador nacional fue promovido por Horacio Rodríguez Larreta, quien tiene hoy dos objetivos: no competir, si es posible, con Michetti antes de 2015 (para eso quiere poner un extrapartidario, como Lavagna, que le corte el camino a la exvicejefa), o competir con ella en internas si el partido da por hecho que la candidata a senadora debe ser ella. La cuestión es que parece más fácil que Argentina logre imponer al nuevo Papa a que Pro lleve como candidato a Lavagna. Pero los intentos de Larreta continuarán hasta agotar las posibilidades de que a Lavagna (o a otra figura extrapartidaria de renombre) le cuadre el lugar que le ofrece. Larreta es un fighter incansable y sabe que esa es la única manera de frenar a Gaby.
El gusto por la moneda
En Pro parece que la economía es una de las ciencias favoritas para determinar candidatos, ya que, además, de Redrado y Lavagna, hay otras figuras en carpeta. Algo que podría alentar a Larreta en su afán de conseguir un extrapartidario para la Ciudad es que Monzó logre concretar su intento de convencer a Martín Losteau para que compita con los colores amarillos. Esa opción se planea tanto para Capital como para la Provincia. Pero a Lousteau también lo busca el extodopoderoso jefe de Gabinete de los Kirchner, Alberto Fernández. Por ahora, el ex ministro de Economía parece estar lejos de estos destinos, hoy becado en los Estados Unidos y disfrutando del hijo que tuvo con la actriz Carla Peterson. Nada está dicho todavía. Es una figurita muy buscada, y lo sabe.
El Banco Ciudad tiene dos funcionarios que también podrían quedar anotados en las boletas Pro de este año. La máxima autoridad de la institución bancaria porteña, Federico Sturzenegger, podría ir en busca de la cabeza de la lista de candidatos a diputados nacionales, para adentrarse así en el grupo de legisladores que intentarán darle sustento político a la candidatura presidencial de Macri. El otro es menos conocido y acaba de ser nombrado director de la entidad con el respaldo del ministro de Desarrollo Económico, Francisco Cabrera. Se trata del joven Miguel “Mike” Braun, un tecnócrata de la Fundación Pensar, proveniente del Banco Galicia.
Antes de ser contratado por el gobierno provincial de Daniel Scioli, el recaudador estrella de la Argentina, el economista Santiago Montoya, estuvo también en la mira del macrismo.
Hoy, mientras los profesionales de los números siguen rondando la estructura amarilla, dos de ellos mantienen el control del manejo financiero de la Ciudad: el ministro Néstor Grindetti y el titular de la Comisión de Presupuesto de la Legislatura, Rogelio Frigerio. Pero se tendrán que cuidar, ya que son muchos los economistas que vienen marchando. Y algunos con brillo de estrellas.